¿Qué deberías decirle a alguien que se ha divorciado recientemente?
Aquí te compartimos algunas de las cosas que deberías y NO deberías decir a fin de ofrecer tu ayuda de manera correcta a aquellos que han pasado por esta situación.
1. No digas: Nada
Unas palabras de empatía y amor pueden aliviar un gran dolor. Imagen: Canva
Lo entiendo, algunas veces las personas no saben qué decir frente a esta situación, pero evitar decir nada no ayuda.
Es muy obvio cuando una persona sabe lo que ha sucedido y trata de actuar y demostrar que no lo sabe.
Di: “Lamento lo de tu divorcio”, u otra simple y sincera expresión de empatía.
Esta persona podría decir: “Sé que me he divorciado, y está bien que sepas lo que sucedió en mi vida, pues todo ha cambiado. De hecho, prefiero que lo sepas, pero eso no significa que deseo sufrir y llorar por al respecto”.
Si te interesas por ellos más allá de tu propia curiosidad estás personas se abrirán a ti.
2. No digas: ¿Qué sucedió?
Ofrecer nuestra sincera ayuda a aquellas personas que han pasado por un divorcio es un acto de amor. Imagen: Canva
Un divorcio es doloroso y complicado. No necesitan explicar o defender su decisión. Por ello, hay detalles que una persona divorciada prefiere mantener en privado, especialmente cuando hay hijos de por medio.
Esta decisión puede incluso haber dejado dolida a la persona por meses o años, y tal vez ni siquiera fue su decisión, sino la de su ex cónyuge.
No deseamos minimizar o resumir su experiencia, ni siquiera debemos intentarlo.
Di: “Estoy aquí para ti si en algún momento necesitas hablar”
Esta frase les permite saber que pueden acudir a ti cuando necesitan hablar de sus emociones.
Si te toman la palabra, probablemente terminarás recibiendo mucha información personal con respecto a lo que sucedió, por lo que es crucial que mantengas lo que aprendiste en privado.
Por favor, no te ofrezcas a escucharlos si sabes que no resistirás el deseo de compartir esa información con otros.
3. No digas: “Nunca pensé que ustedes hacían una buena pareja” o “No sé qué le viste”
Cuando un divorcio sucede, no debemos tomar bandos. Nuestros amigos deben continuar siendo nuestros amigos. Imagen: Canva
Si yo fuera una persona divorciada, sé que mi vida ha cambiado repentinamente y estoy cuestionándolo todo.
Es obvio que estas personas amaron a sus cónyuges, pensaron que se habían casado con la persona correcta. En nada les ayuda saber que nunca te agradó su ex cónyuge.
Di: “Espero que ustedes dos estén bien”
Puede que algunas personas no estén de acuerdo con esto, pero deben recordar que no están en la obligación de escoger bandos.
Sea cual fuere la situación, un divorcio no es fácil para ambas partes. Si fuiste amigo de alguien antes del divorcio, sigue siendo su amigo ahora que las cosas han tomado un rumbo diferente al ideal.
4. No digas: “Por lo menos continúan sellados”
Como verdaderos amigos debemos evitar comentarios hirientes. La empatía también es un atributo de Cristo. Imagen: Shutterstock
Para dos personas que han decidido dar por terminada esta relación y tomar caminos separados, el hecho de estar sellados por la eternidad no es algo cómodo.
Su sellamiento y comentarios al respecto no tienen nada que ver con tu persona, por lo que tal comentario puede empeorar la situación.
Lo mejor es no tocar ese tema.
Di: “Ustedes son buenas personas con mucho por ofrecer”
Sé específico sobre las cualidades que te gustan en estas personas, pues una de esas cualidades los puede ayudar a tener las esperanzas de encontrar el amor nuevamente.
5. No digas: “Me pregunto de quién habrá sido la culpa”, “me pregunto quién dejó a quién”, o algo parecido a eso
El especular quién pudo ser el culpable de un divorcio, o cuales fueron las causas, está fuera de nuestro alcance. No conocemos todo el contexto. Imagen: Canva
Entiendo que es parte de la naturaleza humana el especular, y también que esas conversaciones han estado en la boca de amigos y vecinos, pero por favor, ten cuidado con lo que digas, especialmente cuando estés en frente de tus hijos.
Asume que eventualmente todo lo que digas llegará a los oídos de los hijos de las personas que se han divorciado. Ellos no necesitan escuchar tus teorías de infidelidad, engaño, finanzas o cualquier otra cosa.
Di: “Estoy seguro que harán lo mejor para sus familias. Déjame saber como puedo ayudar”
Por favor, no los juzgues. Ambas partes cometieron errores y por más que lo intentes tú no sabrás todo lo que sucedió en su matrimonio.
Sin importar cómo llegaron a este punto, están continuando con su vida dando su mejor esfuerzo.
Si te ofreces a ayudarlos en alguna manera, asegúrate de cumplir con tu palabra.
6. No digas: “He escuchado que tu ex está saliendo con alguien mejor”
El evitar chismes y morbo en las conversaciones con aquellas personas que han pasado por un divorcio, será esencial para que sanen totalmente. Imagen: Canva
Ellos no necesitan saber que su ex cónyuge está saliendo con alguien increíblemente adinerado o que parece una super modelo.
Ni tampoco necesitan saber que él o ella está saliendo con distintas personas cada día de la semana.
Di: Nada
Nunca repitas los rumores sobre el ex cónyuge de alguien. E inclusive si has visto algo con tus propios ojos, guárdatelo. Nada bueno vendrá de ello.
7. No digas: “Conozco a alguien que se ha divorciado, te lo presentaré”
Las personas que pasan por un divorcio sufren de problemas de autoestima. Evitemos comentarios que los desvaloricen. Fuente: Huffpost
Algunos pueden llegarse a sentir un producto dañado que nadie quiere en el mercado de solteros Santos de los Últimos Días.
No los hagas sentir peor asumiendo que solo otra persona divorciada se puede interesar en ellos.
Di: “Cuando estés listo para salir en una cita, avísame. Tengo muy buenas amistades en mente para ti”
El hecho de que deseen entrar nuevamente en el mundo de las citas ya es una idea aterradora, dependen de sus amigos para relacionarse con otras personas.
8. No digas: “Estoy seguro que deseas estar a solas”
Como discípulos de Cristo, no debemos rendirnos en nuestra misión de ayudar a aquellas personas con el corazón destruido. No nos cansemos de ayudar, llamar y amar. Imagen: Canva
Pasar por un divorcio es como lanzarse desde un acantilado, y por ello necesitan de sus amigos y familiares para sentirse seguros.
Asumir que desean estar solos es cómo garantizar que caerán más profundamente en la depresión.
Preocúpate por ellos sin ser abrumador, un pequeño mensaje o llamada de vez en cuando puede ayudarlos.
Di: “¿Te gustaría venir?”
Muchos se alejan de sus amigos y su familia, y probablemente estén pasando por un momento de soledad.
Necesitan tiempo para sanar, pero eso no significa que no desean sentirse invitados a las actividades. Esto les hace saber que alguien piensa y se preocupa por ellos.
Pueden sentir que no encajan, especialmente en la Iglesia, así que por favor, continúa incluyéndolos.
Aceptarán tu invitación cuando se sientan listos.
Fuente: LDS Living
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