En medio del caos y de la tormenta por la que estamos pasando, siempre es bueno recibir una palabra de aliento, un abrazo o una sonrisa.
Sin embargo, nada nos llenara tanto cómo la palabra de Dios, recibir un versículo que nos llene de paz y que sea ungüento para nuestra alma.
Desconozco la turbulencia por la que estés pasando, únicamente quiero recordarte que Dios prometió estar contigo hasta el fin.
Aquí te comparto algunos versículos para que recuerdes que esa tormenta tiene fin y que aún en los tiempos difíciles puedes sentir paz, veamos:
Juan 16:33
“Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción: pero confiad, yo he vencido al mundo”.
Estás en el equipo ganador, confía, Él te hará más fuerte para vencer en tus batallas.
Juan 14:27
“La paz os dejo. mi paz os doy: yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo”.
No te angusties ni temas, el ser más poderoso de este mundo es tu Padre y no te abandonará.
Salmos 4:8
“En paz me acostaré y asimismo dormiré, porque solo tú, oh Jehová, me haces vivir confiado”.
Cuando sientas que las personas que más amas te traicionaron y te dejaron solo, arrodíllate y ora, Dios tiene algo que decirte, quiere que confíes en Él.
Éxodo 14:14
“Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis quietos”.
Él no permitirá que atravieses tus desafíos solo, Él siempre te proporcionará un medio para vencer.
Jeremías 29:11
“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz y no de mal, para daros un porvenir y una esperanza”.
Solo en Él podrás encontrar el camino de luz, verdad, paz y esperanza que necesitas.
Isaías 41:10
“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te fortalezco; siempre te ayudaré; siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia”.
El Padre Celestial está para ti en todo tiempo, en todo momento y en todo lugar, solo necesitas recordarlo y confiar en Su poder para que todo cambie.
Salmos 94:18
“Cuando yo decía: Mi pie resbala, tu misericordia, oh Jehová, me sustentaba”.
Dios no hace que atravesemos pruebas en vano, Él las permite para volvernos más fuertes, para que cuando haya desafíos más grandes podamos superarlos. Junto con las pruebas, Él nos da Su misericordia.
Filipenses 4:6
“Por nada estéis afanosos; sino sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias”.
Cuando ya no sepas qué hacer, arrodíllate, sé claro con Dios. Háblale como si fuera tu amigo, cuéntale lo que te preocupa y expresa cómo quisieras recibir Su ayuda. Cuando eres específico con Dios y pides sabiendo que recibirás, Él responde.
Filipenses 4:7
“Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”.
En todo momento de aflicción, Dios siempre te dará una luz de esperanza. No todo está perdido, siempre existirá una solución. La clave es confiar en Él.
Espero que este artículo haya traído algo de tu paz a tu vida. Recuerda, no estás solo y lo que te preocupa se va a solucionar.
Fuente: Dibuja tu fe