Las bendiciones patriarcales son uno de los dones más personales y sagrados que los Santos de los Últimos Días pueden recibir. Estas bendiciones no son simples predicciones ni listas de eventos futuros garantizados. 

Son revelaciones inspiradas que ofrecen guía, consuelo y promesas eternas. Sin embargo, su cumplimiento no siempre se manifiesta en formas inmediatas o esperadas. A veces, se ven en esta vida; otras, se reservan para la eternidad.

A través de diferentes relatos de miembros de la Iglesia, es posible observar cómo las bendiciones patriarcales se cumplen de maneras variadas, a menudo en tiempos y circunstancias distintas de lo que se anticipaba. 

Estos ejemplos nos invitan a confiar en la sabiduría del Señor y a recordar que Sus promesas son seguras, aunque su cumplimiento no siempre siga nuestro propio calendario.

Un legado que trasciende la mortalidad

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Imagen: Canva

Una madre de cinco hijos, recibió el diagnóstico de cáncer terminal a los 37 años. Entre sus últimas preguntas espirituales estaba una frase de su bendición patriarcal que afirmaba que sería «la guardiana de la genealogía». No teniendo experiencia previa en la historia familiar, pidió ayuda para preparar cuadernos genealógicos para cada uno de sus hijos antes de partir de esta vida.

Este ejemplo muestra que incluso en los momentos finales, los miembros pueden buscar cumplir aspectos de sus bendiciones. 

Además, nos ayuda a reflexionar sobre cómo ciertas promesas pueden continuar desarrollándose después de la vida terrenal. Para esta madre, su labor en la genealogía fue tanto un cierre terrenal como el comienzo de una posible misión eterna.

Una misión completa en dos años de vida

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Otro caso es el de una niña que falleció a los dos años tras ingerir accidentalmente una medicina. 

Su padre, que trabajaba como geólogo en África, compartió que había recibido la impresión espiritual de que uno de sus hijos sería llamado de regreso al hogar celestial. 

Aunque esta pequeña nunca recibió una bendición patriarcal, su historia ilustra un principio doctrinal clave: las promesas y bendiciones del evangelio no están limitadas a quienes alcanzan cierta edad o que han recibido formalmente ciertos ritos.

Como enseñó el presidente Joseph Fielding Smith, los niños pequeños que fallecen tendrán la oportunidad de recibir todas las bendiciones de exaltación en la vida venidera. 

Este caso es un recordatorio de que el plan de salvación es inclusivo y que el cumplimiento de las bendiciones puede extenderse mucho más allá de esta existencia.

Promesas que alcanzan a las generaciones

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Las bendiciones patriarcales a veces mencionan eventos que ocurren más allá de la propia vida del receptor.

Un ejemplo de ello es el de un miembro de la Iglesia que recibió una bendición prometiéndole que enseñaría en «las islas del mar» y que sus hijos servirían allí y presenciarían destrucción.

Aunque este miembro no sirvió como misionero formal en Samoa, enseñó en esas islas a través de su profesión. 

Más tarde, dos de sus hijos sirvieron misiones en Samoa. Durante una de estas misiones, ocurrió un devastador tsunami, cumpliendo así de forma literal y simbólica las palabras de la bendición. 

Este relato evidencia que las promesas pueden manifestarse a través de generaciones y en formas inesperadas.

La ausencia de ciertas promesas no significa su negación

familia caminando junta
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A veces, los miembros se preguntan por qué aspectos importantes de la vida, como el matrimonio o el servicio misional, no se mencionan en su bendición patriarcal. Un matrimonio de larga data, con numerosos descendientes, compartió que ninguna de sus bendiciones mencionaba el matrimonio ni la formación de una familia. Sin embargo, ambos vivieron plenamente estas experiencias.

La Iglesia enseña claramente que la omisión de un evento en una bendición no debe interpretarse como una señal de que no ocurrirá. El Señor conoce el corazón y el potencial de cada persona, y Su voluntad se cumple de acuerdo a Su sabiduría infinita, no a expectativas humanas o interpretaciones literales.

Fe en el tiempo del Señor

pintor Michael Malm
Arte: «Come Unto Jesus» por Michael Malm

Por último, las bendiciones patriarcales fortalecen la fe cuando se reciben con un espíritu humilde y dispuesto. Muchos miembros experimentan cómo ciertas promesas se cumplen gradualmente, a veces tras largos periodos de preparación espiritual.

Este principio enseña a los Santos a mantener la perspectiva eterna en cuanto a sus bendiciones.

No todo se cumplirá necesariamente durante la mortalidad, pero sí se cumplirá si somos fieles y permanecemos en el camino del convenio.

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Las bendiciones patriarcales no son mapas con coordenadas exactas. Son declaraciones divinas de nuestro potencial, propósito e identidad eterna. 

Sirven como anclas espirituales en tiempos de prueba y como recordatorios de que Dios nos conoce profundamente.

Como enseñó el apóstol Pablo:

“Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido al corazón del hombre, son las que Dios ha preparado para aquellos que le aman” (1 Corintios 2:9).

 Las bendiciones patriarcales son una muestra de esas cosas aún por revelarse.

Por lo tanto, los miembros de la Iglesia harían bien en estudiar, reflexionar y confiar en sus bendiciones patriarcales, recordando que el Señor no olvida ninguna de Sus palabras. 

En Su debido tiempo, y de acuerdo con Su perfecta sabiduría, todas las cosas se cumplirán.

Fuente:Meridian Magazine

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