Seminarios SUD para jóvences
Quizás alguno de ustedes han escuchado hablar sobre un curso o programa muy particular que tenemos los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días llamado Seminario. Si nunca han escuchado sobre dicho curso, voy a intentar brevemente, explicarles de que se trata.
Seminario es un programa implementado por las autoridades de la Iglesia en todo el mundo hace ya muchos años. Consiste en ayudarnos a conocer más a Jesucristo, a su Evangelio y por lo tanto también, que conozcamos sus escrituras. Consta de cuatro años consecutivos, cada año se estudia un libro diferente ya que la Biblia consta de dos partes o libros, esto es: El Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento. Como deben saber, nuestra religión se basa en otro libro llamado El Libro de Mormón que es un paralelo a la Biblia y también Doctrina y Convenios e Historia de la Iglesia que trata de las revelaciones dadas al Profeta José Smith y de lo que pasó cuando se restauró la Iglesia.
Estos cuatro años de estudio comienzan a los catorce años de edad y claramente terminan a los diez y ocho años de edad. Cabe destacar la importancia que tiene este curso para los jóvenes, ya que nos acerca a Jesucristo de una manera en que nada más lo hace, nos llena de felicidad, de amor hacia Él, haca los demás y hacia su Evangelio.
Ahora, quiero compartir con ustedes diez bendiciones o beneficios que el participar de este curso o programa trae a nuestras vidas.
1- APRENDIZAJE
Aprendemos más de nuestra relación con Nuestro Padre Celestial, con Jesucristo y con el Espíritu Santo. No solamente aprendemos sobre Doctrina e Historia de la Iglesia y de Jesucristo, aprendemos amar a las escrituras, los profetas de la antigüedad las escribieron para nosotros, debemos valorarlas.
Comprendemos lo que es ser responsable y disciplinado, a competir sanamente y a tener hábitos de lectura que nos sirven para toda nuestra vida.
2- DISCIPLINA Y RESPONSABILIDAD
En la mayoría de los lugares en los que se realiza Seminario diario, las clases son a las seis de la mañana, por qué? Porque nos ayuda a abrir nuestras mentes y prepararlas para la jornada de estudios de ese día.
En Seminario debemos cumplir con ciertas tareas para poder salvar cada año de estudio, y también debemos realizar dos pruebas o exámenes, uno a mitad de año y otro a final de año, con la intención de que los alumnos aprendan realmente y se interesen. Los maestros también, dan ciertas asignaciones de lectura para cada día de clase, así como los profesores en los colegios mandan realizar tareas para la casa. Esto nos ayuda a ser responsables y disciplinados en todos los aspectos de nuestras vidas, y sabemos que el hacerlo nos ayudará a crecer con mejores valores morales.
3- COMPAÑERISMO Y RELACIONAMIENTO
El asistir a Seminario con los demás jóvenes nos ayuda a que seamos más compañeros con los otros, nos ayuda a fortalecer amistades, a crear nuevas amistades, también nos ayuda a que aprendamos a convivir con otras personas, lo que hace que nuestra relación con nuestros padres y con las personas que nos rodean se fortalezca.
Pero principalmente nos proporciona la guía que necesitamos para fortalecer la relación con Jesucristo y con Nuestro Padre Celestial.
4- PREPARACIÓN
Seminario nos prepara para enfrentarnos a cualquier tipo de situación, nos ayuda a tener una mejor base del Evangelio para cuando salgamos a predicar el Evangelio.
También nos ayuda a saber el porqué asistimos a la Iglesia y nos prepara para responder las preguntas que a veces nos hacen en cuanto al Evangelio y de nuestra religión.
5- OBEDIENCIA
Aunque la obediencia vaya un poco junto a la disciplina, lo que nos enseñan en Seminario es a obedecer por amor. El obedecer los mandamientos se torna una expresión de amor y agradecimiento hacia Dios, así como el obedecer a nuestros padres y a nuestros maestros, ya que aprendemos que lo que ellos nos dicen no es más que para nuestro beneficio. ” Y es necesario que mi pueblo sea disciplinado hasta que aprenda la obediencia..” (Doctrina y Convenios 105:6)
6- CONSTANCIA
Sabemos que el ser constantes en aplicar las cosas que vamos aprendiendo nos ayuda en nuestra vida diaria y no sólo en aprender el Evangelio.
A veces se nos vuelve difícil y queremos desistir y abandonarlo todo, pero aprendemos a que la constancia y la perseverancia nos forman caracteres fuertes, firmes y constantes para poder superar las dificultades y poder alcanzar nuestros objetivos. También mediante la constancia aprendemos más de las escrituras y de las palabras de los profetas, lo que nos lleva al conocimiento del Salvador, a conocer su amor, misericordia y paz duraderas.
7- PERSEVERANCIA
“La verdadera grandeza proviene de perseverar en las dificultades de la vida..” (Howard W. Hunter)
Muchas veces no entendemos las escrituras, pero si seguimos intentando, seguimos tratando con el paso del tiempo las comprenderemos. Gracias a eso, aprendemos cuan importante es el ser perseverantes o en otras palabras, el siempre seguir adelante.
Pese a las dificultades que se nos presentan a veces en nuestras vidas aprendemos a nunca bajar los brazos y a seguir adelante, en el Evangelio y en la vida diaria, porque sabemos que siempre habrá piedras en nuestro camino, pero que si seguimos adelante con firmeza y esperanza en Cristo venceremos.
8- VALOR
Muchas veces nos pasa que tenemos preguntas en le correr de la clase pero no nos animamos a preguntar o sabemos algo sobre el tema y por miedo a hablar o falta de valor no comentamos o nos expresamos.
Aprendemos a no tener miedo, a ser valientes y hablar, ese valor nos sirve para no darnos por vencidos cuando tenemos pruebas, a enfrentarlas valientemente teniendo confianza en nosotros mismos de que podemos seguir adelante y confianza principalmente en el Señor, quien nos guía y nos protege, porque sabemos que Él nunca nos deja solos.
9- FORTALEZA
“Para aquellos que están cargados, es el yugo de Cristo, la fortaleza y la paz de mantenerse codo a codo con Dios, lo que nos dará el apoyo, el equilibrio y la fuerza para vencer las dificultades” (Howard W. Hunter)
El diario vivir no es fácil, siempre hay cosas que se nos interponen en el camino, obstáculos, pero el aprender sobre el Salvador y su evangelio nos acerca más a Él, nos fortalece física y espiritualmente para poder enfrentarnos con lo que sea que nos topemos, aprender de ellos y seguir caminando hacia adelante.
Nos volvemos personas fuertes porque entendemos que el Salvador nos brinda su fortaleza, su amor, seguridad y confianza porque nos ama.
10- FE
Y por último, pero no menos importante, la fe, que “No es tener un conocimiento perfecto de las cosas..” es esa “esperanza en cosa que no se ven, y que son verdaderas”
Nosotros no aprendemos sobre Jesucristo porque le vemos, sino porque sabemos que Él vive, y que nos ama, las escrituras que estudiamos durante esos cuatro años nos lo enseñan y testifican. Las cosas que aprendemos las ponemos en práctica con la esperanza de que en el momento adecuado nos sirvan como herramientas para enfrentar lo que sea que debamos pasar, porque sabemos que Dios tiene un propósito para nosotros y que Seminario nos hace conocer ese propósito, nos hace conocer a un Dios y a un Jesucristo que no sabíamos que existían, que tan sólo creíamos conocer.
Todo eso es solo una parte de las cosas que aprendemos allí, de las bendiciones que trae a nuestras vidas el asistir a Seminario esos cuatro años. Luego de esos cuatro hermosos años comprendemos y sabemos, que Dios y su Hijo Jesucristo viven, que nos aman, que sí, Jesucristo murió por nosotros pero que al tercer día resucitó, y que vive!
Es lo que nos enseñan esos escritos viejos, pero no dejan de tener valor e importancia para aquellos quienes decimos ser seguidores de Cristo.