Caminando en los zapatos del Profeta

en los zapatos del profeta

En junio de 1980, viajé con el Presidente Spencer W. Kimball y su esposa Camilla Eyring Kimball, a una conferencia de área en Lakeland, Florida.

Presidente Spencer W. Kimball

Desde el comienzo de su presidencia, el Presidente Kimball realizó conferencias regionales en estadios y campos alrededor del mundo, desde Escandinavia hasta el Lejano Oriente, y desde América del Sur hasta Sudáfrica y el Pacífico Sur. En 1979 y 1980, realizó conferencias de área similares alrededor de los Estados Unidos incluyendo la conferencia del 28 al 29 de Junio, en el centro cívico Lakeland, ubicado entre Tampa y Orlando, en el centro de Florida.

En la primera noche en Lakeland, tomé el ascensor del hotel hasta el piso en el que estábamos todos los del grupo de Salt Lake. Cuando llegué al piso correspondiente, vi a un hombre caminando en el pasillo. Estaba caminando cuando me fui y seguía caminando cuando regresé una hora después.

Un santo de los últimos días había sido asignado para servir en la seguridad durante la estadía del profeta en el hotel. En aquel entonces no habían muchos agentes de seguridad de tiempo completo viajando con el profeta, sino que los miembros locales eran reclutados para servir cerca del ascensor y el piso donde se encontraban los líderes para ahorrarles tiempo y energía de los miembros locales que querían conocer y saludar al profeta.

Yo le hice un comentario al hombre que estaba caminando, le dije algo como: “¿estás haciendo ejercicio?”.

Con una gran sonrisa iluminando su rostro, exclamó: “¡Estoy caminando en los zapatos del profeta! Los estoy gastando para él. Y los voy a usar toda la noche”.

Presidente Spencer W. Kimball y su esposa Camila.

Más adelante le pregunté al secretario personal del Presidente Kimball, D. Arthur Haycock, respecto a por qué ese hombre estaba usando los zapatos del profeta. El hermano Haycock dijo que había recibido una carta de un miembro que había estado en una reunión reciente en la que el Presidente Kimball, estaba sentado estirando las piernas, y había apoyado un pie sobre el otro, dejando al descubierto un agujero en la suela del zapato.

El hermano Haycock dijo que el autor de la carta expresó preocupación de que él permitiera que el profeta andara por ahí con agujeros en la suela de los zapatos. El hermano Haycock dijo que él no sabía que esa era la condición de los zapatos del Presidente Kimball hasta que recibió la carta. Así que después de recibir la carta, el día antes del viaje del President a Florida, fue a una tienda y le compró un par de zapatos que le dio al Presidente Kimball esa noche.

A la mañana siguiente, el Presidente Kimball se puso sus zapatos nuevos, los cuales le sintieron bien al principio. Sin embargo, al aterrizar a Florida y después de asistir a varias reuniones con los líderes locales, sus pies estaban adoloridos, y no había llevado consigo sus viejos zapatos cómodos.

Así que cuando llegaron al hotel esa noche, el hermano Haycock preguntó a los hombres en el pasillo si alguien podía encontrar la manera de estirar los zapatos del President Kimball. Él había pensado en ir a la tienda a comprar un estirador de zapatos o quizás ir a una tienda a conseguir a alguien profesional que amoldara los zapatos. Pero cuando el hombre que yo conocí en el pasillo preguntó la talla de los zapatos del profeta, él se ofreció a usar los zapatos del profeta toda la noche. Él me dijo que él usaba zapatos un poco más grandes que los del Presidente Kimball y que era un poco incómodo meter los pies en unos zapatos más pequeños, pero dijo que era un gran honor hacer ese pequeño servicio.

“¿Cuántas personas pueden decir que han caminado en los zapatos del profeta?” -Preguntó él.

Bueno, yo nunca he caminado en los zapatos del profeta, pero he seguido los pasos de los profetas: Harold B. Lee, Spencer W. Kimball, Ezra Taft Benson, Howard W. Hunter, Gordon B. Hinckley y Thomas S. Monson.

Recuerdo que durante mis 45 años trabajando para las noticias de la iglesia, solamente en tres ocasiones he escrito mis experiencias personales, en otras palabras, sólo en pocas ocasiones me he incluido en la historia. Cuando me jubilé el pasado mes de mayo, el editor de Deseret News, Doug Wilks me invitó a escribir una serie de artículos sobre algunas experiencias “detrás de cámaras” de mis responsabilidades.

He viajado a lo ancho y a lo largo de los Estados Unidos y a otros 60 países, en su mayoría del tiempo informando sobre los viajes de los profetas y los apóstoles, a medida que han hablado a cientos de miles de personas.

Para comenzar esta colección de experiencias, decidí comenzar con esta historia para dar un giro hacia “los pasos de los profetas”.

Gerry Avant posa para un retrato en Deseret News en Salt Lake City el jueves, 9 de febrero de 2017, ella ha acompañado a muchos presidentes de la iglesia, trabajó en Church News y ahora comparte algunas de las historias y experiencias que vivió junto a los profetas del Señor. Créditos: Deseret News

 

 

Este artículo fue escrito originalmente por Gerry Avant, y fue publicado en deseretnews.com, con el título: “Walking in the prophet’s shoes”.

 

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