A veces, la vida nos muestra que nuestros talentos pueden ser una herramienta para acercar a otros al Salvador. Saxon Baltzer, adolescente de Huntington Beach, California, es un ejemplo perfecto. 

Hace poco dejó todo por servir una misión de tiempo completo, pero antes de eso, hizo historia en las olas.

Campeón nacional antes de la misión

El residente de Huntington Beach, California, ganó recientemente el Campeonato Nacional Universitario de la Asociación Nacional de Surf Escolar en Dana Point. Créditos: Familia Baltzer. Imagen: Deseret News.

Saxon, residente de Huntington Beach, se coronó campeón nacional de surf escolar en la competencia de la National Scholastic Surfing Association en Dana Point. 

Su triunfo es debido a que venció desde la última posición hasta quedarse con el primer lugar, con un puntaje final de 8.79, gracias a lo que él llama respuestas a sus oraciones.

Este logro llegó apenas 52 días antes de su partida al Centro de Capacitación Misional, donde serviría en la misión hispana de Raleigh-Durham, Carolina del Norte. Para Saxon, el surf siempre ha sido más que un deporte: una manera de conectarse con la creación de Dios y sentir Su presencia.

“Me siento cerca de Dios en el océano porque es una de Sus hermosas creaciones”, comparte Saxon.

Él nos recuerda que cada talento que tenemos puede ser un canal para sentir al Señor.

Fe, oración y olas perfectas

De izquierda a derecha: John Money, su hija April Money, Tad Baltzer, Amber Baltzer, Saxon Baltzer, Kris Anne Gustavson y Paul Gustavson en el Templo de Newport Beach. Créditos: Familia Baltzer. Imagen: Deseret News.

La historia de su campeonato está marcada por tiernamente respuesta a sus oraciones. La semana de la competencia perdió su tabla más preciada. Saxon había rezado para que alguien la guardara, y un desconocido la cuidó hasta que pudo recuperarla. 

Incluso durante la competencia, cada ola que necesitaba parecía llegar en el momento justo.

“Fue una tras otra respuesta a la oración. Pude ver que el Padre Celestial estaba orgulloso de lo que estaba haciendo”, dice Saxon.

Esta experiencia no solo le enseñó sobre el surf, sino también sobre confianza y dependencia de Dios, recordándonos que incluso los momentos de incertidumbre pueden ser guiados por Su mano.

Lecciones desde las olas a la vida

Saxon explica que el surf es una metáfora del evangelio. Imagen: Instagram

Recientemente, en un encuentro con Elder Gong, Saxon compartió su perspectiva espiritual vinculada al surf:

“En el surf, no hay dos olas iguales. Y no hay dos personas iguales en toda la historia del mundo. Enseñar a alguien es como atrapar una ola: tienes que mirar, evaluar y elegir tu movimiento. Si intentas surfear todas las olas de una vez, caerás”.

Saxon explica que el surf es una metáfora del evangelio, es decir, debemos aprender de los demás, descubrir nuestros talentos y guiar a quienes nos rodean hacia el Señor.

“Tal vez no todos sean campeones nacionales de surf, pero todos tienen algo que aportar. Aprenderás de ellos, y ellos aprenderán de ti. El evangelio es verdadero. Sí, lo es. Siempre lo ha sido y siempre lo será”.

Más que un surfista

Imagen: Instagram

Saxon Baltzer nos recuerda que los dones que Dios nos da no son solo para nuestro disfrute personal, sino para servir y elevar a otros. Desde la arena de Huntington Beach hasta la misión en Carolina del Norte, su historia demuestra que el compromiso con Cristo puede transformar cualquier talento en una herramienta de fe.

Después de su misión, Saxon planea regresar al surf y continuar su educación, pero esta vez con la certeza de que sus olas ahora llevan un mensaje más grande: acercarnos a Jesús y aprender a usar nuestras habilidades para bien.

Fuente: Deseret News 

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