Al comenzar el año 2018, tuve un gran deseo: Conocer mejor a Cristo.
Entonces, oré al Señor y le pedí que me ayudara a conocer mejor al Salvador. Esperaba que mi respuesta incluyera leer más las Escrituras, escuchar los discursos de la Conferencia General y cantar himnos. Sin embargo, tuve una impresión muy fuerte que me decía: “SIRVE”.
No me malinterpretes, sé que el servicio es una parte esencial de llegar a ser como el Salvador. Pero, no me esperaba esa respuesta. ¿Cómo el servicio podría ayudarme a lograr mi meta de conocer mejor a Cristo?
Aun sintiéndome insegura, confié en la respuesta, la puse a prueba y obtuve sabiduría a través de numerosas oportunidades de servicio. Llegué a conocer más al Salvador. A continuación, mencionaré algunos ejemplos.
Él te escucha con amor
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Edlyn era una amiga que iba a mi clase de mujeres jóvenes. No había sabido nada de ella en años y cuando recibí noticias de ella, supe que tenía dos hijos.
Ella siempre fue abierta con respecto a su dolor por su relación fallida y las dificultades que tenía para criar a sus pequeños. Entonces, cuando me contacté con ella, le pregunté cómo hacía para enfrentar esas pruebas. Su respuesta me conmovió:
“Verás, cada vez que derramo mi corazón en oración, solo sé que Alguien me escucha. No sé por qué, pero después siento mucho consuelo”.
Él ve tu potencial
Quizás algunas esposas son siempre la personificación de la amabilidad. Sin embargo, yo no siempre soy ese tipo de esposa. Hay momentos en que, debido a mi deseo de ver mejorar a mi esposo, puedo perder la ternura.
Le pedí al Señor que me ayudara a ser más amable, especialmente cuando alentaba a mi esposo en tiempos difíciles. Entonces, reflexioné sobre la expiación del Salvador y cómo Él padeció nuestros dolores.
Él también soportó los tiempos difíciles que mi esposo y yo enfrentamos, y estoy segura de que vio la capacidad de mi esposo para enfrentar las dificultades. Ese conocimiento me ayudó a ser un poco más amable con mi compañero eterno.
Él entiende lo que otros no pueden
Me encanta la invitación de la hermana Linda K. Burton a “primero observar y luego servir”. De hecho, cuando observamos a alguien, comenzamos a comprender por lo que está pasando, lo que nos facilita identificar formas de servir.
Sin embargo, hay momentos en los que simplemente no sabes qué decir porque no entiendes. Me sentí así cuando visitamos a una madre que acababa de perder a su hija menor.
Mientras hablaba con ella, me di cuenta de que aunque no podía entender por lo que estaba pasando, el Señor sí. Esto también se puede ver en los momentos en que simplemente tenemos la impresión de servir a alguien, a pesar de que no dicen ni una palabra. Él entiende nuestras necesidades y nos envía la ayuda que necesitamos.
Él te ama
Una de las cosas más importantes que he aprendido a través del servicio es que Él me ama.
En esos momentos en los que mis oraciones fueron respondidas, mi corazón fue consolado y mis heridas fueron curadas, recordé el amor infinito del Padre Celestial y Jesucristo.
Un amor que se extiende no solo a aquellos a quienes sirvo, sino también a mí.
El servicio: una excelente manera de conocer mejor a Cristo
Mi experiencia me ha enseñado que la invitación a servir es una invitación a conocer mejor a Cristo.
Siempre me ha encantado la promesa que hizo el élder Dieter F. Uchtdorf:
“Al extender nuestras manos y nuestro corazón hacia los demás con amor cristiano, nos sucede algo maravilloso. Nuestro propio espíritu llega a ser sanado y se vuelve más refinado y fuerte”.
En mi caso, pude conocer más al Redentor. ¡Espero que también puedas conocerlo mejor a través de cada oportunidad de servicio que tengas este año!
Sé que este 2020 ha presentado muchos inconvenientes, pero aún hay formas en las que podemos elevar a nuestros semejantes, ora para saber cómo. ¡Que tengas un buen día!
Esta es una traducción del artículo que fue escrito originalmente por Giulia y fue publicado en faith.ph con el título “How Service Helps Me Know Christ More”.