El profeta Isaías registró que el Señor “hará una obra maravillosa entre este pueblo, una obra maravillosa y un prodigio”. Ahora sabemos que está hablando sobre la Restauración y el Evangelio de Jesucristo.
El presidente Ezra Taft Benson expresó lo siguiente sobre La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días:
“Este es el reino espiritual de Dios, progresando con su divino consuelo para llenar la tierra, es verdaderamente “una obra maravillosa y un prodigio””.
La obra sigue avanzando y tenemos la oportunidad de ser parte de eso, pero ¿cómo podemos ser parte de esta maravillosa obra en nuestra vida diaria? Aquí encontrarás 4 consejos que te ayudarán a lograrlo.
Desarrolla un ímpetu espiritual
En la Conferencia General en abril del presente año, el presidente Rusell M. Nelson nos invitó a ser discípulos de Jesucristo y desarrollar un ímpetu espiritual.
“Nunca hemos necesitado tanto ese ímpetu espiritual positivo como ahora para contrarrestar la velocidad a la que se están intensificando la maldad y las señales de los tiempos más tenebrosas.
El ímpetu espiritual positivo nos hará seguir avanzando por entre el temor y la incertidumbre que generan las pandemias, los tsunamis, las erupciones volcánicas y los enfrentamientos armados.
El ímpetu espiritual nos puede ayudar a resistir los ataques incesantes e inicuos del adversario y a frustrar sus esfuerzos por erosionar nuestro cimiento espiritual personal.”
Cuando nos esforzamos por procurar un ímpetu espiritual, demostramos más plenamente ante el Señor que estamos comprometidos con la obra, que somos fieles a nuestros convenios y podemos ser parte de propósitos más poderosos.
Cumple con tus asignaciones y eleva a los que estén a tu alrededor
Si queremos un corazón más consagrado pero no sabemos cómo lograrlo, es importante enfocarnos en cumplir nuestras asignaciones, llamamientos y ministración.
¿Como podemos magnificar el servicio en estás áreas? El Señor desea que podamos confiar y depender de Él.
Dios entiende los desafíos y dificultades que surgen cuando nos esforzamos por hacer el bien. Para enfocarnos en levantarnos cuando caemos, el élder Uchtdorf enseñó:
“Tal vez sientan que hay otras personas con mayor capacidad o experiencia que podrían cumplir con los llamamientos y asignaciones de ustedes mejor de lo que ustedes pueden hacerlo, pero el Señor les dio esas responsabilidades por una razón.
Es posible que haya personas y corazones a los cuales sólo ustedes puedan llegar y conmover, y que nadie más pueda hacerlo de la misma manera.
Ninguno de nosotros puede ni debe mover la obra del Señor solo; pero si todos permanecemos juntos en el lugar que el Señor ha señalado e impulsamos desde donde estemos, nada puede impedir que esta obra divina avance hacia arriba y hacia adelante.”
Habla más sobre Cristo
Según el Libro de Mormón, los nefitas, estaban comprometidos a que Cristo sea parte de su día a día. 2 Nefi 25:26 expresa:
“Y hablamos de Cristo, nos regocijamos en Cristo, predicamos de Cristo, profetizamos de Cristo y escribimos según nuestras profecías, para que nuestros hijos sepan a qué fuente han de acudir para la remisión de sus pecados.”
Cristo está en nuestros corazones, pero ¿realmente lo incluimos cuando estamos rodeados de otras personas?
Busca formas de hablar de Jesucristo con otros, menciona las actividades a las que asistes en conversaciones, ora por alguien que lo necesita y comparte con frecuencia tu testimonio con tu familia.
Al habla de Cristo, nos regocijamos en Él y estaremos preparados para Su venida.
Haz que sea maravilloso para ti
Todos experimentamos períodos de apatía o lucha espiritual, es importante luchar para encontrar gozo en el Evangelio y mantener un espíritu de asombro por lo que el Señor ha hecho.
Busca maneras para que todos los días puedas observar la mano de Dios en tu vida. Tener un diario en el que escribas todas las cosas por las que sientes gratitud y las bendiciones que recibes te harán apreciar más cuanto se preocupa por ti.
Procura realizar actos que fortalezcan tu relación con Cristo, después de todo, lo que a Él le importa es que lo intentes y premiará tus esfuerzos.
Fuente: LDS Daily