“Creo que para tener una religión mundial, debemos reflejar mejor al mundo en nuestro arte. Creo que necesitamos representaciones de todas las etnias porque la mayoría de las personas en el mundo son personas de color”. – Melissa Tshikamba
Melissa Tshikamba es miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y nació en Alberta, Canadá. Hace poco se graduó del programa de ilustración de BYU y su carrera está en ascenso. Cuenta con una audiencia ansiosa por disfrutar del arte que tiene para ofrecer.
También te puede interesar: La raza y el sacerdocio en la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Melissa busca representar a la membresía de diversas razas de la Iglesia a través de su arte. Ya que, desde muy pequeña nunca se sintió identificada con las pinturas que veía en la Iglesia y en casa.
“Nunca pude verme reflejada en el arte religioso mientras crecía, por lo que es gratificante ver una imagen semejante a mí ahora. Conmueve mi alma. A través del arte puedes sentir el amor de Dios. Por eso, es importante verte reflejado en él”.
“Convertir el arte étnico en una tendencia regular es uno de mis objetivos. Quiero elevar a las mujeres. En especial, a las mujeres negras”, dijo.
Los conceptos erróneos sobre las pieles claras y oscuras prevalecen en las comunidades de color, explicó Tshikamba. Además, señaló que el blanqueamiento de la piel sigue siendo una práctica popular, aunque la gente sabe que es dañino.
Incluso dentro de las comunidades de fe, hay muchos conceptos erróneos sobre lo que significa ser creado a imagen de Dios, dijo Melissa.
Parece que muchas personas creen que porque Dios es representado como si fuera europeo, entonces solo los europeos son iguales ante Dios.
“La gente dice las cosas más ignorante y los niños lo creen. Cuando era niña, interpretaba casi todas las imágenes literalmente. Pero, se supone que debemos amarnos a nosotros mismos, así que estoy tratando de reconfigurar la mente de las personas para que sepan que son amadas y hermosas a pesar de tener la piel más oscura”.
Tshikamba dijo que recuerda que le enseñaron que tener la piel oscura era una maldición, esa enseñanza la internalizó desde niña. Se dio cuenta del daño que esas enseñanzas equivocadas pueden causar en la identidad de una persona.
“A mi hermano le dijeron que cuando fuera al cielo su piel se aclararía. Crecí creyendo eso y reverenciaba a los blancos más que a mí misma. Me di cuenta de que también había internalizado el racismo por las enseñanzas que recibí”.
Al aprender más sobre la historia de los negros en la Iglesia y cómo han sido representados e incluidos durante la Restauración, Tshikamba dijo que se volvió más consciente del dolor que experimentan otros miembros de color.
“Cuando no reconoces el pasado o intentas ignorarlo, puedes causar que las personas tengan dudas”, dijo.
Asimismo, Tshikamba señaló que algunos de los miembros de su propia familia se alejaron de la Iglesia por el trato o los malentendidos que experimentaron.
Para Tshikamba, su trabajo consiste en amar a sus semejantes al asegurarse de que sepan que fueron creados a imagen de Dios.
“Todos tenemos pequeñas misiones a lo largo de nuestras vidas y siento que la mía es elevar a las personas a través del arte”.
“El arte me ha fortalecido y me ha hecho ver mejor el mundo. Puedo visualizar a Dios como me veo a mí misma. El arte ha fortalecido mi testimonio porque me ha hecho darme cuenta de quién soy, siento que soy más fiel a mí misma”.
La esperanza de Melissa es que su arte ayude a crear obras más inclusivas. Esa es su manera de enfatizar estos temas y ayudar a normalizar el arte religioso que represente a las personas de color.
La mayoría de los personajes de las pinturas de Melissa tienen halos, lo que representa su divinidad y luz.
“Dios desea que Sus hijos vean la divinidad en su interior”.
“Todos somos como dioses que ahora tienen una experiencia humana y si podemos ver lo divino en nosotros mismos, si podemos corregir esos traumas pasados y ayudarnos unos a otros a ver que somos divinos, estaremos naturalmente más cerca de Dios”.
“Cuando vemos a Dios en nosotros mismos, podemos vernos como seres divinos”.
Fuente: Deseret News