¿Cómo me doy cuenta que el consejo de los profetas influye en mi vida?

El consejo de los profetas Cómo puedo saber si es un profeta de Dios

En la conferencia general de octubre 2015, el Elder M. Russell Ballard, miembro Del Cuórum de los Doce Apóstoles nos compartió lo siguiente:

“En la última conferencia general de octubre, invité a los oyentes a seguir el consejo de Brigham Young de permanecer en el Barco Seguro de Sion, el cual es La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, y a sujetarse con ambas manos. Desde entonces, me complace saber que algunos de mis familiares y otras personas estaban escuchando y me han preguntado: “¿Qué hay en el barco seguro a lo que podamos aferrarnos?”. Les recordé lo que dijo el presidente Young: “Nos encontramos en el barco seguro de Sion… [Dios] está a la cabeza, y permanecerá allí… Él dicta, guía y dirige. Si la gente tiene una confianza certera en su Dios, si nunca abandona sus convenios ni a su Dios, Él nos guiará correctamente”.

Es obvio que nuestro Padre Celestial y el Señor Jesucristo han preparado el Barco Seguro de Sion con verdades eternas claras y sencillas que nos ayudarán a mantener el rumbo en medio de las aguas peligrosas de la vida terrenal. Las siguientes son solo algunas.

La Iglesia de Jesucristo siempre ha sido guiada por profetas y apóstoles vivientes. Aunque son mortales y están sujetos a las imperfecciones humanas, los siervos del Señor reciben inspiración para ayudarnos a evitar los obstáculos que constituyen una amenaza espiritual y ayudarnos a atravesar a salvo la vida terrenal hacia nuestro destino final, máximo y celestial.

Asistir a las conferencias generales o a las transmisiones, es de suma importancia, pues Dios está en constante revelación con sus siervos, y ellos transmiten esas revelaciones a nosotros, una forma de prepararnos para la segunda venida es al estar en constante práctica de los consejos y exhortaciones que hacen nuestros líderes generales hacia nosotros.

En cada discurso que escuchemos de nuestras autoridades generales, abundarán los consejos e invitaciones a hacer lo bueno, nosotros como hombres naturales, siempre esperamos algo a cambio, con cada invitación hay una promesa, de que seremos bendecidos abundantemente espiritual y temporalmente; hay bendiciones específicas para cada mandato.

En lo personal yo tengo 16 años y soy recién converso, trato de no perderme ninguna transmisión ni conferencia general, en la última conferencia me gustó mucho el discurso del primer consejero Devin G. Durrant, primer consejero de la  presidencia general de la escuela dominical.  En este discurso, él nos invita a meditizar, “meditizar” como él lo llama, es escoger una escritura cada semana, y a lo largo de esa semana, pensar en esa escritura y aplicarla en nuestra vida, vivir esa escritura, ponerla en cada rincón de nuestro hogar e incluso en nuestros gadgets electrónicos como fondo de pantalla.

Meditizar, como la mayoría de los miembros, inmediatamente después de este discurso, solo lo hice una vez, y me arrepiento de ello.

Hace 2 semanas volví a meditizar, me encontraba en el salón de clases en mi preparatoria y me sentía muy afligido por una situación que tenía en mi vida, entonces saque la triple de mi mochila y abrí el Libro de Mormón, continué leyendo en donde me quedé la noche anterior, y el versículo 14 del capítulo 10 que se encuentra en 2 Nefi, causó gran impacto en mi espíritu ese día.

14: “Porque quien levante rey contra mí, perecerá; pues yo, el Señor, el rey de los cielos, seré su rey, y eternamente seré una luz para aquellos que oigan mis palabras”.

Eso fue una respuesta inmediata a la oración que hice antes de comenzar a leer, decidí que iba a meditizar esa escritura toda la semana, solo decidí omitir la parte en donde dice “porque quien levante rey contra mi, perecerá;” y decidí meditizar el resto del versículo.

Pude ver las bendiciones desde el momento en que comencé a meditizar esa escritura, mis sentimientos fueron más puros y nobles, me esforcé más por ver la luz de Cristo y ser digno de verla por el resto de mi vida. A lo largo de ese día, estuve más  atento  los susurros del espíritu, esa escritura había sensibilizado mi alma y mi sentir, tengo la certeza que fui guiado e iluminado. El espíritu me advirtió de un plan que personas de mi escuela habían tramado hacia mí, pero al meditar y orar esta escritura, el espíritu me guío para saber cómo evitar que ocurriera una mala experiencia, y así fue, hice todo lo que el espíritu me indicó, y no pasó nada malo. El plan que ellos hicieron, lo pusieron en marcha, pero fui obediente al espíritu y no funcionó.

Que tan grande he sido bendecido a lo largo de estas semanas, algunas personas creen que meditizar es algo muy pequeño, incluso yo lo pienso, no es tan difícil. Pero vaya que deja unas bendiciones enormemente grandes.

El evangelio de Jesucristo es una doctrina, que a medida que se viva con los principios que enseñan, traerá paz y felicidad al mundo entero, Jesucristo, el que nació en el pesebre, es el príncipe de paz, testificó que él nos llama a seguir sus consejos que nos revela por medio de sus siervos los profetas, testificó que son consejos que cambian nuestras vidas, y nos ayudan a mejor, son consejos que nos guían por una senda que si nosotros decidimos seguir, podrá llevarnos a la presencia de nuestro padre celestial.

 

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