Llevaba nueve días consecutivos aislado en su habitación de hotel, lejos de sus compañeros de trabajo en la Expo 2020 en Dubái, y lejos de su esposa y sus tres hijos, que estaban recluidos en su apartamento a 15 minutos de distancia. Y, sin embargo, le invadían la gratitud y la esperanza.
Apenas unas semanas antes, habían llegado noticias de todo el mundo sobre una pandemia creciente. Las fronteras se cerraron, los negocios cerraron y los profesionales médicos se apresuraron a encontrar respuestas y curas. El miedo, la duda e incluso el pánico se apoderaron de la población.
Giovanni Criscione, un Santo de los Últimos Días no es ajeno a mantener la calma y seguir adelante. Tras haber trabajado como asesor de la Asamblea General de las Naciones Unidas en representación de Italia, como especialista en programas de dignatarios para el comité organizador de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2006 y como responsable de protocolo de la Expo 2015 en Italia, así como como funcionario de relaciones internacionales del gabinete del alcalde de la ciudad de Milán (Italia), Criscione ha desarrollado su carrera profesional sorteando los matices protocolarios y culturales a menudo en condiciones de gran tensión.
Pero ahora, con la asignación de Criscione como director superior de protocolo de la Expo 2020 en Dubai, cuya inauguración estaba prevista para octubre del 2020 y que pretendía acoger al mundo durante 182 días, todo cambiaba, cada hora.
El protocolo se estaba tirando por la ventana.
“¿Qué es el protocolo?” pregunta Criscione retóricamente. “Mi mentor, el profesor Massimo Sgrelli, antiguo jefe de protocolo del Gabinete del Primer Ministro italiano, solía decir: ‘El protocolo es el arte o la ciencia particular que cuando funciona nadie lo nota realmente, pero cuando hay un problema puede convertirse en un gran obstáculo a vencer’”.
Pero, continuó, también puede ser una oportunidad.
Criscione nunca se había enfrentado a una pandemia mundial, y mucho menos mientras se preparaba para inaugurar una exposición mundial. De repente se encontró con una ola de desesperación. Su equipo estaba desanimado, ya que la ciencia parecía ir 10 pasos por detrás del virus de acción rápida. La preocupación por su familia en Italia, la preocupación por su esposa y sus hijos pequeños y la preocupación por la moral y la salud de sus compañeros de trabajo le agobiaban.
Pero una mañana de marzo, a las 5 de la mañana, tuvo una idea: poner un piano en la cafetería. Parecía algo sin importancia, pero el impacto fue inmediato. “No toco bien, pero toco. Mis compositores favoritos son Chopin y Rachmaninoff. Pero sabía que la música podía devolver la luz a la oscura incertidumbre en que se habían convertido nuestras vidas”.
Criscione envió un correo electrónico a su jefe y le propuso su plan. Su Excelencia Reem Al Hashimy no sólo estuvo de acuerdo, sino que le respondió: “Es la idea más hermosa que he escuchado en mucho, mucho tiempo. Prométeme algo. Compra el piano, pero cómpralo hoy”.
“Sucedió algo mágico”, dijo Criscione. “Todos se turnaron para tocar el piano, y nuestros corazones, almas y mentes se elevaron”.
El éxito de la Expo 2020 en Dubái
Cuando quedó claro que la Expo 2020 se pospondría un año debido a la pandemia, los esfuerzos de su equipo adquirieron un mayor significado: La Expo 2020 ya no consistía únicamente en mostrar naciones o temas, sino también en modelar la capacidad de recuperación ante una catástrofe mundial.
Expo 2020 de Dubái fue todo un éxito. Imagen: Atalayar.
La mezcla de la arena del desierto y el aire del golfo tiende a ocultar el sol en Dubai, aunque las temperaturas pueden superar ampliamente los 100 grados. Pero esta tarde, a finales de marzo, hace una temperatura relativamente suave de 80 grados. Criscione lleva un traje gris con una camisa azul con textura y una corbata de diseño italiano.
Expo 2020 de Dubái.
Es la última semana de la Expo y Criscione ha guiado a más dignatarios a través de la ciudad futurista en miniatura de los que puede contabilizar. El público ha salido en masa para echar un último vistazo al interior de los 200 pabellones -que representan la participación de 191 países-, cada uno de ellos clasificado en uno de los tres temas de la Expo: oportunidad, sostenibilidad y movilidad.
Pero, como observó The New York Times en su reseña de la expo, el malestar mundial y la catástrofe de la pandemia hicieron que la “historia de la Expo 2020 de Dubai” tratara igualmente de “comunicación, sanación y construcción de un mundo mejor”. Se calcula que 24 millones de visitantes acudieron a la Expo 2020, un triunfo teniendo en cuenta que parecía casi al borde del colapso cuando la pandemia paralizó los viajes en todo el mundo.
La expo 2020 de Dubái y líderes Santos de los Últimos Días
El élder Bednar y su esposa en la Expo 2020 de Dubái.
Cuando empezó a vivir y trabajar en Dubái, Criscione recibió noticias impresionantes. Líderes de su propia religión, incluido el élder David A. Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, visitaría Dubái en enero de 2019 y quería reunirse con los líderes de los Emiratos Árabes Unidos y la alta dirección de la Expo 2020. Criscione pudo ayudar a organizar las reuniones. Pero surgió un problema: debido a su horario de viaje, los líderes de la iglesia solo estarían disponibles el viernes y el sábado.
Esto, sabía Criscione, supondría un desafío, ya que el viernes era sábado en Dubái, y el sábado se consideraba un día libre de fin de semana del trabajo. Se envió una carta a Su Excelencia Al Hashimy, pero no fue hasta dos días antes de la visita propuesta que Criscione recibió la confirmación de que todo saldría bien.
“Giovanni, no se preocupe”, dijo Su Excelencia Al Hashimy. Había hecho otros planes, pero se comprometió a hacer todo lo posible para ayudar a reunirse con el “sacerdote” de Criscione.
Élder Bednar al lado de Criscione durante la Expo 2020 de Dubái.
Esta primera reunión abrió las puertas a una mayor comunicación, y en octubre de 2019, el élder Larry S. Kacher, Setenta Autoridad General de la Iglesia, y su esposa, junto con otros, visitaron la Expo 2020. Fue durante esta visita que el élder Kacher se detuvo junto a Mohammed Al Olama, director de la Oficina de Su Excelencia. Ofreció una oración personal. No podían oír las palabras precisas, pero ambos hombres se conmovieron por el gesto.
Al comenzar el año 2020, Criscione nunca podría haber previsto la pandemia que estaba a punto de devastar el mundo. Estaba lleno de esperanza sobre un futuro templo y una exitosa Expo 2020 que reuniera a personas de todo el mundo.
El 6 de abril de 2020 también fue el día en que Criscione finalmente dio negativo para COVID-19. Pudo reunirse con su familia una vez más. Aunque se sintió aliviado, también apreció el tiempo que tuvo en cuarentena para reflexionar, meditar y orar. Cuando los líderes de la iglesia le preguntaron a Criscione qué llevó al gobierno de los Emiratos Árabes Unidos a permitir que la iglesia construyera un templo en Dubái, recibió una respuesta de Su Excelencia Al Hashimy, quien dijo que fue una decisión del gobierno.
Fue, en sus palabras, “la única decisión real y correcta que existe”.
Criscione cita a menudo a Su Alteza el Jeque Mohammed bin Rashid Al Maktoum, vicepresidente y primer ministro de los Emiratos Árabes Unidos y gobernante de Dubái: “No esperamos oportunidades, las creamos”.
Este fue el mantra que reunió al equipo después de la pandemia y ayudó a uno de los eventos más grandes del mundo a tener éxito y convertirse en un momento de unidad y sanación para el mundo a raíz de un desafío único en una generación.
A pesar de que se le presentan oportunidades para seguir trabajando en futuras exposiciones mundiales, como la próxima que será en Japón, la familia Criscione se siente cómoda contribuyendo en Dubái en un futuro previsible, y Criscione está trabajando actualmente en una empresa de consultoría boutique.
Pero admite que otras oportunidades podrían llegar ya que después de todo, parece tener la costumbre de crearlas.
Fuente: Deseret News
