Es muy cierto que a medida que crecemos, comenzamos a tener nuevas responsabilidades y nuestras decisiones pueden tener consecuencias más grandes de las que imaginamos. Por eso, muchas veces nos limitamos y no hacemos lo que realmente queremos. Olvidamos que vinimos a la Tierra a ser probados y que el Señor nos proporcionará el camino para salir de las dificultades (1 Nefi 3:7).
¡Que hoy sea un día nuevo para comenzar a ser aún más feliz de lo que eres haciendo lo que realmente sientes! ¡No te quedes con la duda! ¡No te quedes con las ganas de hacer lo que realmente siente tu corazón! ¡No permitas que el temor te limite!
Si sientes ganas de decirle algo bonito a alguien, ¡díselo!
También te puede interesar: Tu vida es valiosa: Toda tormenta tiene su fin, ¡en Dios siempre hay esperanza!
A ti solo te tomará un segundo decirlo, pero para esa persona podría durar toda la vida. Nunca te arrepentirás de decir y hacer lo que verdaderamente sientes.
“El amor debe ser nuestra forma de andar y hablar”. – Dieter F. Uchtdorf
Si tienes ganas de preguntar algo, ¡hazlo!
Vale mucho más una pregunta tonta, que un tonto que no pregunta.
“Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder…” (2 Timoteo 1: 7)
Los seres humanos fuimos muy bendecidos por el Señor cuando Él nos dio una voz para poder expresar lo que sentimos y pensamos. Es esa misma voz y nuestro razonamiento que nos permiten tener dominio sobre las bestias del mar y la tierra (1 Génesis 26 – 28). No apagues esa voz.
Si hace mucho quieres hacer algo y no te animas, ¡hazlo!
Mejor fallar intentándolo que quedarte con la duda de qué hubiera pasado.
“El éxito no consiste en la ausencia del fracaso, sino en ir de fracaso en fracaso sin eliminar el entusiasmo” (“Setenta veces siete”, Lynn G Robbins).
Recuerda la Expiación de Jesucristo, gracias a ella tenemos segundas oportunidades para vencer los fracasos y volverlo a intentar.
¿Quieres saber si ese amor funcionará? ¡Arriésgate!
Expresa lo que sientes, ama. Vive cada momento. No te quedas con la incertidumbre de “qué hubiera pasado si…” Recuerda que cuando algo te hace feliz y a la vez te da un poco de miedo, es que es exactamente lo que necesitas.
“El perfecto amor echa fuera el temor” (1 Juan 4: 18).
Sí, es verdad. Tomar riesgos causa temor, pero si confiamos en Dios y tenemos deseos justos, no hay por qué temer.
“El gozo verdadero procede de un carácter recto y este se edifica al tomar invariablemente decisiones justas”. – Richard G. Scott
“Solo imagina lo precioso que puede ser arriesgarte y que todo salga bien” (Mario Benedetti) ¡Mente positiva! ☺
Fuente: Instagram