En la Iglesia, con frecuencia utilizamos los términos “llamados a servir” y “asignados a trabajar” para describir el trabajo misional, pero hay una crucial diferencia entre estas dos frases. En un mensaje reciente en Facebook, el Élder Bednar explica a detalle la frase “llamados a servir” y cómo esta se aplica a cada miembro de la iglesia.
“Desde que impartí mi discurso en la conferencia general, muchos de ustedes han mencionado que en algún momento han estado preocupados sobre su llamamiento misional o por su posterior reasignación. Permítanme hacer hincapié otra vez en la diferencia entre las frases “llamados a servir” y “asignados a trabajar”. La primera es un llamado a servir como misionero de tiempo completo en la Iglesia restaurada del Señor. La segunda es una asignación a servir en un lugar específico y una misión específica.
En la cultura de la Iglesia, con frecuencia hablamos de ser llamados a servir en cierto país como Argentina, Polonia, Corea o Estados Unidos, pero al misionero no se le llama a un lugar; más bien, se le llama a prestar servicio. Tal como el Señor declaró al profeta José Smith en 1829: “Si tenéis deseos de servir a Dios, sois llamados a la obra”.
Algunos no pueden servir como misioneros de tiempo completo debido a razones físicas, emocionales u otras. Ningún miembro de la Iglesia debe cargar un peso innecesario por un malentendido, una incertidumbre, una angustia ni culpa por una asignación a trabajar, una reasignación, un relevo anticipado honorable o una incapacidad para servir debido a circunstancias atenuantes.
No necesitamos recibir un llamamiento para ser misioneros de toda la vida. A su alrededor, cada día, hay amigos y vecinos que “no llegan a la verdad solo porque no saben dónde hallarla” (D. y C. 123:12). Conforme se lo indique el Espíritu, pueden compartir algún pensamiento, invitación, mensaje de texto o tuit que dará a conocer a sus amigos las verdades del Evangelio restaurado. No necesitan ni tienen que esperar a que llegue su llamamiento oficial para estar anhelosamente consagrados a la obra misional.
Estar consagrado a Su servicio es una de las bendiciones más grandiosas que jamás podamos recibir. Testifico que el Salvador conoce y tiene presente a cada uno de nosotros, uno por uno y nombre por nombre.
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Este artículo fue escrito originalmente por LDS Living staff y fue publicado en ldsliving.com con el título Elder Bednar Shares What Church Members Often Get Wrong About the Phrase “Called to Serve” Español ©2017 LDS Living, A Division of Deseret Book Company | English ©2017 LDS Living, A Division of Deseret Book Company