Hace unos días, el élder David A. Bednar compartió un inspirador mensaje a través de sus redes sociales:
“Debido a las limitaciones causadas por la actual pandemia, la hermana Bednar y yo hemos cambiado algunos de los patrones básicos de nuestro estilo de vida en formas aparentemente pequeñas. Por ejemplo, ahora nos cortamos el cabello mutuamente. (¡Los cortes de cabello que ella me hace son mucho mejores que los que yo le hago!) Estoy viajando menos, lo que nos permite pasar más tiempo juntos como pareja. Y hemos sido muy cuidadosos en nuestras interacciones y actividades para poder visitar a nuestra familia.
En esta época de restricciones e incertidumbre, podemos encontrar un propósito y consuelo en la declaración del Señor: “Os daré una norma en todas las cosas, para que no seáis engañados; porque Satanás anda por la tierra engañando a las naciones” (Doctrina y Convenios 52:14).
Un patrón es una guía o un modelo. Los patrones espirituales vitales son evidentes en la vida del Salvador, en las escrituras y en las enseñanzas de los profetas y apóstoles vivientes. Estos patrones espirituales son fuentes de dirección y protección para nosotros y son esenciales para evitar el engaño que está tan extendido en nuestro mundo hoy en día.
Un patrón poderoso que el Señor usa para avanzar en su obra y para instruir a los hijos del Padre Celestial en la tierra es “por medio de cosas pequeñas y sencillas se realizan grandes cosas” (Alma 37:6).
Muchas personas en nuestro mundo contemporáneo se sienten atraídas por las promesas de grandes resultados que se producen rápidamente y de una sola vez, como la riqueza y la salud instantáneas, la pérdida de peso inmediata, el rápido crecimiento del cabello y una apariencia más juvenil en sólo 14 días. En contraste, el Señor realiza su trabajo llevando a cabo grandes cosas a través de medios pequeños y sencillos.
Creo que los logros más satisfactorios y memorables en nuestros hogares, en la Iglesia, en nuestros trabajos y profesiones, y en nuestras comunidades serán el producto de este importante patrón espiritual de cosas simples y pequeñas. Deberíamos encontrar un gran consuelo en el hecho de que la gente común que fiel, diligente y consistentemente hace cosas simples que son correctas ante Dios será bendecida de manera extraordinaria”.
