Los jóvenes estudiantes de BYU-Hawaii tuvieron la oportunidad de escuchar a diferentes autoridades generales en un devocional realizado el martes 24 de enero.
Dentro de los discursantes estuvo el élder D. Todd Christofferson, del Cuórum de los Doce Apóstoles; la presidenta Camille N. Johnson, de la presidencia general de la Sociedad de Socorro; el élder Clark G. Gilbert, comisionado de educación de la Iglesia; y el élder Paul V. Johnson, de la presidencia de los Setenta.
No dudes de tu fe
El élder D. Todd Christofferson compartió con la audiencia el poder que tiene la fe a pesar de las dudas e incertidumbre que puedan surgir.
La fe para creer en aquello que parece imposible o no podemos ver hace que los milagros ocurran.
Para explicar esto, compartió el ejemplo de Abraham. Él podría haber dudado de la capacidad y voluntad del Señor para cumplir Sus promesas.
Se le dijo que recibiría la tierra prometido, pero tuvo que dejarla para ir a Egipto. Se le prometió una posteridad tan numerosa como las estrellas del cielo, pero su esposa era estéril. Cuando finalmente tuvo un hijo, Dios le mandó sacrificarlo.
“Todas estas cosas podrían haberlo hecho dudar, pero en realidad, fueron las cosas que fortalecieron su fe. Las pruebas y dificultades que atraviesan los hijos del convenio de Dios pueden ser oportunidades similares en las que el Señor demostrará que tan fiel puede ser cuando nos volvemos a Él”.
Para esto, el apóstol aconsejó que permanezcamos fieles en las promesas y los convenios que hacen con Dios.
“El [Padre Celestial] quiere mostrarnos que podemos tener fe en Él, que podemos contar con Él y que cumplirá Sus promesas con nosotros”.
Con respecto a los estudios, el apóstol declaró:
“La maravillosa educación y preparación que reciben los estudiantes no es el único fin, sino un medio para alcanzar un objetivo mayor, de bendecir a otros, bendecir a las personas de su comunidad, bendecir a su propia familia, bendecir a todos los que los rodean…
Para esto, deben tener la intención de hacer uso de esta maravillosa bendición… como una herramienta para marcar la diferencia en la vida de otras personas tal como lo hizo el Salvador”.
El amor del Padre y Su Hijo
Por su parte, la presidenta Johnson se enfocó en la importancia de reconocer el amor del Padre Celestial y el Salvador.
“Está en todas partes. Cuando busco del amor de mi Salvador, lo encuentro en esta isla, al mirar el hermoso cielo esta mañana cuando sale el sol, también lo veo en sus rostros. Lo reconozco como evidencia del amor del Padre Celestial y el Salvador hacia mí, y eso me ha hecho muy feliz”.
La presidenta Johnson también recordó la invitación del presidente Nelson de entender mejor cómo el Espíritu Santo se comunica con cada uno de manera personal.
“Aquella lección e invitación del presidente Nelson a entender mejor cómo el Espíritu Santo se comunica conmigo ha marcado una gran diferencia para mí y me ha dado la certeza de que estoy en la misión del Señor”.
La educación y el discipulado
El élder Gilbert compitió con los estudiantes la importancia de seguir al profeta.
“Si quieren seguir al Profeta, presten atención cuando repita algo, sobre todo cuando extiende una invitación”.
Asimismo, el élder Gilbert reiteró la misión del Sistema Educativo de la Iglesia de Jesucristo:
“Impulsamos a los estudiantes a convertirse en discípulos de Jesucristo, a llegar a ser líderes en sus hogares, la Iglesia y en sus comunidades”.
Luego, dirigiéndose a los presentes expresó:
“No vengan aquí solo para obtener una preparación profesional, un título y hacer buenos amigos en este hermoso lugar; empleen su tiempo para convertirse en algo totalmente diferente gracias a Jesucristo”.