El 6 de noviembre de 2022, Jeffrey R. Holland, presidente en funciones del Cuórum de los Doce Apóstoles, se reunió con los Santos de los Últimos Días de Hannover, Alemania.
Alemania fue el primer país que el apóstol visitó en su gira ministerial por tres países europeos (su viaje también incluirá Suecia y Finlandia). Allí se dirigió a jóvenes adultos, miembros solteros, jóvenes y misioneros. Además, participó en la capacitación de líderes.
El presidente Holland estuvo acompañado de su esposa, la hermana Patricia Holland, el élder Brent H. Nielson de la Presidencia de los Setenta y su esposa, la hermana Marcia B. Nielson, y el élder Erich W. Kopischke de la Presidencia del Área Europa Central y un Setenta Autoridad General y su esposa, la hermana Christiane G. Kopishke.
Los buenos amigos pueden cambiar tu vida
Misioneros. Foto: La Iglesia de Jesucristo De los Santos de los Últimos Días
En una reunión especial para jóvenes después de la conferencia de una estaca de Alemania, el presidente Holland reflexionó sobre su vida y su testimonio.
El presidente Holland dijo que sus amigos eran muy importantes para él y aconsejó:
“Entonces, cuando sus padres les pregunten por sus amigos, no se enojen, no se irriten.
Yo no enviaría a nadie a salir en invierno sin un abrigo. No enviaría a un niño a la escuela sin desayunar. Yo, en mi generación, no enviaría a nadie a dormir sin hacer una oración familiar. Entonces, ¿por qué no me importarían sus amigos y cómo pasan su tiempo con ellos?”
Cuando llegó el momento del servicio misional, la familia del presidente Holland no tenía mucho dinero y él tenía una beca universitaria. Además, estaba saliendo con la futura hermana Holland.
Presidente Holland. Foto: La Iglesia de Jesucristo De los Santos de los Últimos Días
Sin embargo, gracias a sus buenos amigos, especialmente a su futura esposa, entró al campo misional vestido con un traje verde y todo cambió.
“No podría decirles qué crisis hubiera sufrido si no hubiera ido a la misión.
De hecho, la misión cambió todo en mi vida: todo lo refinó, todo lo mejoró. Todo. Todo lo que ahora me importa se debe a esos 24 meses de misión”.
La Iglesia tiene una gran confianza en los jóvenes, los jóvenes adultos y los misioneros.
“La próxima generación, el futuro, está sentado en esta sala. Esta generación es mejor de lo que era a mi edad. Son una mejor generación, tienen un mejor futuro, mayor fortuna, más perspectivas y más promesas”.
Son el futuro de la Iglesia
Misioneros escuchando al presidente Holland. Foto: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
El presidente Holland también se dirigió a los jóvenes que actualmente se encuentran sirviendo como misioneros.
“Una misión no es solo una oportunidad para estudiar y enseñar el Evangelio, aprender disciplina y, para algunos, un nuevo idioma. No es un descanso de la universidad, un viaje de turismo o un año sabático o dos.
La misión es algo que dura para siempre”.
El apóstol les prometió a los misioneros que volverían a casa de manera diferente a cuando llegaron.
Jóvenes adultos. Créditos: Scott G. Winterton, Deseret News
“Serán mejores o peores, pero nunca serán los mismos. Lo que eran cuando partieron a la misión ya no existe. Han visto demasiado, saben demasiado, han aprendido mucho”.
El presidente Holland dijo que los misioneros que les piden a los investigadores que cambien sus vidas por la Iglesia y regresan a casa y no son fieles a sus principios, están “comprometiendo flagrantemente su integridad”.
Es algo que el presidente Holland no puede entender.
“[La misión] significa demasiado para mí. Mi misión, el mensaje, el cambio, el privilegio, las bendiciones, el concepto, los dones, significan todo para mí”.
El presidente Holland dijo que, durante los últimos 60 años, su misión le ha ayudado a tomar decisiones importantes en su vida.
Vidas quebrantadas
Presidente Holland discursando. Créditos: Scott G. Winterton, Deseret News
Durante una época en la que el conflicto militar hace estragos en Europa, el presidente Holland habló de los problemas financieros, físicos, económicos o personales que trae la vida.
El presidente Holland expresó una profunda empatía por todos aquellos cuya vida es “interrumpida o, tal vez, quebrantada”.
“¿Por qué hay esperanza en el mundo?”, preguntó y, luego, respondió, “porque cualquiera que sea la pregunta, la respuesta es el evangelio de Jesucristo”.
Presiente Holland. Créditos: Scott G. Winterton, Deseret News
“Dios ama las cosas rotas”, dijo el presidente Holland. El Salvador enseñó que, “a menos que el hombre deseche un grano, no habrá cosecha en el tiempo de la siega…
Se requiere fe para creer que los problemas financieros se solucionarán, que la buena salud se puede recuperar, que los matrimonios que atraviesan desafíos se pueden salvar, que los hijos descarriados pueden volver al camino”, dijo.
Para concluir, el presidente Holland compartió su testimonio sobre Jesucristo:
“Todo lo que tengo y todo lo que deseo lo puedo encontrar, simbólicamente, dentro de las paredes de este edificio. Ustedes representan la hermandad al cuidarse unos a otros, al preocuparse por su prójimo, al perdonarse y ejercer fe, esperanza y caridad”.
Fuente: Church News
