El Libro de Mormón, es un compendio de escrituras sagradas muy similares a la Biblia.
Aunque la Biblia fue escrita en la región oriental, el Libro de Mormón fue escrito por los pueblos que vivían dentro del continente americano.
Desde que el Libro de Mormón se imprimió por primera vez en 1830, se han publicado más 174 millones de copias en 110 idiomas.
El élder Gary E. Stevenson enseñó que debemos volvernos al Libro de Mormón para desarrollar confianza en el Señor.
Gracias a este libro maravilloso, podemos renovar nuestras esperanzas en Cristo mediante estas 3 enseñanzas:
Recordar las bendiciones eternas
Con ayuda de Jesús, podemos recordar Sus bendiciones eternas para nosotros. Imagen: Canva
Al cumplir los mandamientos de Dios, seremos cada vez más bendecidos y felices.
En Mosíah 2:41 leemos que seremos “bendecidos en todas las cosas, tanto temporales como espirituales”.
A menudo, nuestro camino en la vida es difícil, sin embargo, el Señor nos promete que si continuamos siendo fieles, seremos recibidos en el cielo y llegaremos a un estado de interminable felicidad.
Con frecuencia, dudamos de estas maravillosas palabras, sin embargo, es importante recordar que no lo dice cualquier persona sino nuestro Padre Celestial.
Él se esforzará por ayudarnos a recibir esta gran promesa si se lo permitimos.
Ver al mundo de una mejor manera
Con la ayuda del Salvador, podemos ver al mundo de una mejor manera. Fuente: Shutterstock
Como fieles creyentes del Padre Celestial y Su Hijo, Jesucristo, tenemos la capacidad de ver al mundo de una mejor manera.
Por medio de la fe, como lograremos tener seguridad y firmeza (Éter 12:4), y ser capaces de recibir la gloria del Señor.
Debido a las circunstancias de nuestro mundo actual, se nos insta como Santos de los Últimos Días a ser pacificadores, de esta manera seremos parte de un mundo mejor.
Perseverar hasta el fin
Si nos esforzamos por seguir al Señor, seremos salvos. Imagen: Canva
Cuando nos comprometemos a ayudar en la obra del Señor, nos volvemos parte del gran plan que Él tiene para nosotros, nos volvemos Sus manos sobre la Tierra.
Incluso, cuando hacemos el mínimo esfuerzo por las personas, Dios nos lo compensa porque valora nuestros esfuerzos.
Perseverar, aferrándonos a las enseñanzas del Salvador y Su evangelio, nos ayudará a sobrellevar cualquier desafío que enfrentemos.
Podemos recibir la certeza de que todo en nuestra vida habrá valido la pena y, a cambio, Él nos dará la salvación.
“Perseverad hasta el fin; y así como vive el Señor, seréis salvos”. (Omni 1:26)
Fuente: Mais Fe
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