Sabemos que cuando caemos en tentación, nos exponemos a situaciones en las que el Espíritu de Dios no puede morar.
En ocasiones, incluso ignoramos las impresiones y revelaciones que el Señor desea darnos. Entonces, poco a poco, esta inspiración se aleja de nosotros.
Pero, ¿qué pasa si estamos haciendo lo mejor que podemos para vivir en rectitud y guardamos los convenios? ¿El Espíritu Santo podrá morar con nosotros para siempre?
La respuesta es un rotundo SÍ. No obstante, la pregunta que surge no es solo SI el espíritu estará con nosotros, sino CÓMO se cumple esta promesa para nosotros.
Promesas del Espíritu Santo
Al recibir el don del Espíritu Santo y participar dignamente de la Santa Cena, tenemos la promesa de que “siempre [podamos] tener Su Espíritu [con nosotros]”.
Esto significa que tenemos acceso al poder, la guía, el consuelo, la revelación y las impresiones según la voluntad de Dios. Estas promesas se reiteran una y otra vez por medio de las escrituras y son cumplidas por los profetas de la actualidad.
¿Cómo sentimos el Espíritu Santo?
A pesar de estas hermosas promesas, todos podemos pensar en la vez que no recibimos la respuesta a nuestras oraciones. Tal vez pedimos consuelo y nos sentimos abandonados.
En otras ocasiones, nos hemos enfrentado a una decisión importante y no recibimos la ayuda adecuada que necesitábamos y fallamos. ¿Eso significa que el Espíritu no estuvo con nosotros?
Es importante recordar que la función del Espíritu Santo no es solo perfeccionar nuestros problemas o evitar las mismas pruebas ni menos adivinar las respuestas a todas nuestras preguntas.
Él es un “compañero constante” que nos mantiene conectados con el Padre Celestial y Jesucristo.
Sensibles al Espíritu Santo
Eso no quiere decir que no podamos sentir el Espíritu Santo todos los días. A pesar de nuestras dificultades mentales o físicas, combatimos para sentir el Espíritu todo el tiempo. Si invertimos tiempo y trabajamos arduamente para conseguir esa guía podremos ser sensibles al Espíritu Santo.
Si sientes que no conectas con el Espíritu con frecuencia, te presentamos algunas cosas que pueden ayudarte:
- En un diario toma nota de todas las cosas que estás agradecido y lo que necesites mejorar. Utiliza esto en base a tus oraciones y busca pasajes de las escrituras que puedan ayudar a reforzar estas ideas.
- Evita cualquier tipo de distracción como el televisor y el uso del celular. Lee las escrituras y reflexiona sobre lo que Jesús ha hecho por ti. Elimina cualquier medio que pueda alejarte del Espíritu y no sea digno de tu tiempo. Trata de escuchar música que te eleve.
Con esto dicho, trata de escuchar los susurros del Espíritu Santo.
Com frecuencia, se requiere delicadeza, ternura y tranquilidad, algo que no es fácil de conseguir en estos días, incluso cuando pensamos que estamos haciendo todo lo que podemos, encontramos más ruido, interrupción y distracción de lo que pensamos.
Dios siempre te guiará
Finalmente, ¿qué más podemos hacer para estar cerca del Espíritu? ¿Estamos prestando atención? ¿Sabemos cómo el Espíritu nos habla personalmente?
Habrá momentos donde necesites caminar y confiar en tu propio albedrío, pero eso no significa que el Espíritu no te acompañe. Sigue viendo y sigue escuchando.
El Señor siempre da revelación a aquellos que lo aman.
Fuente: LDS Daily