El evangelio nos ayuda de muchas maneras y algunas de ellas no son tan obvias. ¿Has pensado en cómo el evangelio puede ayudarte a elegir una carrera profesional?
Nuestras bendiciones
¡En la Iglesia se habla mucho sobre la autosuficiencia en todos los ámbitos y, especialmente, en lo económico!
Tenemos capacitación sobre esto, tenemos cursos que nos ayudan a usar, gastar e invertir sabiamente nuestro dinero. Incluso, en la Biblia encontramos consejos prácticos sobre finanzas. Leamos Lucas 14:28-30:
“Porque, ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, para ver si tiene lo que necesita para acabarla?
No sea que después que haya puesto el fundamento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él, diciendo: Este hombre comenzó a edificar y no pudo acabar”.
Está muy equivocado quien cree que las Escrituras no dicen nada acerca de la economía y el manejo del dinero.
Otro punto en el que nos ayuda el evangelio a la hora de ahorrar y gastar sabiamente nuestro dinero es el diezmo.
El diezmo no es lo que ofrecemos sino una parte de todos nuestros ingresos, que puede pagarse mensual o anualmente. Cuando pagamos el diezmo, estamos priorizando lo que más importa y asignando una porción adecuada a todo lo demás.
Ejemplo de los líderes
No es de extrañar que muchos de nuestros líderes tengan títulos en administración de empresas, economía y/o posgrados en áreas financieras.
El élder Carlos A. Godoy, por ejemplo, es licenciado en economía de la Pontificia Universidad Católica. El élder L. Whitney Clayton recibió una licenciatura en finanzas de la Universidad de Utah y una licenciatura en derecho de la Universidad del Pacífico. El élder David A. Bednar incluso ha enseñado administración de empresas en la Universidad Tecnológica de Texas y en la Universidad de Arkansas.
El élder Neil L. Andersen también tiene una maestría en administración de empresas, el élder Gary E. Stevenson tiene una licenciatura en administración de empresas. El élder Ronald A. Rasband incluso tiene un doctorado en negocios.
El miembro más nuevo del Cuórum de los Doce, el élder Ulisses Soares obtuvo una licenciatura en contabilidad y economía de la Facultad de Ciencias Económicas de la Pontificia Universidad Católica de São Paulo en 1985 y luego recibió una maestría en administración de empresas. Hay muchos y la lista no acaba aquí.
¿Y el área educativa? Del área educativa podemos decir que es un tema común para los miembros de la Iglesia. Por lo general, somos excelentes oradores, hablamos bien en público y más que eso, somos grandes maestros gracias al evangelio.
Como miembros de la Iglesia, tenemos una capacidad para enseñar que se nota fácilmente. Cada clase que enseñamos en la Iglesia nos muestra que podemos compartir lo que sabemos.
¡Muchos son los que descubrieron su talento como educadores en un salón de clases un domingo en la Iglesia! El élder Holland ejerció como educador antes de su llamamiento para servir de tiempo completo en la Iglesia.
Tiene una licenciatura en inglés y recibió su maestría en educación religiosa de la Universidad Brigham Young. Asimismo, obtuvo una maestría y un doctorado en filosofía de la Universidad de Yale.
El evangelio y nuestras habilidades
La Iglesia nos prepara para ser grandes educadores y no solo del evangelio, sino que también demostramos habilidades para otras áreas y materias.
El campo de la medicina es otro punto interesante para nosotros. Nos cuidamos unos a otros, creemos que la caridad nunca deja de ser. Somos muchos los que elegimos la medicina como carrera profesional.
Ese es el caso del presidente Nelson, que fue un cirujano cardíaco de renombre mundial. Asimismo, el élder Dale G. Relund, obtuvo una licenciatura y doctorado en medicina de la Universidad de Utah, y recibió mayor capacitación médica en el Hospital Johns Hopkins.
Fue profesor de medicina en la Universidad de Utah y director médico del programa de trasplante de corazón en Affiliated Transplant Hospitals of Utah (UTAH).
Podríamos mencionar a profesionales de la lengua, traductores, escritores y editores de todos los ámbitos que descubrieron su vocación a través de sencillas actividades de la Iglesia, como traducir un artículo o escribir un discurso para el domingo.
Un artículo es demasiado corto para describir cómo el evangelio nos impulsa a ser lo mejor de nosotros mismos. El evangelio nos ayuda a usar nuestras carreras profesionales para influir positivamente en la vida de los demás.
Sin embargo, por encima de cualquier decisión que tomemos, siempre debemos recordar que podemos orar a Dios, el Padre Eterno, para obtener respuestas. Si tenemos dudas, no importa el tema, podemos preguntarle a Dios, eso es lo que nos enseña Santiago 1: 5.
Además de la oración, podemos recibir revelación personal.
¡Cuéntanos! ¿Tu carrera profesional es el resultado de algo que aprendiste del evangelio? ¡Comparte tu experiencia en los comentarios!
Fuente: Mais Fe