¿Cuál es el camino más rápido para crecer espiritualmente?
Si me hubieran hecho esa pregunta antes, probablemente habría empezado a hacer una lista de tareas (como brindar servicio, asistir al templo, estudiar las Escrituras) y luego habría tratado de hacer dicha lista mi respuesta final.
Sin embargo, después de escuchar un episodio del podcast “Magnify” con Carrie Skarda, una miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, he cambiado completamente de opinión.
Ahora estoy convencida de que incorporar quietud a mi vida espiritual es lo más productivo que puedo hacer.
Es importante y factible
Carrie es psicóloga y autora de “El poder de la tranquilidad”. En el podcast “Magnify”, habló sobre cómo nuestra sociedad está muy orientada hacia la productividad, esto puede afectar nuestras vidas espirituales porque asumimos que necesitamos estar constantemente en movimiento para hacer lo correcto.
Carrie comentó:
“A veces, lo más productivo que podemos hacer es quedarnos quieto. Nos detenemos para recibir el don de la conexión con el Espíritu Santo o con Dios, ya que Él nos invita a tenerlo todo el tiempo.
No pensamos en eso como algo productivo, pero puede ser lo más efectivo para nuestro crecimiento espiritual”.
Entonces, en lugar de agregar a nuestra lista de cosas por hacer en el evangelio, podemos enfocarnos en encontrar momentos de quietud en lo que ya estamos haciendo como Santos de los Últimos Días.
Desde la asistencia al templo hasta la oración, la quietud está incorporada en el evangelio: la estructura ya está en su lugar.
La autora expresó:
“[Una] actitud de tranquilidad y atención plena trae una riqueza de vuelta a mi vida en el evangelio y a mi práctica religiosa que me permite sentirme más satisfecha y llena de ella.
Así que no se trata necesariamente de hacer algo diferente, la atención plena no es un sustituto del estudio de las Escrituras o la asistencia a la capilla o al templo o el estudio de Ven, Sígueme.
Brinda una nueva forma de abordar esas prácticas religiosas que nos permite ser más nutridos por ellas”.
Cómo logralo
Podemos enfocarnos más en conectarnos con Dios al leer las escrituras y menos en completar un conjunto de capítulos.
Podemos entrenar nuestro cerebro, que usualmente está sobre estimulado, para apreciar la tranquilidad del templo, incluso si esa quietud a veces es incómoda.
Podemos silenciar las notificaciones de nuestro teléfono durante la ordenanza de la Santa Cena y pensar en el sacrificio del Salvador.
Encontrar la quietud espiritual también puede venir en porciones pequeñas: respirar de manera profunda y expresar gratitud a Dios por algo en tu vida.
Compartir un pequeño testimonio o una palabra de ánimo a un amigo o tomar un momento para pensar un pensamiento positivo sobre otra persona.
Las bendiciones transformadoras de la quietud
Reflexionar sobre la quietud naturalmente me lleva a pensar en el discurso de la conferencia general del élder David A. Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles, “Quedaos tranquilos, y sabed que yo soy Dios”.
El mismo título de su discurso enfatiza las bendiciones de la quietud, en este caso la tranquilidad. A través de eso llegamos a conocer a Dios. El élder Bednar enfatizó:
“Los propósitos principales de los momentos sagrados y de los lugares santos son exactamente los mismos: centrar repetidamente nuestra atención en nuestro Padre Celestial y en Su plan, en el Señor Jesucristo y Su Expiación, en el poder edificante del Espíritu Santo, y en las promesas correspondientes a las sagradas ordenanzas y convenios del Evangelio restaurado del Salvador”.
Cada “tarea” del evangelio que tengo ahora está destinada a ayudarme a centrarme en el Salvador.
Mi vida no es una lista de cosas para completar, sino un estilo de vida nutritivo diseñado para ayudarme a experimentar la quietud y poder llegar a conocer a Dios. Y las consecuencias de llegar a conocer a Dios son demasiado buenas para perderlas.
Finalmente, como comenta el élder Bednar:
“Prometo que conforme edifiquemos el fundamento de nuestra vida sobre la ‘roca’ de Jesucristo, podemos ser bendecidos por el Espíritu Santo para recibir una tranquilidad del alma personal y espiritual que nos permita saber y recordar que Dios es nuestro Padre Celestial, nosotros somos Sus hijos y Jesucristo es nuestro Salvador, y que podemos ser bendecidos para hacer y superar cosas difíciles”.
Fuente: LDS Living
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@masfe.orgTenemos que aprender a ser más agradecidos con las bendiciones que Dios nos da en lugar de quejarnos por aquello que sentimos que nos falta. Porque ser agradecido multiplica nuestras bendiciones. #agradecido #graciasdios #bendiciones #cristianos #dios #jesus #consejos♬ sonido original – Masfe.org