Este artículo fue originalmente escrito por Sarah Collins
Soy miembro de la Iglesia desde que nací, pero no fue hasta la secundaria que empecé a entender realmente por qué usamos los gárments del templo. Mi opinión sobre ellos ha cambiado con el tiempo, y ahora los uso por elección propia.
Lo que aprendí en la secundaria
Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
En mis clases de Mujeres Jóvenes no recuerdo si alguna vez se me enseñó sobre el uso del gárments en el templo, pero sí sobre el asistir a la Casa del Señor, ya que para mí el templo solo era ir, bautizarme por los muertos y sellarme por las eternidades.
Una cosa que aprecio es que ni mis líderes de Mujeres Jóvenes ni mi mamá me enseñaron que el propósito del gárments era mantener un estándar de modestia.
Agradezco no haber aprendido eso, ya que creo que me preparó para entender más adelante el significado simbólico y profundo del gárments.
Cuando comencé a usar los gárments del templo
Templo del Salvador, Brasil. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Cuando recibí mi investidura a los 19 años, mi enfoque principal era prepararme para la misión, por lo que usar el gárment del templo se sintió como una parte más de ese proceso.
Aunque nunca había tomado una clase de preparación para el templo, pedí a mi abuelo, quien había sido presidente del templo de Provo, Utah, que me explicara lo esencial.
Salón celestial del Templo de Salta. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Sus enseñanzas me ayudaron a sentirme más preparada y tranquila durante las ordenanzas, aunque en ese momento lo vi simplemente como otro paso en mi preparación misional.
Cuando pasé por las ordenanzas de la investidura y la iniciatoria, me sentí en paz con todo, pero mirando hacia atrás, fue simplemente otro elemento en la lista de tareas para prepararme para mi misión.
La evolución comienza lentamente
Templo de Salta, Argentina. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
En mi misión, el templo más cercano estaba a cinco horas de vuelo en Hong Kong, la mayoría de mis lecciones no se centraban en las ordenanzas y el uso de los gárments.
Y al regresar, lo asumí como algo normal entre mis amigos y no reflexioné mucho sobre su significado.
Sin embargo, recientemente, he comenzado a ver el uso del gárments como una elección deliberada que cobra cada vez más significado para mí, convirtiéndose en una parte importante de mi vida.
El mito de la caverna de Platón
Templo de Provo City Center. Imagen: LDS Temples
Mi cambio en la perspectiva sobre el gárments del templo me recuerda al mito de la Caverna de Platón. Inicialmente, no apreciaba su simbolismo porque era algo común para mí.
En mis veintes, al escuchar diversas opiniones sobre los gárments, tanto positivas como negativas, empecé a reflexionar más profundamente sobre su significado.
Este proceso de crecimiento, aunque fue desafiante, me ha llevado a ver el gárments de una manera nueva y más significativa, transformando mi elección de usarlo en algo mucho más profundo y valioso.
Ha sido un proceso hermoso y emocionante.
Lo que significan los gárments del templo para mí ahora
Templo de Mendoza, Argentina. Créditos: Cristián Lozano, Diario UNO. Fuente: LDS Temples
En un momento, usar los gárments se sentía como una obligación, pero ahora lo veo como un privilegio. Siento un mayor sentido de integridad al usarlos, algo que realmente quiero hacer.
Esta convicción ha crecido al estudiar su simbolismo, compartir mis sentimientos y asistir al templo para profundizar mi comprensión.
Estoy agradecida de usar el gárments como un recordatorio de que una vida centrada en Cristo. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Estoy agradecida de usar el gárments como un recordatorio de que una vida centrada en Cristo es el mejor camino para mí. Tener un recordatorio físico del poder del Salvador conmigo es un privilegio que no quiero dejar de valorar.
Llegar a este punto tomó tiempo, y todavía tengo mucho que aprender, pero estoy agradecida de estarlo.
Fuente: LDS Living
