En la Conferencia General de abril de 2025, la hermana Amy A. Wright compartío sobre cómo ayudar a los niños a convertirse en discípulos de Jesucristo para toda la vida. La hermana compartió:
“Busquen maneras inspiradas de ayudarlos a saber que esta es su Iglesia y que tienen una función vital que desempeñar en la preparación para el regreso del Salvador”.

¿Cómo podemos ayudar a preparar a nuestros hijos para la Segunda Venida y su rol en los últimos días? La hermana Wright sugirió lo siguiente:
“Debemos llenar cada rincón de nuestra vida con la Luz de Jesucristo. Si no estamos testificando de la veracidad de Su divinidad preterrenal, de Su misión divina y de Su Resurrección —que abrió la prisión— en nuestros hogares y en cada reunión de esta Iglesia, entonces nuestros mensajes de amor, servicio, honradez, humildad, gratitud y compasión no llegarán a ser nada más que una alegre charla motivadora sobre un estilo de vida reflexivo”.
Inspirados por sus palabras, aquí te compartimos dos formas sencillas de preparar a tus hijos para el regreso del Salvador
1. Hablen de Él con frecuencia

Una de las primeras preguntas que planteó la hermana Wright fue:
“¿Oyen ellos testimonios de Jesucristo y de Su Evangelio?”.
Al encontrar más formas de “hablar de Cristo” en casa, ayudamos a nuestros hijos a que “sepan a qué fuente han de acudir para la remisión de sus pecados” y a prepararse para Su regreso (ver 2 Nefi 25:26).
2. Relaciona tu amor con el de Él

La hermana Wright también enseñó que una forma natural de hablar más de Cristo es relacionar nuestro amor con el de Él. Dijo:
“Cuando les decimos a nuestros hijos que los amamos, ¿les estamos diciendo también que su Padre Celestial y su Salvador Jesucristo los aman? Nuestro amor podría consolar e inspirar, pero el amor de Ellos puede santificar, exaltar y sanar”.

Busca también oportunidades para compartir experiencias personales donde hayas sentido Su gracia y Su perdón. Tu testimonio puede ayudar a tus hijos a reconocer el papel del Salvador en sus propias vidas.
Al ayudar a tus hijos a reconocer y enfocarse en el Dador “de todo don bueno”, los estarás preparando para Su Segunda Venida y los ayudarás a conocer realmente quién es Él. Como explicó la hermana Wright:
“Este Jesús no debería ser un Jesús ficticio, un Jesús simplista, un Jesús inmaterial, un Jesús trivial o un Jesús desconocido, sino un Jesús glorificado, omnipotente, resucitado, exaltado, venerable y poderoso: el Hijo Unigénito de Dios, que es poderoso para salvar”.
Fuente: LDS Living