El 7 de mayo, la hermana Wendy W. Nelson fue invitada a compartir un discurso con los graduados de Utah Valley University (UVU).
Además, la hermana Nelson – que es maestra retirada de terapia de familia y matrimonio, escritora, ex enfermera y psicóloga – recibió un doctorado honoris causa. Fue reconocida como una “erudita distinguida” y “líder respetada” que “siempre buscó y valoró la educación”.
Durante su discurso titulado “¡Sorpresa!”, la hermana Nelson, esposa del profeta, ofreció dos consejos:
“Estén dispuestos y preparados para sorprenderse. Quizás aún más importante: estén dispuestos y preparados para aprender de cada sorpresa”.
Agregó:
“La vida está llena de sorpresas. Algunas sorpresas son divertidas. Algunas son asombrosas. Algunas desgarradores. Algunas casi de infarto. Estoy segura de que han experimentado todo tipo de sorpresas porque a mí también me pasó”.
Matrimonio e hijos
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Por ejemplo, la hermana Nelson dijo que siempre imaginó que se casaría a los 20 y tendría muchos hijos.
“Salí con algunos hombres maravillosos con ese objetivo en mente. Sin embargo, nunca quise estar ‘esperando’ el matrimonio. En cambio, quise estar cada vez más preparada para el matrimonio y la vida. Entonces, busqué más educación”.
Luego, “sorpresa”, se casó a los 50 años con un hombre con 10 hijos.
Casi secuestro y asesinato
La hermana Nelson habló de otra sorpresa que ocurrió mientras visitaba Mozambique.
Durante una cena con otras dos parejas, unos hombres armados llegaron y los tomaron como rehenes.
“La intención de los ladrones era matar a mi esposo y secuestrarme. Sin embargo, gracias a las acciones de algunos valientes e inspirados amigos locales, nos salvamos.
Lo que más me sorprendió durante ese robo en Mozambique fue que me sentí completa, total, completamente en paz”.
Esa experiencia ahora ayuda a la hermana Nelson a poner en perspectiva “incluso un día realmente malo”.
Posteriormente, la hermana Nelson compartió algunos secretos para enfrentar las sorpresas de la vida:
Eliminar la contención
“¿Les gustaría saber algo que pueda ayudarlos realmente a cambiar el mundo para mejor?”, preguntó la hermana Nelson y dijo:
“Aquí hay un secreto: Si eliminan la contención de su vida, no solo cambiará su mundo, sino que ayudarán a cambiar el mundo”.
El mundo está lleno de contención: formas extremas de discordia, contienda y antagonismo, arraigadas en los desacuerdos entre las personas.
“Más de 30 años de mi vida profesional los dediqué a ayudar a las personas a eliminar la contención de sus vidas.
Por mi enseñanza, práctica e investigación clínica, puedo decirles que la contención es letal. Puede arruinar su salud física, devastar sus relaciones y causar estragos en su productividad, creatividad y fortaleza. Eso es solo para empezar”.
La hermana Nelson les dijo a los graduados que debían tener “cero contenciones”.
“Si quieren tener una vida maravillosa, una vida llena de ímpetu, optimismo y logros, eliminen la contención de su mente y corazón, de sus conversaciones y relaciones, de su hogar y lugar de trabajo.
Sí, es cierto que ocurren malentendidos. Los sentimientos se lastiman. Surgen disputas. Bueno, ¿qué hacemos entonces? Nos mantenemos en nuestro objetivo de cero contenciones, reconociendo que puede llevar algún tiempo llegar allí”.
Respetar los distintos puntos de vista
Al citar al investigador Humberto Maturana, la hermana Nelson dijo que cuando una persona cree que tiene más razón que otra y que la idea del otro debe cambiar, surge la “violencia emocional”.
“Podemos tener ideas diferentes a otras. Eso es solo parte de la vida, incluso la parte más enriquecedora. Podemos sentir pasión por nuestras ideas y, sin embargo, encontrar formas de compartir nuestras ideas de una manera que conduzca a debates agradables y conversaciones interesantes.
No obstante, cuando una persona dice o insinúa: ‘Estás equivocado y debes cambiar tu punto de vista’; cuando forzamos nuestras ideas sobre los demás, o insistimos en que deben pensar, creer, votar o comportarse como nosotros, eso es violencia emocional.
La violencia emocional es el semillero de la contención”.
Múltiples perspectivas pueden convertirse en un rico semillero en el que pueden florecer la creatividad, la productividad y la dignidad humana, si las comparten quienes son respetuosos, curiosos y amables, dijo la hermana Nelson.
El amor es la respuesta
“La contención hiere nuestras almas – y nuestras células – las mismas células de nuestros cuerpos. ¿Alguna vez han tenido una conversación que les provocó dolor de cabeza o estómago? O, al contrario, ¿alguna vez se han sentido revitalizados, incluso más sanos, al final de una conversación?”
La respuesta es amor, dijo la hermana Nelson.
“El amor es una herramienta de sanación poderosa y sus compañeros son la paz y el gozo. Los invito a considerar la definición de amor de Maturana: ‘El amor es abrir un espacio para la existencia de otro’”.
Esto no requiere que todos estén siempre de acuerdo. Sin embargo, al abrir el corazón a las ideas de los demás:
“¡La contención se va y entra el amor! Con el amor presente, es posible que nos sorprenda lo fácil que es ofrecer elogios y aliento. O, disculparse por no haber escuchado previamente, o por intentar previamente impulsar o forzar nuestras ideas”.
Eliminar la contención puede curar corazones “y, sorpresa, el mundo en el que vivimos, el mundo que ayudamos a crear a través de nuestras interacciones con los demás, puede cambiar para mejor”.
Fuente: Church News
