Dar un discurso en un bautismo es un privilegio. Estás allí para apoyar a alguien en uno de los días más importantes de su vida, y es normal que te preguntes: “¿Cómo explico algo tan sagrado de manera sencilla, pero con profundidad?”. No te preocupes, aquí te compartimos ideas que pueden ayudarte a dar un mensaje claro, memorable y lleno de espíritu.

Ben Knowlton, ex maestro del Sistema Educativo de la Iglesia y profesor de religión en la Universidad Brigham Young, compartió con LDS Living algunos consejos que pueden servirte para preparar un buen discurso bautismal. Estas ideas pueden adaptarse tanto para niños como para adultos.

1. Usa un dulce conocido para explicar los compromisos del bautismo

dar testimonio
Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

Una buena manera de enseñar lo que significa bautizarse —sobre todo a niños o nuevos miembros— es usar algo sencillo y simbólico: un dulce.

Puedes repartir algún chocolate popular como Bon o Bon, Cofler, Sonric’s, o cualquiera que se consiga fácilmente en tu país. Luego, con una sonrisa, di algo como:

“Así como este dulce es algo que disfrutamos y recordamos, el bautismo también deja un sabor especial en nuestra vida: el compromiso con Cristo”.

En lugar de enfocarte en un acrónimo forzado, puedes usar el mismo dulce como símbolo:

  • El papel que lo envuelve puede representar la protección del Espíritu Santo.
  • El dulce por dentro representa el gozo que sentimos al seguir a Cristo.
  • Y compartirlo simboliza cómo la fe también se comparte y se vive en comunidad.

La clave es que el recuerdo sea simple pero significativo. Además, ¡a nadie le cae mal un chocolate después de un bautismo!

2. Enfatiza su conexión con Cristo

Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

Cuando se trata del bautismo de un niño, Ben prefiere no centrarse tanto en la remisión de los pecados (ya que los menores de ocho años son considerados puros), sino en lo especial que es entrar en un convenio con Jesucristo.

“Me gusta explicar que el bautismo es como un apretón de manos entre tú y Jesús. Es tu compromiso de seguirlo y esforzarte por ser como Él. Y lo más hermoso es que Él también se compromete contigo”.

Agrega que muchas veces nos enfocamos solo en lo que nosotros prometemos, pero debemos recordar que Cristo también hace su parte:

“Cristo será tu compañero. Estás entrando en una relación con Él. No estarás solo. Él te acompañará por amor, por promesa y por deber”.

3. Enseña lo que significa seguir los pasos de Cristo

Ben también utiliza una dinámica con distintos tipos de calzado para enseñar lo que implica tomar sobre uno el nombre de Cristo.

“Llevo varios pares de zapatos: unos para la Iglesia, unos para la playa, otros para jugar fútbol, botas, zapatos escolares… y explico que, donde sea que vayas, con cualquier zapato que te pongas, recuerda que estás tratando de caminar como Cristo, seguir sus pasos y actuar como Él lo haría”.

Es una forma visual y práctica de ayudar a los más jóvenes (¡y también a los adultos!) a entender que ser discípulo de Cristo no es algo que hacemos solo los domingos, sino cada día, en cada lugar.

4. Celebra su entrada a una comunidad hermosa

bautismo
Imagen: Mais Fe

Al ser confirmados, los nuevos miembros no solo reciben el don del Espíritu Santo, sino que también se convierten oficialmente en parte de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

“Puedes explicar que están entrando a una comunidad hermosa”.

Durante tu discurso, puedes dar ejemplos de cómo los miembros se ayudan unos a otros, se acompañan en los momentos difíciles y se alegran juntos en los buenos. Recuérdales que están siendo recibidos con amor en una familia de la Iglesia que los apoyará en su camino.

Fuente: LDS Living

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