No hay mayor gozo que el sentirse cerca del Salvador, y aunque con esta pequeña frase podríamos concluir este artículo, realmente la razón de asistir cada domingo a la Iglesia está relacionado con ello en un contexto más amplio.
Una razón en especial
Como cada domingo, los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (Iglesia mormona) se preparan en diversos horarios, asistiendo a la capilla durante tres horas a las actividades programadas. La más importante de ellas es la reunión sacramental, en la cual todo miembro participa de la Santa Cena, representando la ordenanza más importante y sagrada; a través de los sacramentos es posible renovar los convenios, aquellos que cada uno ha hecho al tomar parte de un bautismo.
Al hacer esto, recordamos que hemos realizado una promesa: hacer lo mejor posible en esta tierra, cumpliendo los mandamientos para poder prepararnos en el regreso con nuestro Padre. Gozar de este momento, y sobre todo durante un domingo de reposo, realmente hace que sea algo especial mientras se aprende de las enseñanzas del Salvador a través de los diversos discursos.
Encuentro solaz
En esta “atmósfera de apacible reverencia”, como llama al tiempo de esta ordenanza el Elder Dallin H. Oaks del Quorum de los Doce Apóstoles [durante su discurso en la Conferencia General de Octubre 2008], es posible reforzar el testimonio que se tiene sobre el Evangelio o incluso obtenerlo, y tan importante como eso, tener mayor cercanía con el cielo en lugares de reverencia como la Iglesia.
Mi alimento espiritual
Ahora bien, ¿quién no requiere comer al menos tres veces por día para generar energía en el cuerpo, y así mantenerlo en pie o hacer las actividades diarias? De la misma manera debemos nutrir al espíritu, y aunque no hablamos de estar presentes diariamente en la Iglesia, si es relevante asistir cada domingo para dar alimento al alma a través de las enseñanzas de líderes, discursantes y Autoridades Generales (cuando se tiene la oportunidad de escucharlos, especialmente durante una Conferencia General).
Recibir palabras inspiradas de líderes y otros miembros para el progreso personal, permite observar cada situación o problema desde otra ángulo, desde la perspectiva de Dios.
Repasar las Escrituras continuamente es, también otra de las mejores maneras de obtener un testimonio y recibir respuesta a nuestras preguntas, pero se torna en un momento solemne y de entendimiento espiritual, cuando se asiste el último día de la semana y, es posible leerlas junto a familia y/o amigos del barrio. Razón de sobra para acudir cada fin de semana a la capilla.
Recuerdo que puedo ser mejor
En cuanto a prestar servicio, a esto se invita a practicar a todo miembro cuando sea posible y en todo lugar, sin embargo, los llamamientos que se realizan durante los domingos, cobran gran relevancia al tener la responsabilidad de enseñar a niños, jóvenes y adultos sobre el Evangelio a través de clases inspiradas o servir de alguna manera a quienes lo requieren.
Puedo servir
La visita de investigadores es otro motivo para servir; compartir con ellos el Evangelio y ayudarlos a obtener una mejor comprensión del mismo a través de la obra misional, así como observarlos cambiar gradualmente su vida de forma positiva, crea satisfacción y un sentimiento de amor.
Sin duda, son varias los argumentos que invitan a asistir un domingo de reposo a la Iglesia, y que desde mi perspectiva, promueve el desarrollo y la madurez espiritual. No obstante, todo lo anterior podría converger en un solo vértice, para asistir cada fin de semana durante el resto de nuestra vida: acercarnos al Salvador, conduciéndonos a aprender de Él, a vivir como Él y, en definitiva, a ser como Él.