Uno de los principales problemas en la sociedad es lidiar con las diferencias. Por más que quieras, no todos tienen las mismas preferencias, gustos o aficiones y eso está bien hasta que esas diferencias dan paso a las fuertes divisiones.
Una de las áreas en las que las diferencias parecen agravarse es en la religiosa. Según EOM, hay aproximadamente 4.200 religiones en todo el mundo y aunque muchas de ellas tienen muy pocos seguidores en comparación con religiones tradicionales como el cristianismo, siguen siendo personas con una forma diferente de vivir la religión.
Es por eso que ahora más que nunca, es imprescindible empezar a construir puentes que nos conecten en la fe para evitar que esas diferencias trasciendan a escenarios de tensión.
Un evento que unió religiones

Los días 12 y 13 de agosto se llevó a cabo un un panel de la Conferencia Internacional “Caminos de Paz: Religiones y Culturas en Diálogo” en la Universidad Católica de Temuco, Chile reuniendo a representantes, líderes y académicos de diferentes religiones, entre ellos, Isidora Navarro De la Barra, una joven de 16 años Santo de los Últimos Días.
Luego de su participación como panelista en este evento interreligioso, Isidora relató su experiencia de la siguiente manera:
“Comprendí que la fe y el diálogo no tienen edad y que ser joven no es una desventaja, sino una forma diferente de contribuir a la construcción de la paz”.
Aunque estuvo nerviosa, Isidora nos recordó con sus palabras que el Señor puede obrar en los corazones de todos Sus hijos sean niños, jóvenes o adultos siempre y cuando estén alineados con los propósitos correctos.
La voz de los jóvenes

La participación de Isidora demostró que los jóvenes también pueden y deben ser parte de espacios interreligiosos para levantar su voz. Isidora buscó eso contribuyendo a la conversación del panel con sus ejemplos de fe.
¿Qué mejor manera de animar a los adultos que enseñándoles y contándoles cómo fue mi experiencia? —dijo Isidora.
Así como ella, el Libro de Mormón nos enseña sobre el poder que tienen los jóvenes para lograr grandes cambios. Un ejemplo son los jóvenes guerreros del ejército de Helamán, quienes, gracias a su fe, se convirtieron en instrumentos del Señor para preservar la libertad de su pueblo.
“Y todos ellos eran jóvenes, y sumamente valientes… mas he aquí, esto no era todo; eran hombres que en todo momento se mantenían fieles a cualquier cosa que les fuera confiada”. (Alma 53:20)
Así como estos jóvenes nunca negaron su fe incluso en los escenarios más atemorizantes, Isidora no tuvo miedo de mostrar su fe en vivo frente a un gran público. Ser joven no es un impedimento para alzar tu voz al mundo.
Un llamado a la juventud

El presidente Russell M. Nelson expresó un mensaje especial a los jóvenes recordándoles su papel en la labor del recogimiento de Israel. Él declaró:
“Ustedes son la esperanza de Israel, ¡hijos del día prometido!”. (Juventud de Israel)
Estas palabras del profeta indican que Dios tiene gran confianza en las habilidades y capacidades de los jóvenes para trabajar en Su obra y experiencias como las de Isidora lo demuestran.
El valor de los jóvenes puede hacer una gran diferencia al contribuir a un mundo más unido en Dios. Si eres joven, recuerda que eres la esperanza de Israel y que Dios tiene un plan para ti. ¡Sé valiente y Él te guiará!
Fuente: Church News



