Taysom Hill jugó con los New Orleans Saints durante ocho temporadas en la NFL. Un compañero de equipo lo describió como:
“El mejor jugador de fútbol americano con el que he jugado y la persona más amable del mundo”.
Incluso un comentarista de la NFL lo llamó “el jugador de fútbol americano perfecto”.
A pesar de que su carrera no ha sido ideal—ha sufrido múltiples lesiones que terminaron con sus temporadas—Taysom ha dejado huella en el mundo del deporte profesional. Y lo logró incluso después de hacer una pausa de dos años tras la secundaria para servir una misión de tiempo completo en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
“Servir una misión era algo que siempre supe que debía hacer”, comentó recientemente en el pódcast All In de LDS Living. Sin embargo, al menos una persona en su vida no veía la misión de la misma manera.
Superando la oposición
Créditos: Bob Donnan, USA Today
Taysom recuerda:
“Hubo alguien en particular que, sin exagerar mucho, casi todos los días me llamaba a su oficina para decirme: ‘Estuve pensando en esto, ¿qué pasaría si jugaras primero y luego, si te lesionas, podrías ir a la misión después? O podrías jugar y luego servir una misión más adelante’”.
Pero esas conversaciones no cambiaron su decisión.
“Para mí, servir una misión no era negociable. Reconocía que Dios había sido tan bueno conmigo, y yo quería retribuirle”.
Créditos: Elsa, Getty Images
Taysom sirvió en la Misión Sídney Australia. Y aunque su objetivo era ayudar a los demás, descubrió que la mayor transformación fue en su propia vida.
“Todos los que han servido una misión se dan cuenta de que la vida que realmente cambia es la suya. Y en mi caso no fue diferente. Las experiencias y todo lo que aprendí como misionero me han formado en el hombre que soy hoy. No pasa un solo día sin que me beneficie de lo que viví allí”.
Antes de su misión, Taysom había comprometido su futuro en el fútbol americano con la Universidad de Stanford bajo la dirección del entrenador Jim Harbaugh. Sin embargo, mientras servía en Australia, Harbaugh dejó Stanford y Taysom finalmente decidió unirse al equipo de Brigham Young University (BYU):
“No hay nada como ir a BYU y tener la oportunidad de jugar y representar a la Iglesia. No existe otra plataforma con un impacto tan poderoso como esa”.
Una vida de fe en Cristo
Créditos: Jonathan Bachman, Getty Images
Taysom conoció a su esposa, Emily, mientras estudiaba en BYU, y se casaron en el Templo de Salt Lake. Ahora tienen dos hijos pequeños y buscan centrar sus vidas en Cristo.
Un versículo que siempre regresa a su mente es Mosíah 5:13:
“Porque ¿cómo conoce un hombre al amo a quien no ha servido, que es un extraño para él, y se halla lejos de los pensamientos y de las intenciones de su corazón?”.
Taysom recuerda:
“Es tan importante servir y conocer al Salvador. Si conoces al Maestro, si tus pensamientos están alineados con los de Él y tus intenciones con las suyas, siempre harás lo correcto.
Eso no significa que seremos perfectos, pero creo que hacer las pequeñas cosas para ser discípulos de Jesucristo y levantar donde estés es un principio clave de estar ‘all in’ [totalmente comprometido]. Todo se trata del Salvador y de mantenerlo en el centro de todo lo que hacemos”.
Fuente:LDS Living
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