Revista Liahona: En lugar de enojarte con Dios, acércate a Él

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Gran parte de nuestra vida pasamos preguntándonos: “¿Por qué?” “¿Por qué tenemos tantos mandamientos?” “¿Por qué permite Dios que sucedan cosas malas?”

Al iniciar la misión, a menudo me hacía este tipo de preguntas y siempre tenía una respuesta para ellas. Por medio de mi fe en el Evangelio sabía que sin importar lo que pasara, Dios estaría para ayudarme.

Al iniciar la misión, a menudo recibía este tipo de preguntas, y siempre tenía una respuesta para ellas Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

O eso es lo que pensaba

Después de catorce meses, sentía que algo estaba mal. Me sentía muy mareado y empecé a tartamudear. Cada día que pasaba, las cosas empeoraban. 

No podía tener conversaciones, orar, leer las escrituras y quedarme despierto era imposible. Tiempo después, me encontraba de regreso a casa antes de lo planeado.

Mis planes para la vida no eran como lo esperaba. ¿Por qué Dios dejó que esto me pasara? 

Falta de respuestas 

Falta de Respuestas 
Imagen: Canva

Estaba seguro de que regresaría a la misión porque todavía me quedaba mucho por hacer y aprender.

Todos los días, me convencía a mí mismo que los doctores iban a encontrar una cura y volvería. Con el tiempo, acepté que mi misión había terminado. 

Nada me parecía real. Mis pasatiempos favoritos eran imposibles de realizar. 


Nada me parecía real. Mis pasatiempos favoritos eran imposibles para mi. 
Imagen: Canva

Meses después, ocurrió un milagro y fui diagnosticado con narcolepsia con cataplejía, un trastorno autoinmune que daña la parte de mi cerebro que regula el ciclo de sueño.

Esta enfermedad no era curable, pero los síntomas podían ser tratados. 

Esa respuesta fue un rayo de esperanza que también me inspiró a volver a encontrar la luz de Cristo en mi vida.

Aplicar las verdades a mi propia vida

Aplicar las Verdades de mi propia vida
Imagen: Canva

“Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas obrarán juntamente para su bien, para los que conforme a su propósito son llamados”. -Romanos 8: 28

Esta es una de mis escrituras favoritas, la había enseñado muchas veces en la misión pero no la había aplicado en mi vida. Había acumulado enojo en contra de Dios desde que regresé a casa. 

No había encontrado la paz que Él prometía porque no me había permitido recibir estas bendiciones. 

No había encontrado la paz que Él prometía porque no me había permitido recibir estas bendiciones. Imagen: Canva

El élder D. Todd Christofferson, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó lo siguiente:

 “En medio de este fuego purificador, en lugar de enojarte con Dios, acércate a Él. Invoca al Padre en el nombre del Hijo. Camina con Ellos en el Espíritu, día a día.

Permite que ellos con el tiempo te manifiesten Su fidelidad a ti. Llega a conocerlos de verdad y a conocerte a ti mismo verdaderamente. Deja que Dios prevalezca”.

El Padre Celestial y Jesucristo están con nosotros a pesar de las dificultades de la vida. Imagen: Canva

El Padre Celestial y Jesucristo están con nosotros a pesar de las dificultades de la vida. Aún sigo presentando problemas con mi enfermedad, pero el confiar en Ellos y amarlos siempre dará significado a los pesares y el “por qué” los sobrellevemos. 

Si seguimos buscándolos, Ellos continuarán enseñando y ofreciéndonos gozo cada día.

Para leer el artículo completo visita la revista para Jóvenes Adultos en churchofjesuschrist.org

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