Desde que Smith Alley era niño, se sintió nervioso o avergonzado por su severo tartamudeo.
Al crecer, en lugar de que las cosas mejoraran, su autoestima empeoró. No creía que pudiera ser un buen hijo, amigo o estudiante. No creía que Dios envió a Su Hijo, Jesús, para dar Su vida por él.
De esta manera, a sus nueve años, se vio expuesto a la pornografía en Internet.
Smith no quiso contárselo a su papá y mamá porque pensaba que se avergonzarían de él. Su sentimiento de vergüenza y culpa rápidamente lo llevaron a la senda de la adicción.
Con el tiempo, empezó a comparar su vida con la vida aparentemente “perfecta” que llevaban las personas que seguía en las redes sociales. Aquello lo llevó a un ciclo autodepresivo que empeoró su adicción hasta perder el control de su vida.
A los 14 años, Smith Alley quiso quitarse la vida.
Sentía que había llegado al punto en que su vida no tenía sentido. Su papá y mamá se dieron cuenta de que algo no andaba bien con él, que necesitaba ayuda con sus pruebas.
Ellos lo guiaron hacia al Salvador y Su expiación.
Smith expresó:
“Fue un momento decisivo en mi vida. Me reuní con mi obispo y él y mi papá me dieron una bendición. Era la primera vez en seis años que sentía el Espíritu, fue algo tangible”.
Su camino de regreso a la sanación y el perdón le tomó tiempo y mucho esfuerzo, pero fue gracias a Jesucristo que pudo arrepentirse y dejar atrás esa adicción, le permitió ver milagros en su vida.
Todo realmente valió la pena.
En la actualidad, Smith Alley comparte con otros jóvenes en escuelas y comunidades sobre los efectos dañinos de la pornografía y de la comparación, la importancia de la salud mental y la necesidad de prevenir el suicidio.
“Lo más importante es que he vuelto a encontrar a Dios. Tengo un firme testimonio de Dios el Padre, de Su Hijo Jesucristo y del poder y la influencia que Ellos tienen”.
Finalmente, Smith espera que su testimonio ayude a otras personas a tomar la decisión de dejar atrás su adicción:
“Estuve dispuesto a someterme al poder redentor de Jesucristo y tú también puedes hacerlo”.
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