Son muchas las pruebas que tenemos que atravesar en la vida para poder fortalecer nuestra fe en Dios.
Ese fue el caso de Michelle Sánchez, una Santo de los Últimos Días de Guatemala que, tras una ardua prueba contra el cáncer, comprendió la grandeza de Dios y halló consuelo en el Libro de Mormón.
Este es su hermoso y motivador testimonio:
“Hoy, hace un año, sentí un bulto en mi seno izquierdo.
En enero de 2022 acudí a una consulta ginecológica porque me había crecido dicho bulto.
Nunca pensé que se pudiera tratar de cáncer.
Antes de que pasara todo esto, pensaba que la fe era creer que Dios haría lo que yo quisiera, cuando yo quisiera.
Pensaba que me curaría instantáneamente y que mi voluntad dictaría la voluntad de Dios.
Hoy, cuando leo el Libro de Mormón, entiendo que la fe es aceptar que la voluntad de Dios está antes que la mía.
Es aceptar la enfermedad, pero también es creer que la fe tiene el poder de obrar milagros, aunque no sean como los imaginamos como humanos.
Tal vez no he visto el milagro de la curación completa hasta ahora. No obstante, he visto el milagro de Dios escuchando mis oraciones específicas, esas oraciones con las que lloraba pidiéndole que por favor no me dejara sola y me ayudara a tener la fuerza física, emocional y mental necesaria para superar esto”.
No siempre Dios nos dará lo que queremos, así sea un deseo justo de nuestro corazón. Sin embargo, Él nos dará aquello que es necesario para nuestro crecimiento espiritual. En un principio puede que no entendamos las amargas pruebas que tenemos que atravesar, pero Él nos fortalecerá a lo largo del camino.
Fuente: Jovens Siao