El mes de abril durante la conferencia general, los medios sociales y de comunicación tendían a fijarse en un aspecto en los discursos del presidente Thomas S. Monson: su longitud.
Si bien esto llevó a algunos a especular y adivinar las razones, me sorprendió que la mayoría de estas publicaciones perdía un notable aspecto de estos discursos. Esto pasó una vez más este mes de octubre.
El presidente Thomas S. Monson se paró en el púlpito como un profeta de Dios y entregó el mensajes que tan desesperadamente necesitábamos oír. No me puedo imaginar que tan exigente debe ser para los líderes de nuestra Iglesia, ir por todo el mundo, asistir a reuniones y dedicaciones de templos, incluso mientras reciben nuevas revelaciones e implementan inspirados programas en nuestra Iglesia, como el nuevo programa de enseñanza.
A pesar de todo esto, el presidente Monson y el resto de nuestros apóstoles sacrifican tanto de sí mismos para guiarnos y estar ahí para los miembros de la Iglesia.
No importa la longitud de los mensajes del presidente Monson. Él dijo palabras que necesitaba escuchar. Compartió verdades que cada miembro de la Iglesia tiene que saber, [verdades] que se aplican tan directamente y agudamente a lo que más necesitamos hoy, ahora mismo en nuestras vidas.
Por un momento, no te preocupes por la longitud o cualquier otra cosa y sólo escucha estas palabras inspiradas de un profeta, y de esta última conferencia:
“En Doctrina y Convenios, sección 121, versículo 36, leemos que “… los derechos del sacerdocio están inseparablemente unidos a los poderes del cielo”. Qué don tan maravilloso se nos ha dado. Es nuestra la responsabilidad de guardar y proteger ese sacerdocio, y ser dignos de todas las bendiciones gloriosas que nuestro Padre Celestial tiene preparadas para nosotros y para otras personas por medio de nosotros.
“Dondequiera que vayan, su sacerdocio va con ustedes.…. Recuerden quiénes son y lo que Dios espera que lleguen a ser. Ustedes son hijos de la promesa, hombres investidos con poder. Ustedes son hijos de Dios“. ( “Un deber sagrado”, abril 2016).
“Que mantengamos el valor de desafiar la opinión general; que escojamos el difícil bien en lugar del fácil mal..
Al contemplar las decisiones que tomamos en nuestra vida cada día —elegir entre una cosa o la otra—, si escogemos a Cristo, habremos tomado la decisión correcta.” ( “Decisiones“, abril 2016)”.
“En 1833, el Señor reveló al profeta José Smith un plan para una vida saludable. Ese plan está en la sección 89 de Doctrina y Convenios, y se conoce como la Palabra de Sabiduría. Da indicaciones específicas en cuanto a los alimentos que comemos, y que prohíbe el uso de sustancias que son perjudiciales para nuestro cuerpo.
A los que son obedientes a los mandamientos del Señor y quien fielmente obedecen la Palabra de Sabiduría se les promete bendiciones especiales, entre ellas buena salud y fortaleza física”. [véase D. y C. 89: 18-20]
Que podamos cuidar de nuestros cuerpos y nuestras mentes mediante la observación de los principios enunciados en la Palabra de Sabiduría, un plan divinamente provisto. Con todo mi corazón y el alma, testifico de las gloriosas bendiciones que nos esperan como nosotros” (Octubre octubre 2016 Sesión del sacerdocio).
“En el plan nuestro Salvador Jesucristo es esencial. Sin su sacrificio expiatorio, todo estaría perdido. Sin embargo, no es suficiente, simplemente creer en Él y en su misión. Es necesario que nos esforcemos y aprendamos, que escudriñemos y oremos, que nos arrepintamos y mejoramos. Es necesario que conozcamos las leyes de Dios y que las vivamos. Sólo al hacerlo obtendremos la verdadera felicidad. Somos bendecidos por tener la verdad y tener el mandato de compartir la verdad. Vivamos la verdad a fin de merecer todo lo que el Padre tiene para nosotros. Él no hace nada, a menos que sea para nuestro beneficio…
“Desde lo más profundo de mi alma y con toda humildad testifico de la gran dádiva que el plan de nuestro Padre Celestial representa para nosotros. Es el único camino perfecto a la paz y la felicidad, tanto aquí y en el mundo venidero” (Octubre 2016, Sesión domingo por la mañana).