Recientemente, Michelle D. Craig, primera consejera en la presidencia general de las Mujeres Jóvenes, compartió un reflexivo mensaje sobre cómo sobrellevar los cambios inesperados en nuestras vidas.
La hermana Craig, declaró:
“Cuando era joven, tenía toda mi vida planeada. Tendría seis hijos, viviría en la costa este durante unos años y probablemente me convertiría en una atleta o música extraordinaria. Mi vida ha sido maravillosa, pero ciertamente ha habido algunos desafíos inesperados, al igual que bendiciones. Infertilidad, desempleo y lesiones que aún no han sanado del todo después de múltiples cirugías y años de espera. (¡Y no soy atleta ni música!) A medida que envejecemos, la mayoría de nosotros aprendemos que la vida rara vez va de acuerdo con el plan, es decir, nuestro plan.
Los planes para nuestra vida son buenos; los de Él son mucho mejores.
Somos hijos del Maestro Creador que creó el plan supremo que finalmente terminará en nuestra felicidad. ¡Ya conocemos el resto de nuestra historia! El Maestro Creador desea crear en nosotros un corazón nuevo, y para ello está creando (y permitiendo) que tengamos experiencias dispuestas individualmente para cada uno de nosotros. Está bien dejarnos llevar y confiar en Dios y en Su tiempo. Permitan que Dios les muestre el plan que Él ha creado para ustedes.
Hace poco, mi amiga Erica me recordó que, al mantener a Jesús en nuestros planes, el plan terminará siendo el plan perfecto para nosotros. Nuestra felicidad no depende de otras personas, sino de nuestra relación con el Señor. Pongan a Dios en primer lugar, guarden los mandamientos y confíen en Su plan de felicidad para ustedes.”