En un acto que sorprendería a muchos, Nancy Lopez mostró compasión para con el hombre que le quitó la vida a su hijo.
Fabián Dos Santos, el joven acusado de asesinar a Santiago Vitale el 05 de mayo de 2018, nunca pensó que la madre de la víctima lo perdonaría.
El día del juicio, Nancy Lopez le pidió permiso al juez Mario Juliano para acercarse a Dos Santos.
Ella se acercó a la única persona acusada de asesinar a su hijo para luego mirarlo a los ojos y decirle: “Yo te perdono como mamá de mi hijo. Sólo vos y mi hijo saben lo que pasó”.
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El acusado respondió pidiendo perdón. “Le pido perdón. Yo no mentí, dije la verdad”. Nancy le dijo que todo “estaba bien” y luego lo tomó en sus brazos..
El hecho provocó el llanto de los que estaban presentes en la corte. Los abogados, fiscales y hasta los jueces quedaron sorprendidos.
El juez Mario Juliano incluso compartió el hecho en sus redes sociales:
“Hoy me tocó presenciar un hecho inusual. Juicio por homicidio. La madre de la víctima pide acercarse al imputado y le dice que lo perdonaba y que le deseaba lo mejor en la vida. Tomó su cara en sus manos, lo besó y después se abrazaron y lloraron juntos (igual que los demás)”.
Aquel ejemplo nos deja una gran enseñanza. El perdón nos ayudar a liberar la carga que viene del dolor, el rencor, el resentimiento. El perdón nos ayuda a sanar las heridas infligidas por las acciones que nos han hecho daño.
La mayoría de personas necesita tiempo para sanar estas heridas. Y podemos encontrar todo tipo de excusas para posponer el perdón, pero tal demora causa que perdamos la paz y felicidad que podrían ser nuestras.
Aunque no siempre podamos entender el porqué detrás de estas experiencias, y quizá nunca lo hagamos, debemos recordar que hay un Dios que sabe lo que nos pasó, que nos sostiene y nos guía, y que ve lo que nosotros no vemos.
El presidente Ballard, del Cuórum de los Doce Apóstoles expresó en un discurso:
“Si somos capaces de perdonar a aquellos que nos han causado dolor y daño, nos elevaremos a un nivel mayor de autoestima y de bienestar”.
Hay libertad y sanación para todos los que desean dejar que el perdón llenes sus vidas. Hagamos lugar en nuestro corazón para el perdón, para que cuando llegué a nuestra vida podamos aceptarlo y ponerlo en práctica.
Cuando se le preguntó a Nancy la razón detrás de su acción, ella compartió:
“Yo necesito seguir con mi vida. No quiero ser una resentida. Quiero levantarme todos los días y agradecer a Dios que tengo un día y una misión… [Abrazar a Dos Santos] fue como abrazar a uno de mis hijos”.
Asimismo, Nancy expresó que podemos empezar a perdonarnos entre nosotros y “no solo a nuestra sangre, sino a un vecino, un compañero”, a todos.
Es un mensaje que muchos de nosotros podemos poner en práctica.
Fuente: Univisión Edición Digital