Después de graduarme de la secundaria, incluyendo el programa de seminario por las mañanas, lo espiritual en mi vida iba de subida. Estaba tan segura que iba a vivir los principios de la Iglesia y de cumplirlos sin importar el costo. Magnificaría mis llamamientos, leería mis Escrituras todos los días y yo nunca trabajaría los domingos.
Pero la vida no siempre es así de fácil.
Cuando me fui a la universidad ese verano, conseguí mi primer trabajo real haciendo tecnología de la información. A veces se me pedía que trabaje los fines de semana. Incluyendo los domingos. Pero yo amaba lo que hacía, así que tomé la decisión de permanecer.
Tuve un primer año horrible. Yo había crecido yendo a la iglesia todos los domingos, y de repente faltar uno o dos domingos al mes, me sentía… mal. No sentía el espíritu como lo solía sentir antes. Y me sentí culpable. Aprendí de una experiencia triste que no aprecias lo que tienes hasta que lo pierdes.
Darse un tiempo para Cristo en tu día de trabajo el domingo no sustituye la adoración estándar del domingo, pero a veces las circunstancias hacen que sea imposible dejar de trabajar en el día de reposo. No importa dónde estemos ni lo que estemos haciendo, aquí hay algunas cosas diferentes que puedes probar (además del estudio dominical de las Escrituras) que funcionaron para mí cuando tuve que trabajar los domingos.
No dejes de orar por la mañana. Antes de salir a trabajar, toma un momento para orar. Si puedes haz una oración familiar. Esta es una gran manera de comenzar cualquier día de la semana, pero es particularmente importante en el día de reposo. Si trabajas hasta la noche, considera llamar a casa para las oraciones familiares en la noche también.
Usa tu mejor atuendo. Mi lugar de trabajo nos permitía usar jeans pero los domingos, vestirme un poco mejor me ayudaba a mantener mi mente centrada en el significado del día. También me recordaba tratar de hacer ese día especial, aun cuando estaba en el trabajo.
Si es posible toma la Santa Cena, incluso si no es con su barrio. Esta fue la primera cosa que encontré que me ayudó. Si hay una iglesia cerca de tu trabajo, buscar el horario y haz arreglos para tomar un descanso y darte un escapadita aunque se para la ordenanza de la Santa Cena. No hay nada más refrescante que ser otra vez limpios al renovar nuestros convenios bautismales con el Señor.
Usa tus descansos sabiamente. Muchos empleadores ofrecen a sus empleados que trabajan largos turnos descansos breves a lo largo del día. Usa esos descansos con sabiduría para estudiar las escrituras en tu teléfono, revisa la doctrina del Evangelio o de la Sociedad de Socorro y la lección Sacerdocio del día, cantan un himno, o haz alguna otra actividad que te eleve.
Sé una bendición para quienes te rodean. Incluso si estás en el trabajo, da servicio donde puedas. Trata de ser amable. Haz que tu presencia sea una bendición para los que te rodean. Esto no sólo te hará más feliz a medida que sirves a tus semejantes, también hará que tu entorno de trabajo sea más propicio para sentir el Espíritu.
Enfócate en el bien que estás haciendo. Trabajar los domingos a menudo no es glamoroso, pero si la función de tu trabajo es tan importante que se necesita que trabajes en el día de reposo, seguramente, estás haciendo a alguien mucho bien. Los profesionales de la salud pueden tomar consuelo en cómo ellos sirven a los enfermos y afligidos. Es más, si trabajas ese día, probablemente estás permitiendo que otra persona tenga el día libre para que pueda ir a la Iglesia o pase tiempo con la familia.
Pide a alguien en la iglesia que tome notas para ti. Otra razón por la que me sentía mal el no ir a la Iglesia, era porque me estaba perdiendo lo que pasaba en la comunidad. No sabía lo que habían hablado la semana pasada o me perdía de los anuncios importantes. Averigua si tu barrio tiene un boletín semanal vía correo electrónico (la mayoría lo tienen), o haz que un amigo o familiar tome notas y discute luegos esos puntos para que estés al día. Este consejo también tiene la ventaja añadida de ayudar a tu ayudante a prestar atención en la iglesia y la discusión permitirá que ambos puedan crecer.
Busca otras fuentes de inspiración. Busca todo lo que puedas cada vez que puedas. Mira un mensaje de Mormón. Recitar un poema o historia favorita de la conferencia general. Incluso toma un momento para contar tus bendiciones. El Señor está siempre para los que lo buscan.
Visita el templo durante la semana. Si tienes que trabajar el domingo, asistir a una sesión del templo la semana antes o después realmente te puede ayudar a recuperar el espíritu. De nuevo, esto no es reemplazar la asistencia regularmente dominical de la iglesia, sino para ayudar a aumentar tu espiritualidad cuando estés luchando por tener que perder tus reuniones regulares de la iglesia.
Piensa en Cristo. Por encima de todo, lo que hace que los domingos sean especiales es nuestra actitud. Tenemos que estar constantemente poniendo nuestros pensamientos en Cristo. Él nos conoce individualmente y conoce nuestras circunstancias, y conoce las intenciones de nuestros corazones. Incluso cuando están obligadas a trabajar los domingos.
Artículo escrito originalmente por Kelsey Berteaux. “10 Ways to Feel the Spirit on Sundays Even When You Have to Work” y fue publicado en Ldsliving.com.
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