Estaba enseñando una clase de instituto sobre el cortejo y el matrimonio para los jóvenes adultos solteros cuando leí por primera vez “La Familia: Una proclamación para el Mundo” (en adelante, “la Proclamación”).
En 602 palabras, 15 profetas, videntes y reveladores nos proporcionaron las prioridades del Señor para lograr tener relaciones exitosas. Después de estudiar esta proclamación inspirada, sentí que era perfecto utilizarla con mis alumnos. Les expliqué que esto era una revelación de Dios y por lo tanto, una doctrina para la Iglesia. Era una guía para que hicieran una elección correcta de un compañero matrimonial con el fin de lograr un matrimonio exitoso y feliz.
A continuación, mencionaré cinco principios resaltantes de la Proclamación que pueden ayudar a los jóvenes adultos a prepararse y a encontrar a su compañero eterno:
Principio 1: Ten fe y confía en el plan eterno de salvación del Señor
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Hazte las siguientes preguntas: “¿Estoy retrasando el matrimonio a propósito o lo estoy evitando por decisión propia?” “¿Estoy preparándome y buscando activamente encontrar un compañero matrimonial compatible?” “¿Necesito reconsiderar mis prioridades?”
En los últimos años, algunos adultos Santos de los Últimos Días han pospuesto el matrimonio hasta finales de los 20 y comienzos de los 30 años. El Presidente Thomas S. Monson, entre otros líderes de la Iglesia, aconsejó a los adultos solteros con respecto a la edad de contraer matrimonio y tener hijos:
“Soy consciente de que hay muchas razones por las cuales pueden estar dudando en cuanto a tomar el paso de casarse. Si les preocupa el proveer económicamente para una esposa y una familia, permítanme asegurarles que no tiene nada de bochornoso el que una pareja sea frugal y economice. Por lo general, es durante estas épocas desafiantes que se unirán más como pareja al aprender a sacrificarse y tomar decisiones difíciles. Tal vez tengan miedo de tomar la decisión equivocada, a lo cual les digo que tienen que ejercer fe. Busquen a alguien con quien sean compatibles. Reconozcan que no les será posible anticipar cada reto que se pueda presentar; pero estén seguros de que pueden solucionar casi todo si son ingeniosos y están dedicados a hacer que el matrimonio salga adelante” (Thomas S. Monson, “El poder del sacerdocio”, Conferencia General de abril de 2011).
¿Cómo los adultos solteros aspiran a seguir el consejo de nuestros líderes de la Iglesia para contraer matrimonio? Una respuesta es tener fe en el plan de nuestro Padre Celestial. La Proclamación utiliza frases como “el plan del Creador”, “el plan divino de felicidad” y “Su plan eterno.” Aquí está la razón: Tener fe en el plan de Dios te da una perspectiva eterna del matrimonio y la familia. Este plan nos enseña que a menos que tengamos un matrimonio sellado en un templo santo y continuemos viviendo fielmente los mandamientos de Dios, no calificaremos para la exaltación, el grado más alto del reino celestial.
El apóstol David A. Bednar dijo:
“La doctrina del Plan [de Salvación] lleva a tanto hombres como mujeres a esperar y prepararse para el matrimonio eterno, vence los temores y supera las dudas que pueden provocar que algunas personas retrasen o eviten el matrimonio.”
Principio 2: Esfuérzate para llegar a ser un verdadero seguidor de Jesucristo
La Proclamación declara: “La felicidad en la vida familiar tiene más posibilidades de lograrse cuando se basa en las enseñanzas del Señor Jesucristo.” Convertir a Jesucristo en el centro de tu vida al guardar Sus mandamientos y recordarlo en tu vida diaria, te califica para Su guía, gracia y apoyo.
Con respecto a este principio, el Élder Holland dijo:
“¿Desean capacidad, seguridad y protección en el noviazgo y en el romance, en la vida matrimonial y en la eternidad? Sean fieles discípulos de Jesús. Sean Santos de los Últimos Días genuinos y devotos de palabra y hechos. Crean que su fe tiene que ver en todo lo relacionado con su romance, porque así es. Separar el noviazgo del discipulado es riesgoso… Jesucristo, la Luz del Mundo, es la única lámpara con la cual pueden ver con éxito el sendero del amor y la felicidad para ustedes y sus parejas.”
Principio 3: Busca convertirte en la persona correcta, no solo busques a la persona correcta
En una oportunidad, un joven adulto le preguntó al fallecido Élder Bruce R. McConkie cómo podía encontrar a una compañera eterna. Sin dudar, respondió: “Lea Doctrina y Convenios 88:10 y busque adquirir esas cualidades en su vida. Luego, ande y encuentre a una mujer que esté buscando adquirir estas mismas cualidades y cásese con ella.”
El principio al cual el Élder McConkie hizo referencia es un principio eterno que el Señor reveló al profeta José Smith:
“Porque la inteligencia se allega a la inteligencia; la sabiduría recibe a la sabiduría; la verdad abraza a la verdad; la virtud ama a la virtud; la luz se allega a la luz; la misericordia tiene compasión de la misericordia y reclama lo suyo” (DyC 88:40).
Esta es la manera en que el Señor dice que atraerás a alguien que sienta el Evangelio como tú. Atraerás a alguien que sienta la vida como tú. Si te esfuerzas por ser virtuoso, atraerás a alguien que se esté esforzando por ser virtuoso.
La Proclamación presenta nueve atributos cristianos que pueden ayudarte a encontrar y convertirte en la persona correcta. Podrías considerar estos nueve atributos como las piedras angulares de las relaciones cristianas:
“Los matrimonios y las familias que logran tener éxito se establecen y se mantienen sobre los principios de la fe, de la oración, del arrepentimiento, del perdón, del respeto, del amor, de la compasión, del trabajo y de las actividades recreativas edificantes.”
Enfocarte en cada uno de estos atributos te ayudará en tu propio crecimiento personal. Selecciona un atributo en el que sientas que debas trabajar. Escríbelo en un papel y colócalo en un lugar donde puedas verlo cada día. Luego, haz de este atributo un asunto de oración cada día.
Principio 4: Convierte al santo templo en una parte central de tu preparación para encontrar a un compañero eterno
La Proclamación nos recuerda que solo a través de “las ordenanzas y los convenios sagrados disponibles en los santos templos” es “posible que las personas regresen a la presencia de Dios y que las familias sean unidas eternamente.”
Mi esposa, Susan, y yo enfrentamos un gran desafío antes de casarnos. Ni sus padres ni los míos podrían venir al templo. Por eso, consideramos casarnos civilmente para que pudieran estar en la ceremonia. Fuimos con nuestro presidente de estaca y compartimos nuestros pensamientos con él. Dijo, “Este es su matrimonio. Entonces, ¿Dónde se quieren casar?” ambos respondimos, “en el templo.” Nuestro presidente de estaca respondió, “Entonces, tengan fe y cásense de la manera en que el Señor los casaría.” Nos casamos en el templo y esa ha sido una bendición para nuestras vidas desde entonces.
El templo también es una casa de paz, una casa de oración y una casa de revelación. Por eso, es un lugar donde puedes ir a meditar y orar para obtener guía al buscar un compañero eterno. También es un lugar en el que puedes buscar fortaleza para lidiar con los desafíos que enfrentes en la vida. Si no tienes una recomendación para el templo ahora, visita a tu obispo y busca su consejo.
Principio 5: Usa la proclamación de la familia como base para decidir si tú y tu esperado compañero matrimonial son espiritualmente compatibles
Estudia la Proclamación oración por oración con tu pareja. Conversen sobre cómo se sienten con respecto a los principios que contiene. ¿Están de acuerdo con los principios de la Proclamación? Si encuentran desacuerdos, es mucho mejor descubrirlos y solucionarlos ahora que después del matrimonio cuando, para algunos, hay menos motivación para cambiar.
La fórmula para un matrimonio feliz
Antes de leer este artículo, quizá pensaste que habría alguna idea nueva o cierta fórmula mediante la cual pudieras encontrar a un compañero eterno. La fórmula para un matrimonio feliz y exitoso está disponible para cada uno de nosotros si nos tomamos el tiempo de leer, meditar y estudiar cuidadosamente la Proclamación mientras tomamos la decisión más importante de nuestra vida.
Estudia la Proclamación cuidadosamente para que entiendas las doctrinas y los principios que contiene. A medida que lo hagas, ora y pregunta al Padre Celestial cómo puedes aplicar los principios de la Proclamación ahora mismo para prepararte y encontrar a tu compañero eterno.
Artículo originalmente escrito por Robert K. McIntosh y publicado en ldsliving.com con el título “5 Ways to Find Your Eternal Companion, According to the Family Proclamation.”
