“Cultiven su divinidad interior; no opaquen el brillo del espíritu con el que vinieron de los cielos. El Señor necesita lo bueno de ustedes, así como su influencia en este mundo”. (Margaret D. Nadauld)
A toda mujer le gustan las joyas, según su estilo y personalidad, tienen algún tipo de joya que les encanta; pues hoy conocerán el significado de una joya única, de un valor inmenso, todas las mujeres pueden obtenerla, pero su precio no es dinero… esta joya se obtiene con virtudes, nos referimos al Medallón de la Mujer Virtuosa.
¿Qué es el medallón a la Mujer Virtuosa?
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, tiene organizaciones para sus miembros de todas las edades; las mujeres de 12 a 17 años pertenecen a la organización llamada Mujeres Jóvenes, Durante los 6 años en que las jovencitas forman parte de esta organización realizan un programa inspirado llamado “Progreso Personal” el cual describe claramente la hermana Elaine S. Dalton en uno de sus discursos:
“El Progreso Personal te ayudará a prepararte y te ayudará a comprender tu identidad como hija de Dios. El Progreso Personal no es un programa independiente de tu vida. Puede ayudarte a acercarte más al Salvador, a servir a los demás, a aprender técnicas de liderazgo, a cultivar relaciones y a prepararte para los convenios del templo. El Progreso Personal puede ayudarte a establecer rutinas rectas. Cuando haces cosas pequeñas de manera sistemática y constante, se convierten en parte de quien eres y te cambian.”
Las Jovencitas realizan metas que les ayudan a desarrollar ocho valores, que fortalece su testimonio de Jesucristo y desarrolla la virtud que poseen, los valores son los siguientes: Fe, Naturaleza Divina, Valor Individual, Conocimiento, Elección y responsabilidad, Buenas Obras, Integridad y Virtud.
Al realizar varias actividades que les ayudan a comprender y practicar estos valores, con actividades que van desde orar a diario, hasta aprender un oficio u organizar a su comunidad para llevar a cabo una obra social de servicio, las jovencitas reciben su RECONOCIMIENTO A LA MUJER VIRTUOSA, el cual consiste en un certificado que hace constar que completó su programa de metas, y en una reunión especial, reciben un medallón dorado o plateado que tiene gravadas las agujas del templo y una pequeña y bella piedra rubí que le da un lindo toque de brillo.
Este medallón no tiene como objetivo distinguir a las mujeres virtuosas de las que no lo son, de ninguna manera, no es ese el sentido, muchas mujeres virtuosas fieles miembros de la iglesia, no tiene este medallón por distintas razones, y son igual de virtuosas que quienes obtiene el medallón e incluso son la motivación de muchas jovencitas que trabajan su programa de metas.
Entonces, ¿cuál es el significado de el medallón a la mujer virtuosa?
Significa que quien lo posee es una mujer defensora de la virtud.Como dice la máxima de la organización de las mujeres jóvenes “Defendamos la verdad y la rectitud”, el obtener y portar el medallón a la mujer virtuosa es un compromiso de defender lo bueno en un mundo de maldad, es compromiso a vivir los valores que practicaron esos años en la organización y muchos valores más que les requerirá llevar una vida recta y virtuosa.
“Jovencitas, en un mundo donde la corrupción moral, la tolerancia al mal, la explotación de la mujer y la distorsión de los roles van en aumento, deben resguardarse a ustedes mismas, a su familia y a todos aquellos con quienes se relacionen; deben ser guardianas de la virtud. Por lo tanto, como guardianas de la virtud protegerán, ampararán y defenderán la pureza moral, porque el poder de crear vida mortal es un poder sagrado y exaltado, y debe preservarse hasta que se casen. La virtud es un requisito para tener la compañía y la guía del Espíritu Santo y necesitarán esa guía para navegar exitosamente por el mundo en que viven.” (Elaine S. Dalton)
El mundo tratará de hacerles sentir que muchas de sus rectas costumbres y valores pasaron de moda, podrán considerarlas extremistas, pero realmente vale la pena esforzarte por demostrar que la virtud nunca pasa da moda. Hay poder en una joven virtuosa, que sabe lo vale, que comporta de tal manera que inspira respeto, que sabe que su futuro depende de lo que haga en su juventud, no te canses de defender la virtud y empieza a disfrutar de la seguridad y felicidad que una vida recta trae.
“Denme a una jovencita que ame su hogar y a su familia, que lea las escrituras diariamente y medite en ellas, que tenga un testimonio ardiente sobre el Libro de Mormón; denme una jovencita que asista fielmente a sus reuniones de la Iglesia, que se gradúe de seminario, que haya ganado el Reconocimiento a la Mujer Virtuosa, y que lo luzca con orgullo; denme una jovencita que sea virtuosa y que haya mantenido su pureza personal, que no se conforme con menos que un matrimonio en el templo, y yo les daré una jovencita que hará milagros para el Señor, ahora y en las eternidades.” (Ezra Taft Benson, “A las Mujeres Jóvenes de la Iglesia”, Liahona, enero de 1987, pág. 82).