El Centro BYU de Jerusalén experimentó muchos milagros antes de que el élder Howard W. Hunter lo dedicara el 16 de mayo de 1989.
Cualquiera que vea el hermoso edificio en el Monte Scopus no podría imaginar que esa maravillosa obra casi fue cancelada un año después del inicio de su construcción en 1984.
Los debates entre partidos políticos proponían que se retirara a los “mormones del Monte Scopus”.
Tal fue la gravedad de este asunto que la Primera Presidencia de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días se reunió con el Cuórum de los Doce Apóstoles, en la sala superior del Templo de Salt Lake City.
Se ofreció una oración y comenzaron a esperar un cambio.
Milagrosamente, los partidos se disculparon en medio de la confusión política y las tensiones desaparecieron. Este fue uno de los 33 milagros que formaron parte del establecimiento del Centro BYU de Jerusalén.
Todo comenzó en 1979, cuando el presidente N. Eldon Tanner negoció la propiedad en el Monte Scopus. Un lugar privilegiado por tener una vista del monte de los Olivos, el valle de Cedrón y la ciudad antigua.
“Todas las oposiciones posibles vinieron en contra del proyecto”, dijo Elder Holland.
La Iglesia tuvo que firmar un acuerdo de prohibición de proselitismo, el cual se ha respetado durante más de 30 años, y dejar claro que no se estaba construyendo un Centro de Capacitación Misional en ese lugar.
Fue solo después de dos años que la construcción del Centro pudo continuar y, tres años después, dedicarse.
Durante su discurso en el evento de aniversario, el élder Holland comentó sobre los milagros y cómo el Señor preparó todo para que Su obra pudiera continuar.
Según el apóstol, el Señor puede hacer su propia obra y, a veces, nos permite ayudar.
En este caso, “testifico que el Señor puede hacer su propia obra y lo hizo aquí”, dijo el élder Holland.
Asimismo, dijo que, no podemos renunciar a algo en la obra del Señor, por muy difícil que parezcan las cosas. Debemos continuar con fe, confiando en nuestro Dios.
“Espero que los estudiantes de todo el mundo puedan ser beneficiados. Mi testimonio es que el Señor deseaba que ese centro se construyera y esté en ese lugar por grandes propósitos que no entendemos ahora”.
Fuente: Church News