El 3 de diciembre de 2021, Michael Fauber, un misionero de tiempo completo de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días resultó gravemente herido tras recibir 5 disparos en un centro de reuniones en Alabama.
A pesar del lamentable incidente que dejó al misionero con un movimiento limitado de su brazo y mano derechos, esta experiencia lejos de debilitar su fe, fortaleció su testimonio del evangelio.
“Definitivamente es un milagro, supongo que se supone que debo seguir adelante. Existe la probabilidad de que pudiera haber quedado paralizado instantáneamente por la bala que cayó en mi columna. Podría haberme desangrado debido al disparo en mi hígado”, dijo Fauber, de 18 años, recientemente relevado de la Misión Alabama Birmingham.
El tiroteo
Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
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Un viernes por la noche, 3 de diciembre de 2021, varios compañerismos de misioneros realizaron una noche de juegos en la Estaca Birmingham Alabama en Vestavia Hills para contactar personas que estuvieran interesadas en conocer más del evangelio.
Todo iba bien hasta que un jugador, que según el élder Fauber era la primera vez que iba a la capilla, sacó un arma de su mochila y comenzó a disparar. Disparó dos rondas rápidas, esperó un par de segundos y, luego, apretó el gatillo cuatro veces más.
El primer disparo alcanzó al élder Fauber en el hombro derecho y la zona de la clavícula.
“No sabía que los otros disparos que hizo me habían dado porque todo mi cuerpo entró en estado de shock. Realmente no sentí los efectos de las otras balas”, dijo el élder Fauber.
Cortesía de la familia Fauber.
Fauber sabía que todavía estaba consciente, ya que supuso que ningún disparo le hubiera dado en la cabeza o en un órgano vital.
“Estaba acostado allí, muy bendecido por no tener tanto dolor”, dijo.
“Tuve la abrumadora impresión de que todo iba a estar bien”, dijo consciente del plan de salvación que él como misionero había estado enseñando y pensando en las posibilidades.
“La opción A es sobrevivir a esto y seguir haciendo lo que estoy haciendo: recuperarme y continuar con la obra aquí en la tierra. O, muero y trabajo al otro lado del velo. Entonces, de cualquier manera, todo estará bien; de cualquier manera, las cosas saldrán bien.
Eso simplemente aumentó mi testimonio del plan de salvación. Eso es algo que nunca olvidaré: estoy allí, posiblemente desangrándome, pero estoy relativamente tranquilo.
Solo pensaba: ‘Bueno, pase lo que pase voy a estar bien’…Dudo de que aquellos que no tienen el evangelio en su vida hayan podido sentir eso”, fue lo que pensó el élder Fauber tras ser abaleado.
Recuperación
Cortesía de la familia Fauber.
Cinco balas perforaron el cuerpo del élder Fauber y una sexta bala rozó su cabeza. El misionero pasó tres semanas en el hospital, de los cuales cinco días estuvo en UCI. Fue sometido a múltiples cirugías de trauma y pasó muchos días en reposo.
Finalmente, el 21 de diciembre de 2021, pudo volver a casa para terminar su recuperación allí junto a su familia y otros seres queridos. Días después, fue relevado de su llamamiento como misionero de tiempo completo después de casi cinco meses de servicio.
“Pensé que esto me iba a molestar. [Sin embargo], me di cuenta de que el Señor tenía un plan para mí: sabía que esto iba a suceder y me salvó. Así que, claramente, hay trabajo que necesito hacer”, expresó el misionero.
Cortesía de la familia Fauber.
Su meta es trabajar para finalmente volver al servicio misional de tiempo completo.
“Espero poder llegar a un punto en el que mi brazo no sienta dolor y pueda sostenerlo sin un cabestrillo; incluso si no tengo la función motora completa de mis dedos. Probablemente, elegiré volver a ir a la misión tan pronto como sea posible”.
Perspectiva del accidente
Cortesía de la familia Fauber.
Después de todo lo sucedido, finalmente se pudo arrestar al causante del tiroteo, un joven de 18 años. Este joven fue acusado de intento de homicidio, que conlleva una sentencia mínima de 15 años de prisión.
Fauber dice que con frecuencia piensa en el estado mental y emocional del tirador. Además, se pregunta si en algún momento habría la posibilidad de conversar con él.
“Con esperanza, se encuentre en un mejor estado para poder hablar con él y hacerle algunas preguntas y, simplemente, empatizar con él.
Seguramente, no tenía una vida feliz ni éxito en la escuela ni una buena situación familiar si decidió hacer algo así”.
Cortesía de la familia Fauber.
¿Qué significó para Michael Fauber el incidente del tiroteo y el servicio misional en general?
“Bueno, [el incidente] cambió mi vida y he tenido la suerte de, al menos, haber ayudado a cambiar la vida de otros al compartir el evangelio”.
El incidente aumentó la comprensión de Fauber de que la vida terrenal es “un pequeño lapso de tiempo” en una perspectiva eterna, al igual que su comprensión y apreciación del evangelio.
“Así es como me ha ayudado mi experiencia en la misión: ver que lo más importante que podemos hacer es servir a los demás y darles la oportunidad de aceptar el evangelio de Jesucristo”.
Servir al Señor fue solo una ofrenda relativamente pequeña.
“Me di cuenta de que mi sacrificio de dar dos años de mi vida para compartir el evangelio no es realmente un gran sacrificio. Es lo que todos deberíamos estar haciendo… si vemos una oportunidad de compartir el evangelio, es algo que siempre deberíamos hacer”.
Fuente: Church News
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