El momento en que el amor puro de Cristo sanó a nuestra familia

amor puro de cristo sanó a nuestra familia

“La reacción de una madre SUD al saber que su hija era lesbiana”.

En Marzo de 2009, recibí una llamada telefónica que cambió mi vida, era mi hija mayor, Courtney que estaba cursando el último semestre en BYU. Me decía que ya no podía seguir viviendo una mentira y que estaba cansada de esconder quién era. Mi hija es lesbiana. Luego me dijo que dejaría la Universidad y se iría a Oregon para estar con su novia. Como podrán imaginarse, esta noticia fue muy difícil de oír y procesar. No pude evitar preguntarme cómo había pasado esto y qué debía hacer.

Todo esto fue algo desgarrador para mí y mi familia. Sentí que había llorado un mar de lágrimas y nunca había orado tan intensamente. Realmente tuve que hacer una seria búsqueda en mí alma para creer realmente en eso que siempre había dicho que creía. A veces sentía que tenía que escoger entre mi hija y la iglesia a la cual amaba. Fue muy difícil cuando, finalmente, Courtney decidió casarse con su novia, Rachelle.

Durante este tiempo, asistí al templo buscando respuestas y algo de paz. Oré para saber qué debía hacer y esperaba que los cielos se abrieran para poder agarrar algún tipo de manual, algo como “Qué hacer cuando tu hijo SUD es homosexual”, pero eso nunca sucedió, seguí teniendo el mismo susurro, pero éste fue tan simple, que tuve momentos difíciles aceptando eso como respuesta. Con el tiempo, vino con la suficiente regularidad que ya no podía ignorarlo. Necesitaba amar a Courtney y necesitaba amar a Rachelle (La esposa de Courtney) y más específicamente necesitaba orar por Rachelle. A pesar de la claridad de esta instrucción, seguí cuestionándome si esa de verdad era la respuesta porque se veía demasiado fácil. No tenía sentido para mí.

Supongo que por el hecho de ser humana, no quería amar a Rachelle. Amar a mi hija era algo fácil. La amaba tanto y por esa razón y por eso todo era tan doloroso. ¿Como podria esperar una familia eterna sin una de mis hijas? ¡Esto no era parte del plan! TODOS tenemos que estar juntos. Era muy fácil culpar a Rachelle por mis sueños rotos y que si ella se marchaba el “problema gay” estaría resuelto. En mi mente sabía que eso no era cierto, pero mi corazón quería que lo fuera.

El espíritu continuaba susurrando que amara y orara por Rachelle hasta que finalmente decidí seguir ese susurro. Eventualmente, hice un viaje a Oregon para visitar a Courtney y a Rachelle. Estaba tan nerviosa pero sabía que era lo correcto. Y para mi sorpresa, descubrí que Rachelle es la persona más amable y amorosa. Ella es realmente una linda persona por dentro y por fuera. Luego de pasar un tiempo con ella, y conociéndola, noté que podría llegar a amarla como amo a mi propia hija. Y de repente vino una luz…o tal vez el espíritu estaba compartiendo un secreto conmigo: Rachelle podría ser la clave para que Courtney regresara a la iglesia. Ahora que sentía un verdadero amor por Rachelle, comencé a orar sinceramente para que de alguna manera el corazón de Rachelle se ablandara y quisiera conocer más sobre la iglesia.

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Durante estos años también oré para que el corazón de mi esposo fuese ablandado. Él aún no conocía a Rachelle y se rehusaba incluso a hablar con ella. Aunque Courtney nos visitaba de vez en cuando, Rachelle nunca venía con ella porque sabía en lo que creíamos y no quería hacer sentir a nadie incómodo. Pero en Septiembre de 2014, nuestra hija menor Ciara se iba a casar en el templo de Sacramento. Courtney y Rachelle iban a venir. Esta sería la primera vez que nos visitarían las dos. A este punto, Rachelle y Courtney habían estado juntas por cuatro años y mi esposo aún tenía problemas para aceptar todo esto. Su corazón se quebró y tampoco sabía qué hacer. Él ni siquiera decía el nombre de Rachelle. Así que pueden imaginar lo incómoda, desagradable pero al mismo tiempo importante que sería esta reunión.

Aquí fue cuando el milagro ocurrió, Estábamos todos reunidos después de la boda para tomar una gran foto familiar. Rachelle se había apartado porque, una vez más, su tierno corazoncito no quería ofender a nadie. La vi y traté de llamar su atención, cuando mi madre caminó hacia ella diciendo, “Quiero que estés en la foto. Soy la abuela así que lo que digo, se hace”. La foto salió realmente hermosa, pero la mejor parte es algo que no se ve a simple vista. Rachelle y mi madre estuvieron tomadas de la mano todo el tiempo. ¡Esto era algo grande!   

Algo igual de sorprendente ocurrió en ese momento. Mi esposo también fue testigo de la interacción entre Rachelle y mi madre, y su corazón se abrió. Luego de la foto, llevó a Rachelle hacia un lado y se disculpó. Dijo que lo sentía por la manera en que había estado actuando. Les dijo que las amaba a las dos y que no era culpa de ellas haber dejado pasar tanto tiempo para conocerla, sino de él.

Compartieron un abrazo y unas cuantas lágrimas. Observé este momento un poco alejada del lugar y aunque no pude escuchar lo que él estaba diciendo, sabía que estaba presenciando un milagro. Aquí estaba el padre que no podía siquiera decir el nombre de Rachelle, abrazándola y diciéndole que la amaba. Desde ese momento en adelante fuimos verdaderamente una familia. Y así es como se ve un verdadero amor incondicional.

Siento que nuestra familia fue sanada en ese momento y que la única cosa que había cambiado era nosotros y nuestros corazones. Courtney y Rachelle aún estaban casadas, pero sabíamos que mostrarles amor estaba bien, a pesar de que tuviésemos nuestras diferencias. Simplemente las amamos y dejamos todo lo demás a nuestro Padre Celestial.

El Presidente Dieter F. Uchtdorf dijo en su discurso de la conferencia de 2009, “…Debido a que el amor es el gran mandamiento, debería ser el punto central de todo lo que hagamos en la familia…  El amor es el bálsamo sanador que repara las diferencias personales y familiares, el lazo que une a familias…El amor es el fuego que da calidez a nuestra vida con gozo incomparable y esperanza divina. El amor se debe demostrar en palabra y hechos”.

Este amor como el de Cristo ha hecho una gran diferencia en nuestra familia. Porque actuamos de acuerdo a los susurros que nos da nuestro Padre Celestial, Él fue capaz de bendecirnos más allá de todo lo que pude imaginar alguna vez. Él le dio a nuestra familia un verdadero milagro de sanación.     

Artículo publicado originalmente en www.tofw.com. Traducido al español por Oscar Cerda.          

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