Lo que parecía un motivo de enojo y división se convirtió en una oportunidad para demostrar empatía y servicio. Tras el reciente ataque en un centro de reuniones de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, los miembros no reaccionaron con violencia ni resentimiento.

Al contrario, decidieron ser aún más amables con todos.

El ataque ocurrió un domingo por la mañana, cuando una explosión dañó parte de las instalaciones. Mientras las autoridades siguen con la investigación, los miembros eligieron responder con serenidad y con gestos concretos de bondad hacia sus vecinos.

La Iglesia se preocupa por el bienestar integral de todos los hijos de Dios. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

Carolyn Smith, una de las asistentes de la congregación, expresó con firmeza:

Esto de verdad me indigna. Pero en vez de enojarme, voy a ser todavía más amable con quienes me rodean. Tal vez lleve comida a un vecino. ¡Estoy tan molesta que hasta podría preparar un pastel y compartirlo con ellos!

La reacción de Smith refleja un sentir generalizado. Más allá del susto inicial, los miembros eligieron seguir el ejemplo de Jesucristo al responder con acciones sencillas, pero significativas.

Jeremy Hansen, otro miembro de la comunidad, lo explicó de esta manera:

“Sé que algunas personas no entienden nuestras creencias, y lo respeto. Yo solo intento vivir una vida tranquila, ser buen esposo, buen padre y ayudar en todo lo que pueda a mi comunidad y mi país. Mi esposa ya está cocinando una olla de comida para el equipo que vino a desactivar los explosivos.”

Una respuesta que sorprende

mano y corazón
Todos eligen el servicio en momentos de dificultad. Imagen: Canva

Lo que llama la atención no es solo la calma con que reaccionaron los afectados, sino el hecho de que transformaron un ataque en un punto de partida para servir a otros. En vez de difundir temor o resentimiento, los vecinos fueron recibidos con gestos de hospitalidad y solidaridad.

En los días posteriores, la congregación organizó la entrega de alimentos, compartió mensajes de esperanza e invitó a quienes tenían preguntas a conversar abiertamente. También ofrecieron ejemplares de sus Escrituras a todo aquel que quisiera entender mejor sobre La Iglesia de Jesucristo.

La decisión de responder con bondad se alinea con una convicción central de la Iglesia: que el amor cristiano no debe limitarse entre los miembros, sino expresarse en la vida diaria. Para muchos, este episodio fue una oportunidad de mostrar que la fe se refleja más en lo que se hace que en lo que se dice.

mano extendiendo a la otra
Este tipo de actitudes tienen un valor social importante. Imagen: Canva

Expertos en diálogo interreligioso señalan que este tipo de actitudes tienen un valor social importante, pues evitan la escalada de tensiones y construyen confianza en contextos donde podrían surgir divisiones.

Mientras la investigación policial continúa, la comunidad mantiene firme su postura. El portavoz local compartió:

“No vamos a dejar que un acto de odio nos defina. Lo que nos define es cómo elegimos reaccionar: con bondad, con servicio y con la esperanza de que el bien siempre será más fuerte que el mal”.

Lo que sucedió en Michigan se convirtió así en un recordatorio de que, incluso en medio de la adversidad, siempre existe la opción de responder con fe y con gestos sencillos de amor hacia los demás.

Fuente: Babylon Bee

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@masfe.org Tras el ataque en la capilla de la Iglesia de Jesucristo en Míchigan, el obispo del barrio afectado comparte un mensaje de consuelo y esperanza gracias a Jesucristo. #masfe #sud #michigan ♬ sonido original – Masfe.org

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