Julie Richmond es una Santo de los Últimos Días de 83 años de edad que ha trabajado muchísimo para lograr su tan anhelada meta: culminar sus estudios al graduarse este 19 de julio en Brigham Young University.
Ella considera que procurar una educación no es una pérdida de tiempo, es parte del mandamiento que Dios nos ha dado.
Julie recuerda la historia que una persona le contó sobre una mujer de 94 años que falleció seis meses después de graduarse de BYU y el comentario negativo que expresó.
De tal experiencia, Julie compartió lo siguiente al defender la importancia de la educación:
“Creemos que llevaremos con nosotros cualquier conocimiento que adquiramos en esta tierra… Creo que es igual de importante [que haya estudiado] ahora porque necesitaré todo lo que haya aprendido más adelante”.
Un sueño lejano
Julie nació en Pocatello, Idaho, en 1939 y desde siempre sus padres inculcaron en ella y sus hermanos que debían ir a la universidad.
La realidad, sin embargo, complicaría un poco esa meta.
Su hermano se iría a servir durante la Segunda Guerra Mundial y, luego, ella y sus dos hermanas contrajeron fiebre reumática, enfermedad que las mantuvo en cama durante dos años y causó que se atrasaran en la escuela.
A pesar de los desafíos, en su juventud, Julie se matriculó en Brigham Young University, pero se vio forzada a posponer sus estudios porque no podía financiarlos.
El ajetreo de la vida, su futura familia, los llamamientos en la Iglesia y su propio negocio hicieron que aquella meta pareciera un sueño lejano.
Cuando sus hijos crecieron, Julie y su esposo, Lloyd Richmond, sirvieron como líderes de misión en Perú y Argentina, como agentes de bienestar del Área Europa Norte y como presidente y directora de obreras del Templo de Denver, Colorado.
Después de la muerte de su esposo hace unos 10 años, Julie sintió nuevamente avivarse su deseo de estudiar al ver a sus nietos y bisnietos en la universidad.
Nunca es tarde para estudiar
Su sueño se tornó una realidad gracias al programa de BYU-Pathway Worldwide, el cual ofrece clases en línea y educación de calidad a bajo costo.
“En el momento en que escuché aquello, supe que mis oraciones habían sido respondidas. En ese mismo momento me inscribí [en el programa]”, expresó Richmond.
Julie no podía tomar muchos cursos por semestre, pero se esforzó constantemente para aprobar todas sus clases.
Siete años después, Julie Richmond ahora logrará su sueño de toda la vida.
Para ella, su tiempo estudiando “ha sido maravilloso”.
Su meta no terminará ahí, Julie planea seguir estudiando, seguir aprovechando su tiempo en la Tierra para aprender, desarrollar y fortalecer sus dones y talentos.
Richmond afirmó que ha visto la mano del Señor a lo largo de su vida y que sus estudios no han sido la excepción.
Ella recuerda las veces que oraba cuando se sentía estancada con una tarea o le costaba entender algún tema en particular. Julie oraba pidiendo ayuda y el Señor la bendecía con claridad.
“Por lo general, mis oraciones se responden después, en el tiempo del Señor. Sin embargo, he tenido algunas experiencias en las que [mis oraciones fueron] respondidas inmediatamente con un poder y fuerza que me hacían saber que Él estaba conmigo”.
Para su hijo, Rick Richmond, Julie ha sido un ejemplo de fortaleza y perseverancia para sus 23 nietos y 19 bisnietos. Les ha enseñado que no hay límite para lo que deseen lograr.
Finalmente, Rock expresó que su padre, Lloyd, estaría muy orgulloso de ella.
Fuente: Church News