Elsie Dharmaraju estaba dejando atrás su pequeño pueblo en la India. Esta vez, no era solo para ir a otra parte de la ciudad, del país o incluso del continente.
Se estaba mudando al otro extremo del mundo, a Samoa, una isla ubicada a más de 11,000 kilómetros de distancia, dejando de lado a su familia, amigos, costumbres y su tierra natal.
El esposo de Elsie, Edwin, era un destacado entomólogo y había aceptado un nuevo trabajo, lo que hizo necesario el largo viaje a Samoa.
Elsie y Edwin se mudaron a Samoa. Imagen: Tripadvisor
A pesar de que era nuevo el lugar, la familia entabló amistad con Lilian y Richard Ashby, una pareja estadounidense que vivía en Samoa Occidental.
En ese entonces, la familia Ashby se encontraba sirviendo como misioneros médicos en el hospital de Apia, Samoa.
Lo que no sabía Elsie ni su esposo es que sus amigos, Lilian y Richard, eran Santos de los Últimos Días.
Los Ashby no dudaron en compartir el Evangelio, sin embargo, Elsie no estaba muy interesada porque provenía de una familia Bautista y Edwin era parte de una familia anglicana que llevaba con esa creencia por más de 100 años.
Conocieron amigos Santos de los Últimos Días. Imagen: Canva
Todo esto cambió cuando Lilian se enteró de que su cáncer de mama había regresado. Poco a poco, la salud de Lilian empeoró.
Sabiendo las posibilidades de su muerte, Lilian escribió su testimonio en un Libro de Mormón e hizo prometerle a su esposo que entregaría el libro a los Dharmaraju.
Fiel a su palabra, Richard le entregó el libro a Elsie y Edwin después de que su esposa falleciera en 1976.
Un testimonio del Libro de Mormón pudo cambiar la vida de esta familia. Imagen: La Iglesia de Jesucristo
Elsie abrió el Libro de Mormón y leyó el conmovedor testimonio de Lilian. Las palabras de Lilian, así como la ayuda de los misioneros y de los miembros de la Iglesia de Jesucristo en Samoa, motivaron a Elsie y a Edwin a estudiar seriamente el Libro de Mormón y los principios del evangelio.
Tres meses después, Elsie y su familia se bautizaron. Lo que Elsie no sabía era que ella y su familia iban a ser una pieza clave en llevar el evangelio de Jesucristo a su tierra natal.
Una ayuda para toda su familia
La familia Dharmaraju. Imagen: LDSLiving
Elsie y Edwin aprovechaban cualquier oportunidad para compartir su conversión con los demás.
Al viajar a la India para la boda de su hija, ambos decidieron compartir muy emocionados a su familia el evangelio restaurado.
Al regresar a Samoa, escribieron a las oficinas de la Iglesia y pidieron que se asigne misioneros a la India.
Los líderes de la Iglesia escucharon y respondieron con un llamamiento misional especial para que Elsie y Edwin regresaran a la India y enseñaran a sus familiares durante tres meses.
Elsie y Edwin no dudaron en compartir el Evangelio con sus seres queridos. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
La familia no quería ir a la India con las manos vacías, por lo que antes de servir en su misión, enviaron más de 200 kilos en materiales de la Iglesia a la India, todo como una donación de parte de los miembros Santos de los Últimos Días en Samoa.
Luego de dos meses que los Dharmaraju comenzaran su misión, muchos miembros de su familia aceptaron el evangelio.
En diciembre de 1978, veintidós miembros de la familia, incluidos los padres de Edwin, se bautizaron como Santos de los Últimos Días y de esta manera se organizó la primera rama en la India: Hyderabad, Telangana.
Muchos miembros de su familia lograron bautizarse. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Elsie sabía que para que más personas conocieran el evangelio en la India, se debía traducir el Libro de Mormon al telugu, uno de los idiomas más hablados en esta nación.
Ella tenía en mente a la persona perfecta para hacerlo: su padre, el reverendo P. Sreenivasam.
Aunque el reverendo no era un Santo de los Últimos Días, él sabía que el Libro de Mormón era de gran importancia. A pesar de su edad y una grave enfermedad, su padre empezó a traducir el libro una página por día.
Dos años después, Elsie y Edwin entregaron el Libro de Mormon al presidente Spencer W. Kimball. Gracias a la dedicación y diligencia del padre de Elsie, se publicó el ejemplar del Libro de Mormón en telugu.
Aceptando el futuro con fe
Elsie y Edwin estuvieron comprometidos al Evangelio por toda su vida. Imagen: LDSLiving
Por el resto de sus vidas, Elsie y Edwin estuvieron comprometidos con la Iglesia y siguieron compartiendo el evangelio con emoción.
Cuando Edwin falleció, Elsie se trasladó a Estados Unidos, donde trabajó en University of Utah y sirvió como maestra de la Sociedad de Socorro en su barrio.
Incluso después de haber enviudado, ella visitaba a menudo a sus familiares en la India, donde se daba un tiempo para participar de las reuniones dominicales de la rama que ella y su esposo habían organizado.
Elsie seguía visitando la rama que logró formar con su esposo. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Elsie se dedicó a ser maestra de ciencias y, tiempo después, trabajó como ayudante de investigación en el Departamento de Farmacología y Toxicología de University of Utah.
Sus cinco hijos se casaron y se licenciaron en ciencias.
Antes de la misión de Elsie y Edwin, la Iglesia de Jesucristo había intentado tener presencia por más de 100 años en ese país, sin embargo, todos sus esfuerzos fueron fallidos hasta que los Dharmaraju asumieron la obra misional.
Elsie fue maestra en University of Utah. Imagen: Canva
En 2012, se organizó la primera estaca en Hyderabad y desde entonces la membresía supera los 14,000 Santos de los Últimos Días y la Iglesia de Jesucristo solo sigue creciendo.
Este crecimiento no fue por la obra misional sino por una amistad entre dos mujeres, un testimonio escrito en un Libro de Mormón y la voluntad de una Santo de los Últimos Días de escuchar a los susurros del Espíritu y compartir su amor por el evangelio con su familia.
*Imagen de portada: LDS Living
Fuente: LDS Living
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