No sé si algun día esto cambiará esa necesidad de encajar. De una forma u otra, pienso que todos lo anhelamos. Queremos ser parte de algo, ser aceptadas y apreciadas tal como somos.
Recientemente he conversado con algunas mujeres que creo que son muy especiales. Son muy diferentes la una de la otra y se encuentran en diferentes etapas de la vida con una variedad de sueños, esperanzas y expectativas.
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Cada una de estas mujeres es extraordinaria en todos los sentidos de la palabra. Son seguras de sí mismas y verdaderamente hermosas espiritual, mental y fisicamente.
A medida que hablaba con ellas, descubrí lo que creo que es cierto para todas nosotras: que a pesar de nuestros intentos por encajar, solemos hacerlo sin importar qué.
Destacar no es algo malo, sin embargo, en ocasiones, se siente como si lo fuera. Podemos sentir que como mujeres Santos de los Últimos Días solo encajamos dentro de nuestras familias, congregaciones, comunidades y círculos sociales siempre que pensemos, actuemos o nos veamos de cierta manera.
A pesar todo eso, no creo que eso sea verdad. De hecho, la hermana Patricia Holland dijo una vez:
“El Señor nos utiliza a causa de nuestras personalidades y diferencias únicas más que a pesar de ellas”.
Pienso que una de las mejores formas en que utiliza nuestras diferencias es para hacer que Su obra avance, y tal creencia debería animarnos porque sabemos que Él ve nuestro potencial divino.
Dicho esto, sé que no es fácil ser diferente; a veces, puede ser bastante difícil e incluso solitario.
Sin embargo, puedo hallar consuelo en el hecho de que todas somos diferentes porque, de cierta forma, ninguna de nosotras está sola en ello. En conjunto, todas somos únicas e irrepetibles, perfectas en nuestras diferencias.
Con eso en mente, me gustaría compartir algunas de mis citas favoritas sobre cómo cada una de nosotras somos diferentes a nuestra manera y que eso está bien, no tenemos porque ser iguales.
Esa es exactamente la razón por la que Dios necesita mujeres como nosotras.
Una generación
“Cuando educas a un hombre; educas solo a un hombre. Cuando educas a una mujer; educas a una generación”. – Brigham Young
Orgullosas de ser mujeres
“Quiero que se sientan orgullosa de ser mujeres. Quiero que sientan la realidad de lo que eso significa, que sepan quiénes son realmente. Son, literalmente, hijas espirituales de Padres Celestiales con una naturaleza divina y un destino eterno”. -Jeffrey R. Holland
Expertas en inculcar valores
“Las mujeres traen consigo al mundo cierta virtud, un don divino que las hace expertas en inculcar cualidades como la fe, el valor, la empatía y el refinamiento en las relaciones con los demás y en las culturas”. – D. Todd Christofferson
Mujeres de la Iglesia
“Amo a las hermanas de la Iglesia, jóvenes y ancianas. He visto su fuerza; he visto su fe. Tienen algo que ofrecer y están dispuestas a ofrecerlo”. – Linda K. Burton
El Señor nos necesita
“El Señor necesita mujeres que tomen sobre sí Sus sendas, Su voluntad y Su obra, así como Su nombre”. -Elaine A. Canon
Preparar al mundo
“La mejor forma en que pueden mejorar el mundo consiste en preparar al mundo para Cristo, invitando a todos a seguirlo”.- Bonnie H. Cordon
Fuente: Ldsliving