Testimonios de fe y conversión que demuestran el plan perfecto de Dios para cada uno de Sus hijos.
Hijo de 2 padres judíos, —su madre fue sobreviviente del Holocausto—, Eric Yollick fue criado bajo las creencias y tradiciones de su familia en Dallas, Texas.
De niño, su familia celebraba las principales festividades judías. El Séder de Pésaj era la noche favorita del año de sus padres. Y disfrutaba jugando la versión “judía” del Monopoly, llamada Chutzpah.
Su vida parecía que seguiría el transcurso de todo judío fiel a sus tradiciones y legado, hasta que a sus 53 años, su rumbo cambiaría por completo.
Su mayor aventura: el Libro de Mormón
Tras el fallecimiento de su madre a inicios de enero del 2014, decidió viajar por el mundo en búsqueda de nuevas aventuras y experiencias. Sin esperar, en ningún momento, que alguna de ellas lo terminaría acercando a un Dios desconocido para él.
Escaló la cordillera de Alaska y también subió las montañas del Cáucaso en Rusia para alcanzar la cima más alta de toda Europa.
Y decidió acabar aquel agitado año corriendo la maratón de Nueva York totalmente descalzo. Aunque se consideraba un “terrible” deportista, confiesa que se divirtió corriendo por los 5 distritos de toda la ciudad.
Un agotador día que decidió terminar con un popular y satírico musical: ‘El Libro de Mormón’, una irreverente obra que cuestiona la fe y la religión. Un aclamado espectáculo de Broadway en el teatro Eugene O’Neill, el cual disfrutó de inicio a fin…
Pero con una sorpresa al salir del teatro.
Después del espectáculo, en las afueras de la calle que albergaba el musical, había un semicírculo de misioneros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en la acera frente al teatro repartiendo el Libro de Mormón auténtico.
Eran tan amables y pulcros como los élderes representados en la obra. Dos de ellos le entregaron su propio ejemplar del Libro de Mormón, aunque se quedó acumulando polvo durante unos años en su casa. Creyó que nunca lo llegaría a leer.
Leyó todo el libro en 3 semanas
Pero, a finales de 2017, luego de 3 largos años, un repentino impulso que no logró comprender, lo motivó a buscar el Libro de Mormón. Se propuso leer un capítulo por día, para poder terminar el libro en 289 días.
Sin embargo, en el octavo día de lectura, al descubrir el relato de la visión del Árbol de la Vida de Lehi, sintió como si una bomba hubiera estallado en su corazón. El versículo 23 del capítulo 8 de 1 Nefi, que relata el vapor de tinieblas que nos aparta de Dios, conmovió su corazón como ningún otro pasaje en su vida.
Fue así que Eric descubrió que estaba en un camino alejado y distante de ese preciado fruto que describe Lehi: las bendiciones del Evangelio de Jesucristo.
“¡Sabía que estaba viviendo en una gran neblina de oscuridad! Me di cuenta de que este libro no es un libro normal. En lugar de leer el Libro de Mormón un capítulo por día, terminé el resto en tres semanas”.
Así, en los siguientes 2 años, leyó el Libro de Mormón 3 veces más, incluyendo anotaciones e impresiones de su corazón en los márgenes durante las últimas 2 oportunidades.
Eric estaba preparado para dar un nuevo paso de fe. Y fue en una caminata en búsqueda de esa nueva señal cuando, en las calles de Magnolia, Texas, se encontró con 2 hombres jóvenes que vestían camisas blancas y corbatas. Él sabía quiénes eran y qué eran: había visto el musical y el episodio de South Park.
Pero, por encima de esas representaciones jocosas de los misioneros, tras un estudio intenso del Libro de Mormón, sabía que aquellos 2 jovencitos llevaban el mensaje de paz que su corazón tanto anhelaba.
Hoy sirve como misionero
De inmediato, se acercó a ellos, les dio su nombre y les dijo que estaba interesado en bautizarse en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Una determinación que dejó atónitos a los élderes, aunque prestos a ayudarlo.
Después de las lecciones, Eric fue bautizado y recibió el don del Espíritu Santo el 6 de mayo de 2020, cambiando su vida por completo:
“Sentí que, a pesar de todo lo que había hecho en mi vida, y todo el tiempo y todos los pecados que había cometido, el Padre Celestial todavía me acogió en Sus brazos”.
Nunca es demasiado tarde para empezar de nuevo. Y, 7 años después de ver ese musical satírico sobre dos élderes de la Iglesia de Jesucristo, él sirve hoy como misionero mayor en el programa Brigham Young University Pathway, ayudando a cientos de jóvenes a acercarse a Cristo.
Fuente: LDS Daily
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@masfe.org Aunque no lo crean esos pequeños actos, como un abrazo, compartir tu himnario o un ‘’bienvenido’’ pueden hacer que esa persona que está visitando o regresando se queden. Si piensas que eso no importa, es momento de mirar a las personas como El Salvador lo haría. #masfe #sud #regresar #iglesia #church #inspiracioncristiana #frasesmotivadoras #cristianos #nuevoenlaiglesia #jesusteama #diosesamor