Como miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, nos esforzamos por apoyarnos y elevarnos mutuamente. Cuando alguien a quien apreciamos comienza a cuestionar su fe, puede asustarnos, pero también es un momento desafiante y delicado para esa persona.
Particularmente para los miembros que disfrutan durante muchos años de paz y pertenencia en el evangelio, llegar a comprender las imperfecciones que existen en una organización dirigida por personas imperfectas, o lidiar con áreas grises de doctrina que aún no tienen respuestas claras, puede ser confuso y desconcertante.
Aquellos que llegan a un punto decisivo en su camino y deben considerar abandonar su fe, y todo lo que esta ha significado para ellos, suelen enfrentarse a sentimientos profundos de dolor y aflicción. Esta no es una decisión que se tome a la ligera, y debemos ser cuidadosos al no juzgar a nadie que esté en esta posición.
El élder Dieter F. Uchtdorf aconsejó:
“Es natural tener preguntas… Hay pocos miembros de la Iglesia que, en algún momento u otro, no hayan luchado con preguntas serias o delicadas”
Si conoces a alguien que está luchando con preguntas difíciles, enfócate en mostrar amor y empatía cristiana, confiando en que el Señor está al tanto de ellos y los guiará a donde Él los necesite en la siguiente etapa de su jornada mortal. Hacer esto podría ofrecerles un salvavidas muy necesario durante un tiempo muy difícil.
Por otro lado, especular sobre el nivel de fe y compromiso de alguien con el evangelio probablemente los aleje. Intencionado o no, sugiere que asumes que sus preguntas y dudas son producto de una falla de carácter, en lugar de reconocerlas como una parte normal del progreso de cualquier miembro fiel en el camino del convenio.
Aquí tienes diez cosas que debes evitar decir a alguien que está cuestionando la Iglesia, y con sugerencias para respuestas más solidarias.
1. “Solo ten más fe”
Si bien la fe es importante, esta afirmación puede parecer despectiva. En su lugar, intenta decir: “Entiendo que este es un momento difícil para ti. ¿Cómo puedo apoyarte?”
2. “Debes estar haciendo algo mal”
Asumir que las dudas de alguien son debido a un pecado puede ser hiriente.
Un mejor enfoque sería: “Cada uno tiene su propio camino. Estoy aquí para escucharte si deseas hablar.”
3. “Estás siendo influenciado por Satanás”
Esto puede sonar acusatorio y poco amable. En su lugar, ofrece empatía: “Está bien tener preguntas. Hay que explorarlo juntos.”
4. “Solo estás buscando una excusa para irte”
Esto minimiza sus propias preocupaciones. En su lugar, puedes decir: “¿Qué temas específicos te están resultando difíciles? Tal vez podamos encontrar respuestas juntos.”
5. “Vas a perder tu salvación eterna”
Las declaraciones basadas en el miedo pueden alejar aún más a las personas. Una respuesta más amorosa podría ser: “Pase lo que pase, me preocupo por ti y por tu felicidad.”
6. “No hables de tus dudas; podría afectar a otros”
Silenciar a alguien puede hacer que se sienta aislado. Fomenta el diálogo abierto con: “Es importante hablar de estas cosas. Cuéntame más.”
7. “Necesitas orar más”
Aunque la oración es valiosa, esto puede sentirse como un rechazo. En su lugar, ofrece: “¿Cómo puedo ayudarte a sentirte más conectado con tu fe?”
8. “Solo estás siendo lento en tus responsabilidades espirituales”
Esto puede ser muy desalentador. Un comentario más de apoyo podría ser: “Todos pasamos por momentos en los que luchamos. ¿Cómo puedo ayudarte a superar esto?”
9. “Si te vas, lo lamentarás para siempre”
Esto puede crear una presión innecesaria. En lugar de eso, expresa tu preocupación: “Decidas lo que decidas, espero que encuentres paz y felicidad.”
10. “Estás traicionando a tu familia y amigos”
La manipulación a través de la culpa nunca es útil. Muestra comprensión diciendo: “Tu camino es solo tuyo, y respeto eso. Estoy aquí para ti pase lo que pase.”
El élder Neil L. Andersen, explicó:
“Los desafíos, las dificultades, las preguntas o las dudas forman parte de nuestra vida terrenal; pero no estamos solos”.
Cuando alguien está cuestionando su fe, necesita compasión, comprensión y apoyo. Al evitar estas declaraciones hirientes y ofrecer respuestas empáticas, podemos ser las manos de Jesús y ayudar a nuestros amigos y seres queridos a sentirse valorados y comprendidos durante su viaje espiritual.
Después de todo, la fe no se trata de tener todas las respuestas, sino de tener esperanza y seguir adelante, especialmente cuando es difícil. Al hacerlo, podemos ayudar a quienes nos rodean a sentir el amor del Salvador, sin importar lo que elijan.
Fuente: LDS Daily
Video relacionado
@masfe.org Hagamos que las cosas sucedan en lugar de esperar tranquilamente a que el universo conspire a nuestro favor. #fe #accion #domino #motivacion #consejo #hazquesuceda #momentoperfecto #santiago #biblia #cristianos ♬ sonido original – Masfe.org