Hace poco, unos miembros asistieron a la reunión sacramental de otro barrio para asistir a una despedida de un familiar. Cuando la reunión terminó, se dirigieron a su carro para asistir las últimas dos horas en su barrio correspondiente. Mientras iban saliendo alguien les dijo, “¿ustedes creen que son mejores que nosotros?”
Pareciera que cada mes un artículo aparece en la web acerca de juzgar a otros. El autor comparte una historia reveladora que nos lleva al punto de que nunca sabemos lo que la otra persona está pasando y nos invita a que no debemos juzgar.
Y mientras a menudo leemos sobre el santo juzgando al pecador o el pecador juzgando al santo, rara vez vemos algo escrito sobre el santo que juzga a otro santo que está esforzándose por vivir de la mejor manera que puede.
Déjame explicarte lo que quiero decir.
Usualmente tendemos a juzgar a otras personas por todas las cosas que ellos están haciendo mal, o los menospreciamos por las cosas que no están haciendo que deberían hacer. ¿Pero, qué hay en el otro lado de la moneda?
¿Alguna vez has juzgado a alguien por obedecer los mandamientos de una forma diferente que tú? ¿Alguna vez has pensado que otros tenían una actitud “más santa que tú” cuando simplemente están viviendo de la forma que ellos consideran es correcto?
La historia de la familia que asiste a la despedida en otro barrio, es una perfecta ilustración del mensaje que quiero compartir: sólo porque la gente viva el evangelio de una forma diferente que tú, no significa que ellos piensen que son más santos que tú.
Les daré otro ejemplo.
La vestimenta del domingo.
¿Tú usas la ropa del domingo durante todo el día? Yo sí lo hago desde que fui a la misión. Para mí, es una acción externa que me ayuda a separar el día de reposo de otros días de la semana e influye en las actividades en las que participo durante el día domingo. Es una buena manera para enfocarme en hacer cosas que el Señor quisiera que yo hiciera en Su día.
¿Tú crees que soy mejor que alguien que se quita la corbata y se coloca el pantalón de la pijama? Yo no lo creo.
No es mi intención hacer que los demás se sientan incómodos, o hacer que piensen que los estoy menospreciando por actuar diferente. De igual manera, no quiero que otras personas me etiqueten como alguien “más santo que tú” simplemente porque escojo vivir el evangelio diferente a otra persona.
Hay una lista innumerable de maneras en las que puedes ser un santo. Me he dado cuenta de que la gente puede ser santo de diferentes maneras, y yo he decidido aprender de ellos en lugar de estar a la defensiva por mis propias decisiones.
Otras formas en las que otras personas pueden vivir el evangelio en una forma diferente que tú son:
-Algunos se abstienen de carne por su propia interpretación a la palabra de Sabiduría.
-Algunos no ven ciertos programas populares de televisión o películas porque consideran que no son apropiados.
-Algunos no juegan o trabajan los domingos.
Y la lista podría continuar.
Todos estamos tratando de hacer nuestro mejor esfuerzo. Todos nos encontramos en diferentes puntos del camino hacia la rectitud, y a todos se nos ha dado luz y conocimiento y se nos ha pedido que vivamos de acuerdo a los dictados de nuestra propia conciencia. Al hacerlo, debemos asegurarnos de no juzgar el modo en el que viven los demás.
Este artículo fue escrito originalmente por Ben Arkell y fue publicado en mormonlight.org con el título “Don’t Judge Me Because I Saint Differently Than You Do”