Creo que, en algún momento, todos hemos recibido críticas por pertenecer a la Iglesia de Jesucristo o hemos escuchado malos comentarios al respecto de personas que no comparten nuestras creencias.
Ante eso, nos hemos defendido y explicado la doctrina de la Iglesia para acabar con los malentendidos.
O, tal vez, nuestros amigos que saben de nuestra religión han salido en nuestra defensa.
Eso mismo le ocurrió al fallecido Dr. Krister Stendahl, un destacado erudito del Nuevo Testamento, ex decano de teología de Harvard University y participante activo del diálogo judío/cristiano.
En la década de 1980, mientras el Dr. Standhal se desempeñaba como obispo luterano en Estocolmo, Suecia, la Iglesia anunció planes para la edificación de un templo en las afueras de la ciudad, al sur, en Västerhaninge.
Como era de esperarse, la noticia causó gran revuelo entre la población local.
Sin embargo, el obispo Stendahl, que tenía amigos Santos de los Últimos Días y había discursado en Brigham Young University, reaccionó de una manera bastante inesperada.
Convocó una conferencia de prensa en un centro de estaca Santo de los Últimos Días.
Invitó a todos los medios de comunicación y otras personas que deseaban conocer su punto de vista y la de la iglesia nacional sueca al respecto.
3 principios importantes antes de juzgar las creencias religiosas de otros
En la conferencia de prensa, el obispo Stendhal les dijo a todos los presentes que ni él ni la iglesia luterana sueca se oponían a la construcción del templo y que nadie debía interferir en ello.
De inmediato, destacó 3 principios que los medios debían tener en cuenta antes de juzgar las creencias religiosas de otras personas.
1. Si quieres saber lo que otros creen, pregúntales, no recurras a sus detractores ni a sus enemigos
Es poco probable que los detractores de una religión te den una perspectiva clara de la misma, así como lo harían sus creyentes.
De hecho, es muy probable que distorsionen sus creencias o las caricaturicen, sin darse cuenta.
Esto no significa que no haya espacio para las críticas. Pero, si realmente quieres entender otra religión, los detractores no deberían ser tu primer recurso.
2. Al observar la fe religiosa de los demás, compara lo mejor de ti con lo mejor de ellos, no lo peor de ellos con lo mejor de ti
Frecuentemente, escuchamos a los cristianos comparar la tierna ética que Jesús enseñó en el Nuevo Testamento con los actos de los autoproclamados terroristas islámicos.
Sin embargo, no es justo comparar la moral ideal cristiana, que raramente se logra, con los crímenes atroces que, a pesar de su prominencia en los periódicos y la televisión, todavía son relativamente raros entre los casi 2,000 millones de musulmanes del mundo.
Sería más apropiado comparar la masacre de las cruzadas “cristianas” con el terrorismo islámico.
No se debe comparar el decreto de muerte contra Salman Rushdie con San Francisco de Asís, la Madre Teresa de Calcuta o San Maximiliano Kolbe.
Stendahl le recordó a su audiencia sueca que el elemento humano afecta inevitablemente, incluso, a las creencias más puras.
Así una religión surja a partir de una revelación, esta se da a través de seres mortales falibles.
Al hacer referencia a la explicación en la portada del Libro de Mormón de que “si hay faltas, estas son equivocaciones de los hombres”, Sthendal comentó que esa franqueza aumentó su confianza en el libro, en lugar de disminuirla.
3. Siempre deja espacio para la “santa envidia”
Finalmente, Stendhal aconsejó a la audiencia que dejara espacio para lo que denominó “santa envidia”.
Explicó que podemos aprender mucho de los practicantes y creyentes de otras religiones. Luego, dio ejemplos y mencionó a los Santos de los Últimos Días y sus templos.
Dijo que, en su opinión, el bautismo por los muertos era objeto de “santa envidia”.
“Los luteranos no hacemos nada por nuestros muertos. Es como si nos hubiéramos olvidado de ellos. En cambio, los Santos de los Últimos Días intentan llevar las bendiciones de la expiación de Cristo incluso a los muertos”, expresó.
Después de sus declaraciones sobre el templo en Suecia, Stendhal encontró más oportunidades para hablar sobre el bautismo por los muertos y expresar su “santa envidia”.
Cerca del año 1990, Stendhal escribió un artículo sobre la obra vicaria para la Enciclopedia del Mormonismo.
Más adelante, el obispo luterano colaboró en un video de la Iglesia de Jesucristo sobre la obra por los muertos y dijo:
“Es algo hermoso. Puedo imaginarme a mí mismo formando parte de tal acto, extendiendo las bendiciones que recibí gracias a Jesucristo. [El bautismo por los muertos] es una manera hermosa de dejar que lo eterno se combine con lo temporal, que, en cierto modo, es de lo que se trata el cristianismo”.
Fuente: Meridian Magazine