“La oración tiene una fuerza mucho más grande que cualquier otra cosa para traernos las bendiciones de Dios”. – Wilford Woodruff
La oración es una herramienta poderosa a través de la cual nos comunicamos con nuestro Padre Celestial.
Podemos orar en todo tiempo, por todas las cosas y en todo lugar. Dios desea que le hablemos de nuestras necesidades porque nos ama y desea ayudarnos.
El Señor Jesucristo mandó:
“Siempre debéis orar al Padre en mi nombre”. (3 Nefi 18:19)
Al formarnos el hábito de dirigirnos a Dios por medio de la oración, llegaremos a conocerlo y acercarnos aún más a Él, y nuestros deseos llegarán a ser más como los de Él.
Además, podremos obtener para nosotros mismos y para otras personas las bendiciones que Él está dispuesto a dar si tan sólo se las pedimos con fe.
En Moroni 7: 26 leemos:
“Cuanto le pidáis al Padre en mi nombre, que sea bueno, con fe creyendo que recibiréis, he aquí os será concedido”.
Hay muchos que sienten que Dios no los escucha ni les responde, pero Él si lo hace a través de Sus propios medios, tal como impresiones, pensamientos, escrituras, otras personas.
Para asegurarte de recibir una respuesta pide con fe al momento de orar, sé específico con lo que deseas y haz tu parte.
Recuerda siempre, la oración no solo consiste en pedir, sino también en actuar para que las cosas pasen.
Claramente, no recibiremos la respuesta que deseamos para todas nuestras oraciones. De vez en cuando recibiremos un “no”, y eso no debe sorprendernos. Incluso, los padres terrenales no acceden a todas las peticiones de sus hijos.
Al igual que ellos, si Dios nos niega algo es porque tiene preparado mejores cosas para nosotros. Confía. Él jamás cambia nada en tu vida para darte algo más pequeño, por el contrario, Dios lo mejora todo.
“Debemos orar de acuerdo con la voluntad de nuestro Padre Celestial. Él desea probarnos, fortalecernos y ayudarnos a alcanzar todo nuestro potencial”. – Russell M. Nelson
Cuando el profeta José Smith estaba prisionero en la cárcel de Liberty, suplicó ayuda; sus oraciones recibieron una respuesta con esta explicación: “…todas estas cosas te servirán de experiencia, y serán para tu bien”.
Con cada prueba tenemos la oportunidad de rescatar una gran lección, así como sucedió con José Smith.
Ora siempre y recibirás fortaleza. Ora por ti y tus semejantes, ya que es la mejor manera de cuidar de lejos.
Recursos: churchofjesuschrist.org