El presidente Russell M. Nelson ha repetido en varias ocasiones que el recogimiento de Israel es la meta, la causa y la labor más importante en la tierra hoy. No es un tema lejano ni ajeno a nosotros: es algo que ya está sucediendo y en lo que todos podemos participar.
Está pasando ahora mismo

El presidente Nelson enseñó que por siglos los profetas anunciaron este recogimiento y que en nuestros días esa profecía se está cumpliendo.
Cada vez que alguien se acerca al evangelio, hace convenios y los guarda, el Señor está reuniendo a Sus hijos. Esto es mucho más que un evento histórico, es parte de nuestra preparación para la Segunda Venida de Jesucristo.
A un lado y otro del velo

Cuando hablamos de recoger a Israel, pensamos en la obra misional, la obra del templo y la historia familiar. Todo lo que nos ayude a acercar a alguien, vivo o fallecido, a los convenios con Dios es parte de este recogimiento.
Eso significa que podemos contribuir de muchas maneras, como sirviendo una misión, llevando nombres al templo o ayudando a un familiar a fortalecer su fe.
El presidente Nelson también recordó que la venida del Libro de Mormón es la señal de que el recogimiento ha comenzado. Sin él, esa obra no sería posible. Por eso no es solo un libro de estudio personal, sino una herramienta profética que nos conecta con las promesas hechas a Abraham, Isaac y Jacob.
Una decisión diaria

El recogimiento no se trata de una sola acción aislada, sino de un compromiso constante. Seguir a Cristo es una decisión diaria, y cada vez que ayudamos a alguien a tomar esa misma decisión, estamos participando en la causa más grande de la tierra.
El presidente Nelson enseñó que el recogimiento comenzó con los pioneros, pero que ahora la responsabilidad está en nuestras manos. Preparar al mundo para la Segunda Venida del Salvador implica trabajar en la misión, en el templo y en la edificación de familias selladas por la eternidad.
Por ello, una de las invitaciones más poderosas es para los jóvenes. Ellos fueron reservados para participar en el recogimiento de Israel en este tiempo crucial. Ya sea en una misión de proselitismo o de servicio, cada joven tiene un papel vital en este plan divino.
Todos tenemos un papel

El recogimiento no es solo para misioneros. Cada uno de nosotros puede unirse en este esfuerzo. Al compartir el evangelio, hacer la obra del templo, fortalecer a nuestras familias y vivir nuestros convenios, nos convertimos en parte activa de este propósito profético.
El presidente Nelson resumió el recogimiento de una manera sencilla:
“Invitamos a todos los hijos de Dios a venir a su Salvador, recibir las bendiciones del templo y hallar gozo duradero”.
Ese es el corazón de esta gran obra, regresar a Dios sellados a Él y a nuestras familias para siempre. Este es nuestro tiempo para actuar.
El Señor nos ha confiado la obra más grande en la tierra hoy y nos invita a sumarnos con gozo. Cada pequeño esfuerzo que hagamos para acercarnos a Cristo y ayudar a otros a hacerlo, es parte de este milagro profetizado.
Fuente: Meridian Magazine



