Al crecer, el Día del padre siempre fue un conflicto de emociones para Vance Taylor.
Cuando Taylor y su hermana fueron diagnosticados con una enfermedad debilitante a una edad temprana, su padre los abandonó. En los años siguientes, esta festividad de junio representó un gran vacío en su vida.
Por otro lado, el Día del padre le permitió a Taylor celebrar a su madre y a una serie de ejemplos inspiradores masculinos en su vida.
“El Día del padre me dio la oportunidad única de pensar qué tipo de padre deseaba ser cuando tuviera mis propios hijos. En otras palabras, deseaba crecer para ser el tipo de padre que desearía haber tenido cuando era niño. En ese sentido, el Día del padre me ayudó a valorar el rol de un padre”, dijo Taylor.
Hoy, Taylor es un hombre casado y tiene dos hijas. Crecer sin un padre lo ha ayudado a prepararse para valorar más plenamente su oportunidad como padre.
Próximos a conmemorar el Día del padre, Taylor y su madre, Morena Merlos, compartieron sus experiencias y puntos de vista relacionados con el rol de un padre.
Recordando el pasado
Hace varias décadas, Merlos conoció a un hombre muy guapo en San Francisco. Se enamoraron, se casaron, tuvieron tres hijos y un hogar feliz.
“Pensé que nuestro amor y matrimonio durarían para siempre”, dijo Merlos.
Más adelante, a su hija Kathy, de 9 años, y a Vance, de 7 años, les diagnosticaron distrofia muscular. Dicha enfermedad, hace que los músculos se deterioren y debiliten, lo que por lo general limita a una persona a vivir en una silla de ruedas. Su padre no supo cómo manejarlo.
“Nos dejó. Lo vimos varias veces durante el siguiente año y medio. Luego, nunca lo volvimos a ver”, comentó Merlos.
Durante el año siguiente, Merlos lloró hasta quedarse dormida y se despertaba llorando. Cuidar de los niños mientras trabajaba tiempo completo fue un desafío. No obstante, su fe y amor por sus hijos, junto al amor que recibía de ellos, la motivaron a seguir adelante.
“Fue física y emocionalmente agotador. Sabía que mis hijos dependían de mí para todo. No podía fallarles… Sabía que Dios me los había dado por una razón y, realmente, me sentí honrada de ser elegida para ser su madre… Su fuerza emocional y su dulce personalidad lo hicieron más fácil para mí”, dijo Merlos.
Durante el Día del padre, la familia celebraba a su abuelo y sus tíos. Sin embargo, la festividad seguía siendo un doloroso recordatorio.
Por un tiempo, los niños se culparon a sí mismos por el abandono de su padre. Merlos les hacía entender que su padre era un hombre adulto y era consciente de sus propias decisiones.
Un año, le pidieron a Kathy que hablara en la Iglesia sobre el Día del padre.
Con lágrimas en los ojos, pensó que no podría hacerlo. Sin embargo, su madre le dijo que su mensaje podría ser una oportunidad para hablar sobre el tipo de padre que desearía tener.
Kathy también podría alentar a los niños a no subestimar a sus padres.
“Les dije a mis hijos que hay grandes padres y que podían ver eso en algunos de los hombres de la Iglesia que representaban una figura paterna para ellos.
Les dije que era una lástima que su propio padre se estuviera perdiendo todas las grandes cosas que estaban logrando y todas las cosas maravillosas que tenían para ofrecer“, dijo Merlos.
Hoy
Taylor, su esposa, Casey, y sus hijas Isabelle y Sammy viven en Rancho Cordova, una comunidad en las afueras de Sacramento.
Su madre agradece a las distintas “figuras paternas” a lo largo de la vida de Taylor que le enseñaron cómo convertirse en padre hoy. Merlos también le enseñó el vocabulario correcto.
“El hecho de que Vance supiera que siempre esperaba su mejor esfuerzo en todo, que las excusas no eran aceptables y que la frase ‘no puedo’ no estaba permitida en casa, contribuyó a que desarrollara un carácter fuerte y se convirtiera en un gran padre”, expresó Merlos.
Para Vance, los desafíos de ser esposo y padre son superados con creces por las bendiciones de la paternidad. Ha aprendido que ser un buen padre requiere amor, sacrificio y trabajo, sin olvidar la abnegación.
“No siempre es fácil poner a tus hijos antes que, a ti mismo. Sin embargo, cuando actúas bien; es decir, con amor, experimentas una alegría y una felicidad sin igual al satisfacer sus necesidades y deseos que no cambiarías por nada”, dijo Vance.
Vance alienta a los padres a atesorar, apreciar y encontrar alegría en la paternidad. No desperdicien la oportunidad de influir en sus hijos, dijo.
“No desperdicies la oportunidad de influir en tus hijos”
“No todos tienen lo que tú tienes… No tienes que poder correr o caminar para ser un padre maravilloso.
Puedes ser un gran padre sin haber tenido un gran padre. Puedes ser excelente independientemente de tu cuenta bancaria.
Tienes el poder y la opción de ser un héroe para tus hijos.
Tus hijos sentirán tu amor e influencia, ya sea desde un campo de fútbol, un estudio de baile o una silla de ruedas.
Infunde respeto, no miedo, eso influirá en la vida de tus hijos para bien.
Ámalos, préstales servicio, enséñales y serán tuyos para siempre”, dijo Vance.
Merlos, que vive en Roseville, California, finalmente hizo las paces con el dolor y el resentimiento que sentía por su primer esposo cuando se unió a la Iglesia en 1990.
Se volvió a casar y ahora siente tristeza porque su primer esposo nunca experimentará la alegría de ver a sus hijos triunfar en la vida.
Estuvo de acuerdo con los pensamientos de su hijo y ofreció algunas observaciones propias.
Merlos animó a los padres a estar atentos a los niños de familias sin padre y hacerse amigos de ellos. Estas familias sin padre también deben rodearse de buenos modelos e influencias masculinas.
“Al hacer eso, no solo mejoras la vida emocional de alguien, sino que enseñas y preparas a tus hijos para ser grandes personas y padres”, dijo Merlos.
Un mensaje para los niños que crecieron sin un padre
A los niños sin padre, Merlos les dice:
“El hecho de que no tengan un padre en casa no significa que no sean niños maravillosos, especiales y grandiosos. Son atesorados, amados y pueden lograr todo lo que se propongan”.
Merlos también espera que los padres estén más agradecidos por los niños con mucha energía para quemar.
“Le diría a la gente que cuando sus hijos los estén volviendo locos porque corren por la casa o saltan sobre los muebles u otras cosas salvajes, recuerden lo bendecidos que son porque sus hijos pueden hacer todas esas cosas.
Enséñenles modales. Sin embargo, si ponen las cosas en perspectiva, tendrán más paciencia y encontrarán formas de disciplinarlos de una manera firme, pero con amor”, dijo.
Fuente: Deseret News